Interior y maletero del Mazda Mazda3

Resumen general

El Mazda 3 es un turismo de 5 puertas inusualmente largo en su categoría, pues mide 4,66 metros de longitud. Sin embargo, esto no se traduce en mucho espacio para las piernas de los ocupantes posteriores ni en un gran maletero. No es, por tanto, el coche ideal para aquellos que tengan una familia y les guste transportar muchos bultos. 

En cambio, este es el coche para aquellos a los que les guste conducir cerca del suelo y rodeados por el asiento y el salpicadero. Es un coche para gente más tradicional que quieren salirse de la tendencia actual de crossover y SUV. También es el modelo ideal para aquellos que quieran un producto de calidad, por materiales, ajustes y tactilidad de los mandos.

En mayo de 2023 ha sufrido una renovación en cuanto a tecnología de infoentretenimiento y la pantalla central pasa de tener 8,8 a 10,25 pulgadas, aunque la instrumentación sigue sin ser toda una pantalla. Pero cuenta con todo lo necesario y más. Sin artificios ni juegos de luces y sonido innecesarios. Eso sí, el equipamiento de serie incluye, por ejemplo, el head-up display, algo poco frecuente en su segmento.

Los asientos delanteros están colocados muy abajo y la postura al volante es con las piernas estiradas. Nada que ver con un SUV. Habrá personas a las que esto les encante y otras a las que no, pero lo que es evidente es que el Mazda 3 no es un turismo pensado para gente con dificultades de movilidad. 

Descontando esta peculiaridad, la postura al volante es muy buena. Lo es por varias causas. Para empezar, por los asientos, que son confortables y sujetan perfectamente el cuerpo en las curvas. Cuentan además con regulaciones diversas y de generosa amplitud. Otro punto a destacar es la acertada disposición de todos los mandos alrededor del conductor, siempre a mano y en el lugar que te los esperas encontrar. Y por último, por la forma y el tacto de la piel del volante, simplemente estupendos. 

Mazda ha logrado crear un salpicadero moderno, con la cantidad de mandos y botones justos para darle un aspecto actual, pero sin pasarse al minimalismo excesivo. La pantalla del sistema multimedia está colocada en la parte superior y no es táctil, sino que se maneja con unos controles ubicados en la consola central. Para realizar ajustes en el climatizador hay un grupo de botones a media altura, accesibles y fáciles de manipular. 

Si de las plazas delanteras no podemos dispensar más que alabanzas, de las posteriores la historia es bien diferente. El acceso no es bueno porque el marco superior molesta (esto también dificulta operaciones como, por ejemplo, colocar una sillita de bebé). Además, como las ventanillas son pequeñas, es una fila oscura, con poca luz. La línea de cintura está muy arriba y a los niños probablemente les cueste asomarse para ver el mundo exterior.  

Es cierto que no están mal surtidas de espacio. Dos adultos de talla media (en torno a 1,80 metros) viajarán sin problema. Un tercero no porque no hay espacio suficiente para él y porque la plaza central es muy incómoda (además de que el túnel de transmisión es muy voluminoso). Se hace extraño, y se echa de menos, que en un vehículo de este segmento no haya salidas de aire centrales para esta fila de asientos. Ni tampoco tomas USB.

Medidas interiores frente a sus rivales

Delante, el espacio en sentido longitudinal y en anchura está en la media del segmento, mientras que la altura se encuentra ligeramente por debajo. Las personas que sean especialmente altas, las que superen el metro noventa de estatura aproximadamente, puede que sientan su cabeza muy cerca del techo. Hemos medido 97 cm con el asiento en su posición más baja. Como referencia, en un SEAT León y un Peugeot 308 hay 102 cm.

En la fila posterior nos encontramos de nuevo con un vehículo en la media en lo que respecta al hueco para las piernas y la anchura entre puertas; y también en este caso en cuanto a altura. En la primera medición hemos anotado 71 cm, que es más de lo que ofrece el Peugeot 308 (68 cm) y menos que el SEAT León (77 cm). Entre puertas hay 134 cm, por los 140 cm que medimos en el Peugeot 308 y los 132 cm del SEAT León. 

La distancia entre la banqueta posterior y el techo es de 97 centímetros, un dato que le deja muy cerca del SEAT León (98 cm) y que le distancia de manera evidente del Peugeot 308 (92 cm).

Calidad de acabado

La calidad de acabado es, simplemente, muy buena. Supera a modelos catalogados como premium como el Mercedes-Benz Clase A y prácticamente queda a la par de referencias como el BMW Serie 1 y el Audi A3. 

El cuero del volante y la palanca del cambio es muy agradable. Los plásticos de tacto mullido que cubren la zona superior del salpicadero y las puertas tienen también muy buen tacto. Los botones y las ruletas se accionan con una importante sensación de robustez y precisión. Los plásticos de la zona inferior son duros, pero no se perciben baratos ni de mala calidad. 

Todo está bien encajado y rematado. Cuando se circula sobre asfalto con baches, no se oyen crujidos ni ruidos molestos.

Multimedia

Todos los Mazda 3 llevan el mismo sistema multimedia con pantalla central de 10,25 pulgadas compatible con navegador, radio digital, Android Auto y Apple CarPlay. No hay funciones extras como conexión con Amazon Alexa ni un sistema de reconocimiento de órdenes vocales avanzado.

El único punto diferenciador entre los distintos niveles de equipamiento es que, el más alto de ellos, tiene un sistema de audio Bose con 12 altavoces; en el resto no es Bose y tienen 8 altavoces.

La pantalla tiene un formato panorámico y no es táctil, lo cual no es un problema porque se maneja muy bien desde los mandos de la consola central (una ruleta y varios botones). Los gráficos son modernos, la calidad elevada y las transiciones entre menús, fluidas. Es un sistema al que uno se acostumbra rápidamente. No es complicado, algo que se agradece hoy en día. 

La instrumentación mezcla diales analógicos con una pantalla en el centro para mostrar el velocímetro y algunos datos adicionales. No hay posibilidad de una pantalla de grandes dimensiones como es cada vez más normal, pero tampoco se echa en falta. La información que proporciona es abundante y bien legible. Lo que resulta un poco farragoso es la manera que Mazda ha establecido para navegar por los menús y cambiar el diseño de algunos gráficos. 

De serie en todos los Mazda 3 es el head-up display. Proyecta información básica (velocidad, instrucciones del navegador, etc.) directamente sobre el parabrisas. Es muy práctico y ayuda a quitar distracciones al no tener que desviar la mirada de la carretera.

El Mazda 3 es uno de los coches más largos de su segmento y, sin embargo, su maletero es de tan solo 358 litros. Esto es menos de lo que ofrecen algunos modelos del segmento inferior, como el Skoda Fabia (380 l). Por lo tanto, es fácil encontrar alternativas con mucha más capacidad de carga. Estos son algunos ejemplos: DS 4 (439 l), Opel Astra (422 l), Peugeot 308 (412 l) y Ford Focus (392 l).

Por supuesto, si se desea ampliar el volumen de carga se pueden abatir los respaldos posteriores, que están divididos en dos partes asimétricas, 60/40. Con ellos tumbados queda una superficie continua con el piso del maletero, pero no totalmente horizontal. El volumen en esta posición asciende a 1026 litros. 

Hay muy pocas soluciones para ayudar a distribuir y sujetar los objetos. Hay unas argollas y una tira de velcro para sujetar, principalmente, los triángulos de emergencia. Bajo el piso no hay espacio más que para las herramientas necesarias en un cambio de rueda y un kit de reparación de pinchazos. El portón tiene accionamiento manual y no es posible pedir que sea automático.