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Precio y opinión del KIA Sportage

Tan sencillo como que casi nadie da más por menos en esta categoría. El KIA Sportage de quinta generación hace prácticamente todo bien a nivel dinámico.

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Opinión de Carwow
8/10
Evaluado por Carwow tras una exhaustiva prueba de conducción.

A favor

  • Amplia gama de motores
  • Habitáculo y maletero de gran tamaño
  • Salto de calidad respecto a la generación previa

En contra

  • Abuso de plástico negro en la consola central
  • Respuesta del cambio automático lenta
  • Diseño controvertido que requiere adaptación

KIA Sportage: ¿Sobre qué te gustaría leer ahora?

Cuánto cuesta el KIA Sportage

El KIA Sportage tiene un precio de venta al público entre 34.075 € y 53.625 €. No obstante, en Carwow puedes ahorrar 5.692 € de media. El precio de salida es de 28.373 € si pagas al contado.

Información general

El KIA Sportage es un SUV mediano de 4,52 metros de longitud con 5 puertas y 5 plazas que fue presentado en septiembre de 2021, aunque KIA no admitía reservas hasta noviembre del mismo año. Se trata de la quinta generación del modelo, que reemplaza a la lanzada en 2016 y actualizada en 2018. Está disponible con diferentes motores y niveles de potencia: diésel, gasolina, híbrido e híbrido enchufable, Sportage PHEV, que van de los 116 a los 265 caballos. En función del motor puede tener tracción delantera o integral y cambio manual o automático. El maletero varía entre 526 y 591 litros en función precisamente del tipo de motor y tracción. En cualquiera de los casos es un maletero grande para el tamaño del coche.

El Sportage es un SUV solvente en casi todos los apartados. Es la principal alternativa al Hyundai Tucson, con el que comparte desarrollo. También compite con el SEAT Ateca, el Peugeot 3008, el Ford Kuga o el Nissan Qashqai, entre otros. Todos ellos son ligeramente más cortos y menos amplios que el Sportage, menos el Kuga, que es más grande. Sólo el Peugeot y el Ford tienen una versión híbrida enchufable (puedes conocer más detalles del habitáculo en nuestro apartado de Interior del KIA Sportage). Por tacto de conducción, el más satisfactorio es, a nuestro juicio, el 3008.

Qué motores tiene el KIA Sportage

El KIA Sportage está disponible con versiones similares a las que ofrece Hyundai para el Tucson: diésel de 115 o 136 CV, gasolina de 150 o 180 CV, híbrido no enchufable de 230  CV e híbrido enchufable de 265 CV. Todos los motores térmicos tienen 1,6 litros de cilindrada con turbo y algunos pueden tener microhibridación, que conlleva la etiqueta ECO de la DGT.

Las dos versiones menos potentes están disponibles sin hibridación ligera y, por lo tanto, les corresponde la etiqueta C de la DGT. Las de 136, 150 y 180 CV, con la denominación MHEV (hibridación ligera), disponen de la ayuda de un pequeño motor eléctrico. En la tabla adjunta más abajo están los detalles.

La versión híbrida (HEV) de 230 CV de potencia conjunta cuenta con una batería de 1,5 kWh. Su sistema de propulsión está formado por dos motores: el de gasolina 1.6 con 180 CV y otro eléctrico con 60 CV (la suma de ambas potencias no es aritmética, puesto que ambos motores no entregan su máxima potencia a la vez). El híbrido enchufable (PHEV), de 265 CV, cuenta con el mismo motor de gasolina más un motor eléctrico de 91 CV. En este caso, la batería es de 13,8 kWh (autonomía eléctrica estimada de 70 km). El primero tiene la etiqueta ECO. El segundo, la CERO.

El Sportage puede tener tracción delantera o total en función de la versión. No todas las combinaciones son posibles: en el diésel de 136 CV y en el híbrido no enchufable la tracción a las cuatro ruedas es opcional. La de gasolina de 180 CV y la híbrida enchufable sólo se pueden pedir en configuración 4x4. Las restantes, tienen tracción delantera.

La caja de cambios manual de 6 velocidades está disponible en la versión de 150 CV con o sin microhibridación y en la diésel de 115 CV. El resto de versiones tienen transmisión automática, que puede ser de dos tipos: de doble embrague en las versiones intermedias y de convertidor de par en los dos Sportage más potentes (el híbrido de 230 y el enchufable de 265 CV).

Prueba de conducción y consumo

Conducción

El KIA Sportage es un SUV muy equilibrado dinámicamente a pesar de su concepción familiar y su orientación al confort, de modo que puede satisfacer con éxito las necesidades de un cliente que desea un coche espacioso, con cinco plazas y un gran maletero, pero con un tamaño moderado, una alta dotación tecnológica, varios sistemas de propulsión y un chasis que permite disfrutar al volante pese a las limitaciones que supone un todocamino en este sentido. Es más, estamos convencidos de que cumple las expectativas de los compradores más exigentes, acostumbrados a calidades y prestaciones superiores, pues tanto KIA como su Sportage se han convertido en una marca y en un producto de conquista para los consumidores tradicionales de una categoría superior y que aprecian un buen vehículo en todos los sentidos del término.

La versión que hemos probado era una híbrida no enchufable con tracción delantera, 230 CV de potencia, acabado GT-Line y unos neumáticos Continental EcoContact 6 talla 235/55 R18 en ambos ejes (ofrecen buen agarre). En general, nos ha parecido un automóvil agradable de conducir. Se ha optado por una suspensión adaptativa con amortiguadores hidráulicos controlados electrónicamente que, en cualquier caso, resulta muy cómoda y filtra las irregularidades del terreno con eficacia. Por contra, da la impresión de que los muelles instalados no sujetan la carrocería tan bien como debiesen en cambios de apoyo rápidos, lo que resulta en un balanceo excesivo de la carrocería si se lleva a cabo una conducción deportiva.

Aun así, se pueden entrelazar curvas a más velocidad que en coches semejantes sin la sensación de perder el control al transferir pesos mediante los frenos o la dirección, que cuenta con un tacto suave pero no tan artificial como la mayoría de sus competidores y que logra comunicar lo que ocurre en el tren delantero. Dado el propósito que tiene el Sportage, da la impresión de que es un SUV muy neutro y polivalente, pues concede posibilidades de uso relativamente amplias. Pese a ello y a que su reparto de peso es casi óptimo, su elevado centro de gravedad se traduce en algunas limitaciones dinámicas propias de esta clase. La sensación de seguridad que transmite es considerable y se ve complementada por un amplísimo elenco de asistentes, muy intrusivos pero desconectables si es preciso. No se acusa demasiado subviraje a pesar del esquema motriz, ni siquiera cuando se busca intencionadamente ese efecto. Su nivel de maniobrabilidad es normal.

La versión híbrida no sólo dispone de rendimiento de sobra para todas las circunstancias con base en el enfoque de este vehículo, sino que es interesante tanto por consumo como precio de adquisición. Las diferencias entre los modos de conducción Eco y Sport (los únicos con los que cuenta este modelo en concreto) nos han resultado casi inapreciables en la práctica. Se nota que el acelerador se vuelve más receptivo, que la dirección se endurece sutilmente y que la transmisión automática selecciona una marcha más corta con el perfil deportivo, sin cambios más perceptibles al margen de las modificaciones gráficas que sufre el cuadro de instrumentos.

Las transiciones del convertidor de par son tan suaves y discretas como las que se producen al pasar del funcionamiento eléctrico al híbrido (saber cuándo se enciende el motor de gasolina es difícil si no se está muy atento). Ahora bien, en el caso de la transmisión, son cambios lentos cuando se requiere toda la potencia (le cuesta bajar de relación). Para suplir este fallo, KIA ha puesto unas levas cromadas tras el volante con las que se puede seleccionar la marcha óptima antes de, por ejemplo, iniciar un adelantamiento (tampoco funcionan con rapidez).

En modo EV no se pueden recorrer más de 3 o 4 km, pues la batería, ubicada debajo de la segunda fila de asientos, es muy pequeña (1,5 kWh). Tampoco es posible recibir una respuesta contundente del motor eléctrico, aunque sí inmediata, ya que tiene poca potencia (60 CV). En otras palabras, este funcionamiento sólo es apto para una conducción excesivamente relajada y concentrada en no pisar el pedal derecho más de lo justo y necesario. Para mover el automóvil con agilidad, es preciso hacer uso del propulsor térmico (que por sí sólo rinde 180 CV). A cambio de este inconveniente, el gasto de combustible es comedido y se obtiene la etiqueta ECO de la DGT con todas sus ventajas.

Los frenos, cuya capacidad de detención es alta, están diseñados para recuperar energía en las deceleraciones. Se pueden fatigar con mucha facilidad si se extreman sus prestaciones, ya que las ayudas electrónicas también hacen uso de ellos constantemente cuando se realizan virajes al límite de adherencia. A diferencia de otros coches híbridos, el tacto del pedal que los acciona no es desagradable o complicado de modular, si bien dispone de un recorrido más largo del habitual y se siente más esponjoso. El acabado GT-Line no supone una mejora en este aspecto.

El grado de ergonomía del puesto de conducción es alto gracias a unos asientos firmes pero confortables y a la facilidad de uso del sistema multimedia y de los controles de la climatización, muy acertados. KIA ha equipado al Sportage con un display táctil al que denomina Multi-Mode, que puede variar su aspecto pasando de un panel de acceso directo para varias de las opciones de infoentretenimiento que ofrece el vehículo a un mando operativo del climatizador. Las ruletas situadas a ambos extremos de este elemento también cambian su función y sirven como referencia háptica, lo que permite usar el dispositivo sin apenas apartar la vista de la carretera. Eso sí, hemos notado que las pantallas se calientan mucho después de unas horas encendidas.

Consumo y emisiones

Oficialmente, el consumo del Sportage con sistema de propulsión híbrido no enchufable y tracción delantera (versión que hemos podido probar) es de 5,6 l/100 km según ciclo combinado homologado mediante procedimiento WLTP. Este consumo se puede conseguir realmente si nos movemos únicamente por entornos urbanos y semiurbanos, ya que en cuanto el coche sale a una autovía y se mantiene una velocidad de 120 km/h durante muchos kilómetros no baja de 7,5 l/100 km aproximadamente. Una media objetiva mezclando uso por ciudad y por carretera podría situarse entre los 6 y los 7 l/100 km, según nuestro estilo de conducción. El resto de las versiones homologan un gasto de combustible entre 1,1 l/100 km y 7,1 l/100 km.

Ayudas a la conducción

KIA engloba las ayudas a la conducción (ADAS) en el conjunto de asistentes DriveWise, que incluye:

  • Asistente de cruce
  • Asistente de conducción en autopista (HDA)
  • Control de crucero adaptativo basado en la navegación
  • Centrado de carril automático
  • Reconocimiento de señales con ajuste de velocidad
  • Monitorización del ángulo muerto en el cuadro de instrumentos
  • Alerta de tráfico cruzado posterior
  • Frenada de emergencia autónoma con detección de ciclistas y peatones
  • Aparcamiento remoto inteligente
  • Visión perimétrica (360 grados) mediante cámaras exteriores
  • Control de tracción y estabilidad

Además, en términos de seguridad pasiva, este modelo tiene siete airbags (doble airbag frontal, central delantero, laterales delanteros y de cortina) y una estructura de tipo monocasco que, según KIA, es más ligera y rígida que en el anterior Sportage.

Opinión del KIA Sportage

Tan sencillo como que casi nadie da más por menos en esta categoría. El KIA Sportage de quinta generación no sólo hace prácticamente todo bien a nivel dinámico, sino que se trata de un producto sobresaliente en términos de calidad, habitabilidad, confort y disponibilidad de equipamiento y tecnología a bordo. Su diseño puede considerarse controvertido, pero si esto no te supone un problema o incluso valoras que una marca se arriesgue a hacer algo distinto, creemos que es uno de los tres mejores SUV medianos que puedes comprar actualmente, pues es ideal para quien busca un coche amplio, moderno, seguro, sencillo y a un precio competitivo.

Cuánto cuesta el seguro de un KIA Sportage

En las modalidades de Terceros Básico y Terceros Ampliado, asegurar un KIA Sportage tiene un coste mínimo de 127 y 143 euros anuales, respectivamente. El perfil con el que hemos hecho este cálculo de la póliza es el de un hombre de 42 años, con más de 20 años de carnet, casado y sin historial de partes al seguro en los últimos 10 años. Calcula aquí el precio de tu seguro con más detalle y obtén el presupuesto de varias aseguradoras en unos pocos pasos.

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