Interior y maletero del Hyundai i30

A las plazas delanteras del Hyundai i30 se entra y sale sin ninguna dificultad. El asiento del conductor cuenta con regulación en altura desde el nivel de equipamiento más bajo, dejando la regulación del apoyo lumbar para los niveles intermedios y superiores. Es un asiento confortable, en el que se soporta bien el paso de los kilómetros, aunque no da una sujeción especialmente buena del cuerpo. Quien quiera sentirse más arropado, es mejor que opte por los niveles de equipamiento N Line porque en estos se incluyen unos asientos deportivos con mayor soporte lateral y, además, con regulación en extensión de la banqueta.

Esta generación del Hyundai i30 lleva entre nosotros desde finales del año 2016, pero gracias a la renovación que sufrió en 2020, su interior todavía aguanta bien el tipo. Definitivamente no es el modelo de su categoría más espectacular y llamativo por diseño, pero si esto no es un inconveniente, probablemente agradezcas la sencillez del i30 y la distribución clásica de los mandos de control. Todo se halla donde se espera que esté, los mandos físicos son mayoría y el plástico negro brillante escasea. Punto positivo por facilidad de uso.

También es un coche bien pensado desde el punto de vista de la practicidad, pues hay numerosos huecos portaobjetos, algunos de ellos de gran tamaño. Nos los encontramos por ejemplo en las puertas, en la consola que queda entre los dos asientos, debajo del reposabrazos delantero y por delante del cambio de marchas.

El acceso a la fila posterior de asientos también es sencillo. Hay que agachar un poco más la cabeza que en un SUV, pero nada que resulte especialmente molesto. Como en las plazas delanteras, no hay nada en esta parte del habitáculo que llame la atención. Es un diseño sobrio, sencillo y práctico. Echamos en falta, eso sí, unas salidas de aire en la consola central, algo que es normal encontrar hoy en día en coches de esta categoría.

Anda bien servido de espacio en todas las direcciones, destacando en anchura y altura hasta el techo. El espacio para las piernas es bueno y podría ser mejor si hubiera más hueco por debajo de los asientos delanteros para meter los pies. Los anclajes ISOFIX se encuentran en las dos plazas laterales.

Medidas interiores frente a sus rivales

Como es habitual en los turismos de esta categoría, las plazas delanteras no presentan ningún problema de espacio. El asiento del conductor tiene un recorrido longitudinal de 22 centímetros, por lo que la inmensa mayoría de las personas podrán acercarse o alejarse del volante a su gusto (el volante, como no podría ser de otra manera, es ajustable en vertical y horizontal). Es destacable la anchura entre puertas (142 cm), una de las más amplias, así como la distancia hasta el techo (un máximo de 101 cm).

En la segunda fila hay un buen hueco para las piernas, de 70 cm, mejor que el de un Peugeot 308 y un Volkswagen Golf, pero más pequeño que el de un SEAT León y un Ford Focus. La anchura entre puertas que hemos medido ha sido de 137 cm, un dato que coloca al Hyundai i30 a la cabeza en su categoría, tan solo superado por el Peugeot 308 (140 cm) y el Ford Focus (137 cm).

También es reseñable la distancia entre la banqueta y el techo, 96 cm. Se queda a dos centímetros de los mejores —el SEAT León y el Volkswagen Golf— y supera ampliamente a modelos como el Peugeot 308 (92 cm) y el Renault Mégane (93 cm). Una persona que mida 1,85 metros de estatura cabe perfectamente detrás de otra de la misma talla que se siente delante.

Calidad de acabado

Muy lejos quedarnos esos años en los que los fabricantes coreanos como Hyundai generaban dudas sobre la calidad de sus materiales. Este Hyundai i30 está a la altura de sus rivales europeos, sin ninguna duda. Es uno más.

No vamos a encontrar materiales lujosos, ni tejidos con un tacto ultra suave, pero los plásticos que recubren el salpicadero y las puertas, así como las tapicerías de los asientos, tienen buena apariencia, se sienten bien al tacto y encajan entre sí con precisión. No se escuchan ruidos ni crujidos al pasar por juntas de dilatación o carreteras con baches. Algo que agradecemos mucho es la ausencia prácticamente absoluta de plástico negro brillante.

Multimedia

La renovación que Hyundai hizo del i30 en el año 2020 significó una actualización del apartado pantallas. Por un lado, se incorporó una nueva instrumentación digital de 7 pulgadas, que es de serie u opcional según el nivel de equipamiento (en caso de no llevarla, la instrumentación es una de corte clásico con dos grandes indicadores de aguja y una pantalla central multifunción de 3,5 pulgadas). La instrumentación digital permite realizar una ligera personalización de la información mostrada, aunque queda lejos de la plasticidad y espectacularidad que tiene, por ejemplo, un Peugeot 308 o un Volkswagen Golf.

En lo que respecta al sistema de infoentretenimiento, Hyundai introdujo en el citado año 2020 un nuevo sistema con pantalla de 10,25 pulgadas, conexión inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto y la tecnología Bluelink Connected Services (permite realizar algunas funciones sobre el coche a través de una aplicación para teléfonos móviles). Es un equipo de uso sencillo e intuitivo que cumple bien con lo que se espera de un coche de esta categoría. No tiene carencias reseñables ni características revolucionarias.

Un escalón por debajo está el sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas compatible también con Apple CarPlay y Android Auto. Por su parte, para el nivel de equipamiento más básico, el sistema de audio consta de una pantalla monocroma de pequeñas dimensiones.

El Hyundai i30 tiene 395 litros de maletero, un dato medio con respecto al de sus alternativas. Quien necesite más capacidad de carga, encontrará una mejor solución en el Skoda Scala (467 l) y el Opel Astra (422 l). El Peugeot 308 también cuenta con un poco más de capacidad (412 l), mientras que un Ford Focus se halla prácticamente a la par (392 l).

Los respaldos de la fila posterior están divididos en dos partes, en una proporción 60/40. Si se abaten y se aprovecha todo el espacio hasta el techo (para lo cual es imprescindible utilizar una red de separación de carga), el volumen de carga asciende a 1301 litros. En la plaza central hay una trampilla que resultará muy útil para transportar objetos largos sin la necesidad de abatir ningún asiento.

El piso se puede colocara a dos alturas y levantar, aunque el espacio que hay por debajo es ridículamente pequeño. No obstante, hay una pequeña trampilla cerca del borde de carga que da acceso a un hueco que resulta práctico para guardar en él cosas como los triángulos de emergencia y el kit de reparación de pinchazos. El accionamiento del portón es siempre manual. No es posible que sea eléctrico, ni tan si quiera como opción.