Interior y maletero del KIA Sportage

Resumen general

El KIA Sportage tiene una calidad de acabados superior a la media de su segmento de mercado. La marca coreana no sólo ha llevado a cabo un completo rediseño del habitáculo respecto al modelo de 2016, sino que ha trabajado en aumentar la percepción de calidad de este. El progreso respecto al anterior Sportage es enorme y su aspecto mucho más moderno.

En las versiones mejor equipadas de la gama del modelo, los materiales empleados presentan una excelente apariencia con relación al precio del vehículo, de modo que la sensación entre lo que se paga y lo que se obtiene es sublime. Además, la ornamentación de los distintos elementos interiores, los guarnecidos de las puertas y los revestimientos del techo o del salpicadero muestran estar bien construidos y cuentan con buenos ajustes.

En combinación con el acabado GT-Line, que es el único que hemos podido probar, el Sportage dispone de una tapicería de cuero, un volante achatado forrado de piel fina con inserciones de aluminio, unos paneles de las puertas de ante y unas molduras decorativas en las puertas que simulan aluminio, material del que sí parecen estar construidos los tiradores de las mismas y los pedales.

No nos gusta el abuso de plástico con acabado negro piano que manifiesta la parte inferior de la consola central. Este defecto se compensa gracias a una calidad de rodadura muy alta apoyada en un aislamiento acústico elevado, aunque no sobresaliente, y un conjunto de pantallas con una buena resolución y una gran resistencia a los reflejos.

El habitáculo del KIA Sportage es más amplio y luminoso que el de la mayoría de sus rivales. Tiene una anchura suficiente como para alojar a cuatro adultos con comodidad y un espacio para las piernas de los ocupantes traseros muy generosa respecto a la media de su categoría. La altura de la cabina es normal y algo escasa si el modelo está equipado con techo panorámico. Además, los respaldos de las plazas posteriores se pueden regular en inclinación. El cinturón de seguridad del asiento central está en el techo.

La visibilidad es muy buena desde cualquier ángulo y hacia casi cualquier dirección. El acceso al habitáculo es cómodo desde cualquier puerta y el puesto de conducción completamente personalizable en función de la talla y preferencias del usuario a través de los múltiples reglajes del asiento y el volante. KIA dice que el nuevo Sportage supera en prácticamente todas las dimensiones interiores a su anterior generación, lo que lo convierte en un coche aún más indicado para familias medianas.

Aunque el KIA Sportage 2022 sólo está disponible con cinco plazas, la capacidad del maletero varía en función de la versión. KIA ha comunicado el volumen de cada versión: de 540 a 591 litros. La ubicación de las baterías en las versiones híbridas no tiene mucho efecto en el espacio destinado a la carga, que se ve afectado en una proporción similar a la del Hyundai Tucson, cuyas versiones tienen entre 546 y 620 litros, pues ambos coches comparten la misma plataforma.

En combinación con el motor de gasolina sin hibridación ligera, se ha anunciado un volumen mínimo de 591 litros ampliables a 1.780 si se abaten los respaldos de la segunda fila de asientos, quedando una superficia casi plana. Como referencia, un Volkswagen Tiguan tiene 520 litros de capacidad mínima. La variante de siete plazas, denominada Tiguan AllSpace, tiene más capacidad de maletero (hasta 700 litros con dos filas de asientos disponibles). Por lo tanto, el Sportage tiene uno de los maleteros más grandes con relación a su tamaño.

Aquí tienes una guía con las medidas y maletero del KIA Sportage.

Medidas interiores frente a sus rivales

La mejor cota que ofrece el KIA Sportage en comparación con sus rivales directos es la de espacio para las piernas en las plazas traseras, superado prácticamente por unos pocos modelos como el Ford Kuga o el propio Hyundai Tucson. Es menos ventajoso que otros coches parecidos en anchura y altura. La primera fila de asientos no genera ningún problema para personas corpulentas, si bien, para quien desee un extra de anchura entre las puertas de delante, tendrá que optar por modelos como el Opel Grandland o el Subaru Forester, que son hasta 4 centímetros más generosos en espacio a nivel de hombros.

En el salpicadero hay dos pantallas, cada una de 12,3 pulgadas, integradas bajo un mismo cristal con cierta curvatura, lo que provoca que la más centrada, encargada de mostrar las funciones multimedia, quede ligeramente orientada hacia el conductor. La otra hace de cuadro de instrumentos. Este recurso de colocar dos pantallas iguales, una al lado de la otra, ha sido empleado por muchos otros fabricantes antes que KIA. La interfaz de infoentretenimiento es idéntica a la del KIA Sorento y parecida a la del Hyundai Tucson. Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay mediante conexión inalámbrica como la mayoría de modelos nuevos de esta categoría.

KIA no ha renunciado, como sí ocurre en los productos de otros fabricantes, a todos los botones físicos. Por ejemplo, ha dejado una serie de controles mediante teclas y ruletas en la parte baja de la consola central que se complementa con un panel táctil desde el que se opera el sistema de climatización del habitáculo o los accesos directos del infoentretenimiento. La palanca de cambios se ha sustituido por un selector de marchas redondo que no tiene conexión física alguna con la transmisión del vehículo. Va ubicada a la altura de los asientos, en la zona más baja de la consola, para que su manejo sea lo más cómodo y práctico posible.

Existe un equipo de sonido opcional, según la versión, que está firmado por Harman Kardon. También se ofrece recarga por inducción para teléfonos móviles en las plazas delanteras y mandos para la climatización en las traseras, además de varias tomas USB accesibles desde todas las plazas.