Interior y maletero del Skoda Karoq

Resumen general

Similar al de un SEAT Ateca, pero más moderno y elegante, el habitáculo del Skoda Karoq resulta amplio en relación a sus dimensiones exteriores y respecto a sus competidores más cercanos por tamaño y precio. Destaca por materiales de buena calidad (aparentemente mejores que los que emplea SEAT en su modelo homólogo) y unos ajustes buenos. Existe un paquete con el que Skoda emplea revestimientos reciclados para algunas superficies.

El puesto de conducción es el propio de un SUV de su tamaño y concepto, de forma que se conduce con la cadera a una altura bastante elevada y con las rodillas más flexionadas que en un turismo convencional. La sensación a bordo es buena porque el sonido del motor, de la rodadura y de las turbulencias aerodinámicas llega muy atenuado al interior Se percibe como un vehículo sólido, confortable y muy sencillo de usar.

A pesar de los cambios efectuados en este modelo con motivo de su renovación en 2022, no presenta importantes cambios en la disponibilidad de espacio, sobre todo en la primera fila de asientos. En las plazas traseras y en el maletero sí existen variaciones en función de si seleccionan o no algunos equipamientos. Por ejemplo, instalar el sistema modular VarioFlex (banquetas traseras independientes, desplazables y abatibles con respaldos regulables en inclinación, pero un poco más incómodas), el techo solar o la tracción a las cuatro ruedas implica una reducción del volumen disponible en la parte posterior del vehículo (asientos traseros y zona de carga de equipaje). En concreto, el cristal superior panorámico no es recomendable si se viaja con personas altas. Con todo, sigue siendo más amplio que casi todos sus rivales directos. La accesibilidad es normal, de forma que resulta relativamente fácil entrar y salir. Da cabida correctamente a cuatro adultos.

El Karoq tiene un maletero con 521 litros de capacidad mínima. En combinación con el sistema VarioFlex, este volumen se puede ampliar hasta los 588 litros. Con los respaldos de la segunda fila de asientos abatidos, se logran 1.630 litros (1.605 con VarioFlex). Si se desmontan y se eliminan por completo las plazas traseras, algo que permite VarioFlex, se consigue un total de 1.810 litros. Se debe tener en cuenta que la tracción 4x4 reduce la altura de este compartimento en 11 cm. Como referencia, un Volkswagen Tiguan, que es un SUV más grande que este, ofrece casi la misma de capacidad básica (520 litros). Existen huecos portaobjetos a ambos lados y la boca de acceso, aunque es ancha, queda a una altura un poco excesiva. Además, el portón puede tener accionamiento eléctrico en opción o venir de serie en las versiones superiores.

El Karoq equipa siempre dos pantallas: una normal para la instrumentación, detrás del volante, y otra táctil para el sistema multimedia, presidiendo la consola central a la altura del salpicadero. La primera puede ser de 8 o 10,25 pulgadas y la segunda de 8 o 9,2 pulgadas (más pequeñas de lo habitual a día de hoy), en función de la versión. En general, tienen buena resolución, pocos reflejos y presentan una interfaz intuitiva y agradable. La respuesta es rápida en ambos casos.

De serie, lleva 8 altavoces, tomas USB (enchufe de 230V y conexiones traseras en opción), cargador inalámbrico para teléfonos, mandos físicos para el climatizador (de dos zonas con salidas de aire posteriores), asistente virtual con manejo por voz y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay (este último también sin cable). No echamos en falta un Head-Up Display, pero lamentamos que la integración del navegador precise de un sobrecoste cercano a los 400 euros.