Precio y opinión del Fiat 500C Eléctrico

El FIAT 500 es un símbolo dentro del automovilismo europeo. El coche que movilizó a Italia sigue vivo con un estatus único en su especie. El diseño poco ha cambiado a lo largo de los años, pero con cada nueva evolución gana en refinamiento y distinción. Las opciones de carrocería permiten tener un 500 al gusto de cada comprador, pero no cabe duda que el FIAT 500C Eléctrico es el que aporta un punto de vista más diferente gracias a su techo de lona retráctil. El aliado perfecto para moverse por la ciudad con un toque único.

Se trata del descapotable más pequeño que hay en el mercado. Con apenas 3,6 metros de largo, sus medidas no varían con respecto a la versión de techo duro, el FIAT 500 eléctrico. Sus reducidas dimensiones resultan ideales para espacios urbanos, donde resulta muy fácil desenvolverse por el agitado tráfico, aparcar en reducidos espacios y serpentear por las estrechas calles del centro. Calles a las que puede acceder libremente gracias a la pegatina CERO de la DGT, etiqueta que logra por un esquema 100% eléctrico de buen rendimiento, aunque con una autonomía no demasiado grande.

En realidad hablamos de un modelo excesivamente caro si tenemos en cuenta el tamaño y las prestaciones. Con 95 o 118 caballos de potencia, y baterías de 21,3 o 37,3 kWh de capacidad neta, la autonomía oficial estimada está entre los 190 y los 305 kilómetros. Hay que destacar los bajos consumos, siendo más eficiente que modelos similares como el Honda e o el SEAT Mii Electric. En cuanto a prestaciones, está claro que para un desempeño urbano las potencias son más que suficientes, aunque a la hora de abandonar la ciudad hay que tener en cuenta que la autonomía puede caer muy deprisa si circulamos a altas velocidades.

Al igual que con el 500 eléctrico de techo duro, la peor parte de este análisis se centra en la habitabilidad de las plazas traseras, prácticamente inútiles para pasajeros adultos, y en el elevado precio de venta. Los más de 35.000 euros que FIAT pide por él resultan excesivos. Por esa misma cantidad podemos acceder a modelos más grandes con mayor potencia y autonomía. El equipamiento tampoco es otro de sus puntos fuertes, se echan en falta algunos detalles cada vez más habituales, aunque hay que reconocer que para la ciudad hablamos de una dotación más que suficiente.