Interior y maletero del Polestar 2

Resumen general

Dada su orientación familiar, el Polestar 2 cuenta con un habitáculo amplio que puede acomodar bien a cuatro personas adultas. Se trata de un espacio moderno, sencillo y elegante que está bien aislado acústicamente, tanto de la rodadura como de las turbulencias aerodinámicas, lo que genera la sensación de ir a bordo de un vehículo sólido y hermético. Todo en el interior parece estar bien ajustado y los materiales con los que ha sido construido se perciben de calidad y agradables al tacto. Sin embargo, sólo se trata de una impresión, pues en su mayoría son plásticos de distinta dureza. Concesiones al lujo hay pocas, pero la presentación del producto es correcta e inteligente. El puesto de conducción es el propio de una berlina, aunque se viaje a una altura ligeramente superior (sin llegar a la de un SUV).

La cabina del Polestar 2 es normal con relación a sus dimensiones exteriores, pero amplia en todo caso. Con el techo panorámico, que no es practicable, se gana algo de altura en las cinco plazas. Eso sí, el asiento central trasero no es recomendable salvo para usos esporádicos, ya que la anchura de la zona posterior no es especialmente generosa. El espacio longitudinal para las piernas es más que suficiente para adultos de talla media, pero algo justo para personas de más de 1,90 metros de estatura que viajen detrás. El mullido de todos los asientos es firme pero cómodo. Sin embargo, los delanteros tienen poca sujeción lateral para las prestaciones dinámicas que ofrece el coche. Al estar la carrocería un poco más elevada de lo habitual en una berlina, el acceso al interior del coche resulta más sencillo.

El Polestar 2 tiene dos maleteros, uno posterior y principal con 405 litros de capacidad mínima y otro delantero y auxiliar con 41 o 35 litros en función de si se trata de una versión con uno o dos motores. En total, el volumen puede ser de 446 o 440 litros. La diferencia, de 6 litros, es inapreciable en la práctica. Con la segunda fila de asientos abatida en proporción 60:40 se logran 1.095 litros, que es poco para un coche de este tamaño. Un Tesla Model 3, que también disfruta de dos compartimentos de carga, ofrece 542 litros, mientras que un BMW i4, que sólo cuenta con uno (el trasero), brinda 470 litros.

Así como el pequeño está pensado para transportar cables de carga, bolsos u otros objetos de tamaño reducido, el grande tiene el propósito de almacenar equipaje u objetos más voluminosos. Este último resulta diáfano, está bien iluminado, dispone de un doble fondo bien aprovechado y también de interesantes soluciones de separación y sujeción. La boca de carga es ancha y se encuentra a una altura cómoda (no hay que esforzarse mucho para colocar maletas, por ejemplo). Su portón tiene apertura y cierre eléctrico. Este se puede accionar moviendo el pie debajo del parachoques trasero.

El Polestar 2 lleva equipadas siempre dos pantallas: una normal para la instrumentación, detrás del volante, y otra táctil para el sistema multimedia que, dispuesta en posición vertical, ocupa toda la zona superior de la consola central. La primera tiene 11 pulgadas y la segunda 10,25. En general, tienen buena resolución y presentan una interfaz intuitiva y agradable con una respuesta rápida en ambos casos. Sin embargo, la que se encarga de las funciones multimedia acusa demasiados reflejos en días soleados. No hay opción de Head-Up Display, pero tampoco la hemos echado de menos.

El sistema operativo es obra de Google y funciona muy bien. Incluye funciones muy prácticas. Eso sí, consideramos un error el hecho de que se "penalice" a los móviles de Apple, teniendo que usar un cable y un puerto USB-C (hay dos delante y dos detrás) para activar CarPlay, cuando los smartphone de Android pueden conectarse de forma inalámbrica. Otros elementos a tener en cuenta en esta materia son: un cargador inductivo para teléfonos, un conjunto de 8 altavoces con 250 kW y un climatizador bizona sin mandos físicos (se controla desde la pantalla de infoentretenimiento).