Precio y opinión del Volkswagen T-Cross

El Volkswagen T-Cross es un SUV compacto de 4,13 metros de longitud, ligeramente más largo que un Volkswagen Polo, con un maletero de 385 litros. Sólo está disponible con motores de gasolina de 95, 116 y 150 CV, manual o automático y siempre con tracción delantera, por lo que si buscas un SUV pequeño con tracción integral, será mejor que optes por un Toyota Yaris Cross, un Suzuki Vitara o un Jeep Renegade, por ejemplo.

El T-Cross fue lanzado en 2019 y actualizado en 2024, por lo que mantiene sus cualidades de espacio y dinámica, pero ha mejorado en equipamiento multimedia y ha recibido una puesta al día de acabados interiores y estética exterior. La instrumentación ahora es siempre digital.

Una virtud que conserva es que las plazas traseras se regulan longitudinalmente, lo cual no es frecuente en SUV pequeños.

El T-Cross 2024 está disponible en cuatro niveles de equipamiento: básico, Life, Más y R-Line. Todos incluyen de serie faros de LED, climatizador, instrumentación digital, sensores de aparcamiento traseros (y delanteros en niveles superiores), banqueta trasera desplazable, alerta por cambio involuntario de carril y programador de velocidad. Los colores de carrocería tienen ahora nombres más fáciles de recordar y más intuitivos, como "Amarillo Chillooón" y "Rojo, Rojo".

También puedes hacerte con un Volkswagen T-Cross de renting a partir de 377€ al mes con opción de compra al final del contrato.

El Volkswagen T-Cross mide 4,13 metros de longitud, 1,57 metros de altura y 1,76 metros de anchura.

El T-Cross se ofrece únicamente con motores de gasolina de 95, 116 y 150 CV, todos con el distintivo medioambiental C. La transmisión puede ser manual o automática y la tracción es siempre delantera.

Conducción

El Volkswagen T-Cross combina una suspensión cómoda y un habitáculo bien aislado del ruido. Es ágil en curvas y responde adecuadamente en condiciones adversas, por lo que ante todo sentirás que viajas en un coche seguro, que se nota que no pesa mucho pero que está bien plantado sobre la carretera

Aunque no tiene unos frenos que soporten una conducción exigente durante largo tiempo, en el plazo corto sí que logran muy buenas distancias de frenado. El tacto del pedal es sólido y consistente gracias, en parte, a que no hay ningún tipo de electrificación a bordo del T-Cross.

Probé la versión 1.0 TSI de 116 CV con cambio automático y me pareció un coche muy competente para viajar incluso con varios adultos a bordo. Si necesitas rapidez de maniobras, el 1.5 TSI de 150 CV es una bala, por decirlo mal y pronto, que corre mucho y gasta poco. Ambos motores casan bien con el cambio DSG.

Lo mejor que hace Volkswagen es conseguir que un coche sencillo como el T-Cross permita viajar con la estabilidad y el aplomo de un coche grande y más sofisticado. Todo se siente siempre bajo control, da confianza y convierte la experiencia de viajar en una situación de calma.

El T-Cross 1.5 TSI 150 CV DSG se comporta bien en condiciones climáticas adversas, ofreciendo seguridad y aplomo. La transmisión DSG es rápida y suave, con opción de control mediante levas en el volante.

Consumo

Entre las versiones de menor y mayor potencia hay muy poca diferencia de consumo homologado y esto habla de lo bien afinados que están estos motores para que nunca se dispare el gasto de combustible. La variante que menos declara es la de 95 CV con cambio manual, con una media de 5,6 l/100 km. La que más, la de 150 CV con cambio DSG y acabado R-Line, que conlleva las ruedas más anchas, con una media de 5,9 l/100 km.

El consumo de combustible es comparable con otros modelos similares. En autopista, con la versión de 115 CV es fácil bajar de los 7 l/100 km, más bien en el entorno de los 6 a 6,5 l/100 km, mientras que en condiciones urbanas es posible mantener una media inferior a seis litros. En situaciones de tráfico denso o cuando circulas por zonas más montañosas, el consumo se puede acercar o superar por poco margen los siete litros por cada cien kilómetros. Lo mejor que tiene el motor 1.0 TSI es su insensibilidad al cambio de ritmo, por lo que incluso cuando te pesa el pie gasta poco.

Prestaciones

El Volkswagen T-Cross ofrece un rendimiento sólido con una gama de motores de gasolina que varían entre 95 y 150 CV. El motor 1.0 TSI de 116 CV, probado con una transmisión manual de seis velocidades, proporciona una buena combinación de eficiencia y potencia, aunque su respuesta es más notable a partir de las 2300 rpm. La versión de 150 CV mejora en términos de ruido y vibraciones, ofreciendo una conducción más refinada. Estas son las cifras de aceleración de 0 a 100 km/h según versiones: 11,2 segundos para el de 95 CV; entre 10 y 10,3 s para el de 115 CV (manual y DSG, respectivamente); 8,4 s para el de 150 CV.

Ayudas a la conducción

Todos los T-Cross incluyen de serie faros de LED con función adaptativa, sensores de aparcamiento traseros (y delanteros en niveles superiores), alerta por cambio involuntario de carril y programador de velocidad.

Tanto el sistema de alerta por cambio involuntario de carril y como el de exceso de velocidad se activan al encender el motor. Aunque son menos molestos que en otros modelos, su desactivación es rápida y sencilla. La función automática de luces largas y cortas podría ser más gradual para evitar deslumbramientos.

El T-Cross es un coche fácil de recomendar para prácticamente cualquiera que lo tenga en consideración. Su única gran pega es que carece de versiones con etiqueta ECO en la gama, mientras que la mayoría de sus competidores cuentan con una o varias alternativas gracias a la hibridación. A cambio, Volkswagen ofrece un coche más refinado en casi todo que su competencia: corre de sobra, es estable y silencioso y gasta poco en cualquier circunstancia.

Si "no te va la vida" en lo de la etiqueta, es un coche excelente en términos generales.