Interior y maletero del Volkswagen T-Cross

El Volkswagen T-Cross destaca por su habitáculo amplio y cómodo, capaz de acomodar a cuatro pasajeros altos sin problemas. El espacio para las piernas en las plazas traseras es sobresaliente porque supera significativamente a sus alternativas, como el Nissan Juke o el SEAT Arona. La altura libre hasta el techo es una de las mejores en su segmento, así que para el tamaño relativamente pequeño de su carrocería, el interior está excelentemente aprovechado.

La banqueta trasera se puede desplazar longitudinalmente 14 centímetros, lo que permite ampliar o reducir según se necesite el espacio para pasajeros y carga.

La distribución de los mandos en el salpicadero es intuitiva, siguiendo el diseño habitual de Volkswagen, y la instrumentación tras la actualización de 2024 sólo se puede ver a través de una pantalla de 10,25 pulgadas. La cantidad y utilidad de los espacios para objetos pequeños es adecuada, lo que contribuye a subrayar a la funcionalidad del interior del T-Cross sobre cualquier otra cualidad a resaltar, ya que ni resulta lujoso, ni particularmente sofisticado en diseño o equipamiento.

El maletero ofrece un volumen que varía entre 385 y 455 litros, superior al Volkswagen Polo y competitivo frente a modelos como el Citroën C3 Aircross y el Renault Captur.

El maletero tiene un piso con dos posiciones y espacio para una rueda de repuesto completa, aunque de serie incluye un paquete de reparación de pinchazos. La posición elevada de la carrocería y del «hip-point» facilita el acceso y proporciona una postura de conducción típica de un SUV, con las piernas más flexionadas.

El sistema multimedia también ha sido actualizado de manera que Volkswagen ofrece para el T-Cros cuatro opciones: Composition, Ready 2 Discover, Discover Media y Discover Pro. Las pantallas varían entre 8,0 y 9,2 pulgadas y, excepto el sistema Composition, todos permiten conexión inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay.

El Ready 2 Discover ha demostrado ser intuitivo y de buena calidad en cuanto a gráficos y velocidad de respuesta. Algo que Volkswagen ha mantenido acertadamente (y, probablemente, por la mala experiencia adquirida en el Golf) son botones tradicionales junto a la pantalla multimedia.

Por el contrario, para el climatizador ha preferido "innovar" con mandos táctiles, en un claro retroceso a nivel de experiencia de uso, pues el manejo se vuelve mucho menos intuitivo y fácil durante la conducción. Todo a cambio de un diseño más vistoso, que no aporta nada.