Interior y maletero del Volkswagen Tiguan

El habitáculo del Tiguan es amplio, confortable y con buen acceso tanto delante como detrás. Es un buen coche para uso familiar porque la altura de las banquetas es generosa y el maletero, muy grande. Además es cómodo y silencioso, como hemos explicado en el apartado de conducción. Tampoco es que sea un SUV barato, así que se puede decir que al menos el coche vale lo que cuesta, porque siendo de los más caros no sería justificable que no fuese de los mejores.

Lo que menos nos ha gustado del habitáculo es que Volkswagen ha seguido una moda imperante en automoción: ha dado más importancia al diseño y a las soluciones llamativas, como iluminación o superficies brillantes, y ha descuidado el ajuste. Quizás porque el usuario no le dé mucha importancia, pero en general este Tiguan parece peor acabado que las anteriores generaciones. Hay más plásticos duros, zonas menos cuidadas, y todo eso a cambio de que alguna moldura tenga lucecitas (como la que hay frente al copiloto). No nos gusta, pero es el signo de los tiempos.

El uso de superficies táctiles es inevitable para controlar el climatizador, detalle molesto pero que parece ley de vida. El volante, al menos, sigue contando con botones tradicionales y no de los de tipo háptico, que son una pesadilla.

Multimedia

El nuevo Tiguan lleva el sistema multimedia más moderno de Volkswagen, cuya denominación es MIB4, y que destaca por tener una pantalla central de hasta 15 pulgadas en el acabado más alto, y de 12,9 en los demás. Siguiendo la tendencia actual, esta pantalla aglutina la mayoría de las funciones del vehículo.

Hay muchas opciones de personalización, configuración, uso de aplicaciones, etcétera. El problema de Volkswagen no es el equipamiento multimedia en sí, sino su funcionamiento. Por alguna razón siempre presenta errores: se queda colgado, Apple CarPlay se desconecta, la navegación falla. Ha mejorado ligeramente, pero sigue sin fluir como debería.

Los asistentes a la conducción que se activan por defecto cada vez que se arranca el coche se pueden desactivar relativamente rápido desde uno de los menús de acceso que hay en la parte superior de la pantalla. No quita que sea una molestia, pero al menos no requiere navegar por media docena de submenús.

El maletero ha crecido hasta los 652 litros de capacidad, unos 130 más que antes. Es un volumen elevado para un SUV de este tipo; otro que también destaca es el Hyundai Tucson, que se queda en 620 litros. Todas las versiones, independientemente del sistema de propulsión, tienen el mismo volumen de maletero.

Si abates los respaldos de los asientos traseros (se hace desde unas palanquitas que hay en el lateral del maletero) te queda una superficie de carga casi plana y un espacio total de 1650 litros.