Interior y maletero del BMW X5 Híbrido Enchufable

Resumen general

El X5 es uno de los modelos de su clase cuyo habitáculo transmite mayor sensación de calidad y lujo. Los materiales empleados y los ajustes entre piezas son fantásticos, tanto en las zonas más visibles como en las que lo son menos y muchos fabricantes suelen descuidar. A pesar de la cantidad de funciones que se manejan desde la consola, el diseño es limpio y los mandos están ordenados de manera lógica.

La postura de conducción del X5 es muy confortable, con multitud de regulaciones y unos asientos que dan al cuerpo un soporte excelente. Es uno de esos coches en los que el cuerpo se siente fresco tras muchas horas conduciendo. Aquí hay más información sobre el interior del X5.

Los modos de funcionamiento del sistema híbrido del X5 PHEV se manejan desde unos botones que hay al lado de la palanca selectora del cambio. También hay una serie de menús específicos en la pantalla del sistema multimedia que permiten consultar información relativa al sistema de propulsión. Salvo por estos detalles y la reducción de 150 litros en el volumen en el maletero, no hay mucho que diferencie al X5 PHEV del resto de la gama.

Como SUV grande que es, el X5 PHEV tiene un acceso cómodo y espacio suficiente para que cinco personas viajen con desahogo. No hay cambios en el espacio destinado a pasajeros respecto al resto de versiones del X5.

La diferencia más relevante del X5 PHEV respecto al resto de la gama está en la zona de carga. Para alojar la batería de alto voltaje del sistema híbrido, BMW ha tenido que reubicar ligeramente el depósito de gasolina y sacrificar 150 litros de volumen del doble fondo del maletero.

El espacio principal de carga, no obstante, es idéntico. Tiene formas regulares que permiten aprovechar muy bien el hueco disponible y varios accesorios que permiten fijar los objetos. El doble fondo, aunque más pequeño, tiene espacio suficiente para alojar el cable de recarga y la cortinilla cubreequipajes cuando no se usa. Además, el portón eléctrico resulta particularmente cómodo porque se abre en dos mitades.

La presencia de la batería tampoco permite optar por la configuración de siete plazas, que sí está disponible en la mayoría del resto de versiones del modelo. Si se abaten los respaldos de la segunda fila de asientos, el volumen de carga asciende a 1720 litros.

En el X5 hay suficiente espacio longitudinal para que adultos altos viajen sin agobios, pero esta cota es mejor en la mayoría de las modelos rivales, como el Mercedes-Benz GLE y el Volkswagen Touareg, por ejemplo. Un Volvo XC90 es algo más pequeño.

La anchura a la altura de los hombros sí que es buena, lo cual resulta ideal para que viajen tres adultos en la fila trasera de asientos. La altura libre hasta el techo está en la media de sus rivales, pero es suficiente para adultos de mucha estatura incluso si el coche está equipado con techo solar, que siempre resta algo de espacio.

Las dos pantallas presentes en el salpicadero, del sistema multimedia y de la instrumentación respectivamente, son de serie y miden 12,3 pulgadas. Nos gusta la resolución de las pantallas, que se ven muy bien incluso en condiciones de mucha luz, pero echamos de menos más posibilidades de personalización, sobre todo en la instrumentación. En este sentido, Mercedes-Benz va un paso por delante con el GLE.