Precio y opinión del BYD Han

Texto por Álvaro Ortega

El BYD Han es una berlina grande, lujosa y 100% eléctrica, orientada al confort pero con mucha capacidad de aceleración. Tiene cinco metros de longitud, dispone de cinco plazas y es llama la atención su bajo coeficiente aerodinámico de 0,22, que consigue gracias a su diseño y a elementos como la parrilla delantera activa o a que los tiradores de las puertas quedan enrasados en la carrocería (son desplegables).

Sus sistema de propulsión entrega 517 CV de potencia con tracción a las cuatro ruedas e incorpora baterías Blade, que le otorgan una autonomía máxima homologada de 521 km. También equipa la tecnología Vehicle-to-Load (V2L), que confiere al HAN la posibilidad de suministrar electricidad a otros dispositivos, hasta tal punto de ser capaz hasta de alimentar todo un equipo de acampada según la marca.

El BYD Han no es un modelo precisamente con un precio asequible pero tiene un equipamiento abundante desde el modelo base (es cerrado, no admite opciones), la versión Executive, que incorpora elementos como faros LED adaptativos, frenos deportivos Brembo, suspensión adaptativa, techo panorámico, un arsenal de asistentes a la conducción y un sistema multimedia muy completo. El acabado superior se denomina Emerald Edition y es unos 3.600 euros más costoso. Tampoco resulta caro en comparación a rivales como el Tesla Model S, el Mercedes EQE, el BMW i5 o incluso el Audi e-tron GT y el Porsche Taycan. Estos dos últimos cuestan aproximadamente entre 30 y 40 mil euros más y son mucho más deportivos.

El BYD Han dispone de dos motores eléctricos que conforman un sistema AWD o tracción total, con una potencia total combinada 517 CV. El motor que impulsa las ruedas delanteras es de 245 CV y el de las traseras de 272 CV. Es un sistema idéntico al que lleva el BYD Tang.

Está equipado con baterías "Blade", cuya capacidad en este caso es de 85,4 kWh y que está en la media de los coches de su clase (entre 80 y 100 kWh). Éste es un tipo de batería que tiene las celdas en "forma de cuchilla" y que está compuesta de ferrofosfato y litio (LFP), cuyas principales ventajas son su durabilidad, un menor coste de fabricación y que, según BYD, son más seguras ante un impacto o perforación y es más difícil que lleguen a incendiarse. Por contra, tienen una densidad energética más baja que las baterías NMC.

Conducción

El BYD Han es un coche muy potente y con unas prestaciones en línea recta de infarto, qué duda cabe, pero realmente estamos ante una berlina de representación que invita a que lo conduzcas de una manera sosegada y "majestuosa". Tanto es así que casi nos ha gustado más conducirlo en modo Eco, por la mayor facilidad a la hora de graduar la potencia y la frenada.

Esto es debido a que su diseño está enfocado en ofrecer una calidad de rodadura muy alta y estar bien aislado, con unas suspensiones y un chasis optimizados para que nos perturben lo mínimo posible las irregularidades del asfalto. También está muy bien aislado y apenas escuchamos ningún ruido exterior dentro del habitáculo, ya sea provocado por el rozamiento de los neumáticos o el aire. El nivel de confort estaría por algo por debajo del que ofrece el Mercedes-Benz EQE.

Dinámicamente resulta un coche equilibrado aunque tenga un peso que ronda los 2250 kg, ya que al igual que ocurre con sus rivales directos también eléctricos que también rondan esa cifra, lo disimula bastante bien en condiciones normales gracias a un reparto cercano al 50/50 y un centro de gravedad muy bajo (por ir las baterías en el fondo y además ser bastante planas de tipo Blade). El tacto de la dirección es correcto pero es otro elemento que hace que no incite a ir deprisa, aunque nos transmite la precisión e información suficientes para que no de al traste con la experiencia de estar conduciendo un coche de calidad.

Consumo y emisiones

En nuestra prueba de conducción durante un viaje y a una velocidad de entre 100 y 110 km/h, nos marcaba un consumo medio de 18,9 kWh, una cifra muy cercana a la homologada de 18,5 kWh/100 km en ciclo WLTP. Eso sí, a poco que nos pese un poco más el pie nos podemos ir a unos consumos de 21 o 22 kWh a 120 km/h, por lo que en un viaje largo no compensa hundir mucho el acelerador.

Tiempo de recarga y autonomía

En comparación a otros coches eléctricos del segmento, el BYD Han tiene una potencia de recarga máxima en C.C. un tanto baja de 120 kW pero, por otra parte, mantiene esa potencia muy bien durante toda la carga de la batería. Como resultado, se necesitan 48 minutos para realizar una recarga del 0 al 80%. En C.A. es posible una potencia de recarga de hasta 7 kW.

BYD declara una autonomía de hasta 662 km en ciclo urbano y 521 km en el combinado en ciclo WLTP. En nuestro caso, durante un viaje por autovía y un ritmo de velocidad de unos 130 km/h conseguimos superar el rango de los 300 kilómetros.

Prestaciones

La aceleración es innecesariamente brutal, con un 0 a 100 km/h en 3,9 s y, en cambio, la velocidad máxima de 180 km/h es relativamente baja. Este último parámetro no deja de tener una importancia menos relevante en este tipo de vehículo, que al final lo que se busca en carretera es para lo menos posible y estirar la autonomía.

Ayudas a la conducción

El BYD Han incluye de serie todos los asistentes de conducción que actualmente son ya un estándar en los vehículos de este segmento como la alerta de colisión frontal y trasera y frenado automático de emergencia, el asistente de cambio involuntario de carril, luces de carretera automáticas, ayuda de aparcamiento delantero y trasero, alerta de vehículos en ángulo muerto, control de crucero adaptativo y asistente de centrado de carril (conducción autónoma nivel 2).

El BYD Han es el máximo exponente de lo que China es capaz de ofrecer actualmente, un producto con una calidad muy destacable y a un precio considerablemente inferior al de sus alternativas de lujo europeas. Enfocado más al confort e incluso a disfrutarlo desde sus plazas traseras, no tiene la dinámica de conducción a la que estamos acostumbrados en ese segmento pero si cuenta con un aspecto moderno y sofisticado, suficientemente lujoso y con un equipamiento tecnológico casi de vanguardia.