Interior y maletero del Cupra Ateca

Resumen general

El interior del CUPRA Ateca es idéntico al del SEAT Ateca salvo por pequeños detalles. El salpicadero tiene un diseño serio, sin florituras ni ornamentos superficiales. Todo está colocado donde se espera y uno enseguida se siente en control de todas las funciones. La sensación de calidad es buena, tanto por materiales como por ajustes de piezas. La postura al volante se parece más a la de un turismo que a la de un SUV. 

Lo que más distingue al CUPRA del SEAT son los tapizados. Hay Alcántara en las puertas y en los asientos. Las costuras en rojo le dan al interior un toque más deportivo, así como el reposacabezas integrado en los asientos delanteros. Las molduras decorativas en aluminio cepillado oscurecido, los pedales en aluminio y los diversos logotipos de CUPRA terminan de rematar esa atmósfera más racing de este Ateca.

Como en el SEAT Ateca, el espacio en ambas filas de asientos es correcto. Cuatro adultos de talla media, en torno a 1,80 metros de estatura, viajarán sin agobios. En las dos plazas laterales de la segunda fila hay anclajes ISOFIX fácilmente accesibles.

El maletero del CUPRA Ateca tiene 485 litros, 25 menos que en un SEAT Ateca. Esto es debido a que el sistema de escape hace que se pierdan un poco de altura hasta la bandeja. No obstante, el espacio de carga tiene formas que permiten un fácil aprovechamiento del volumen disponible.

Es posible abatir los respaldos de la segunda fila en dos mitades, en proporción 60/40. Además, a la altura de la plaza central hay una trampilla por la que se pueden deslizar objetos alargados hacia el habitáculo, dejando las plazas laterales utilizables para transportar a personas.

El portón del maletero cuenta con accionamiento eléctrico y función de apertura manos libres. Es decir, que para abrirlo basta con hacer un gesto con el pie por debajo del parachoques posterior, lo que resulta útil cuando llevamos carga en las manos.

Medidas interiores frente a sus rivales 

No sobresale frente a sus rivales por espacio, pero este no escasea. La cota más reseñable es la de altura hasta el techo en la segunda fila, en la que aventaja a la mayoría de lo SUV de su tamaño. Las personas que midan en torno a 1,85 metros de estatura no tocarán el guarnecido del techo con la cabeza. 

Como es habitual en los vehículos de este segmento, la segunda fila de asientos no está preparada para llevar a tres adultos de corpulencia estándar con confort. La anchura entre puertas es insuficiente. Si queremos algo mejor en este sentido, es preferible optar por modelos como un Peugeot 3008, un Citroën C5 Aircross o un Volkswagen Tiguan. Todos ellos son un poco más grandes que el Ateca y ninguno, a excepción del Volkswagen, tiene una versión equiparable por prestaciones.

El CUPRA Ateca lleva de serie una instrumentación digital con una pantalla de 10,25 pulgadas con una interesante capacidad de configuración de la información. Tiene buena resolución y los gráficos son de fácil lectura. 

Para el sistema de infoentretenimiento hay una pantalla de 9,2 pulgadas. El manejo de las funciones disponibles es sencillo porque los menús están bien organizados y la respuesta de la pantalla a las órdenes táctiles es rápido. Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Dispone de conexión Bluetooth, recarga inalámbrica para teléfonos móviles y dos USB de tipo C con el contorno iluminado para que sea más fácil localizarlos, sobre todo de noche. 

El sistema de reconocimiento de órdenes vocales no es tan bueno como el de Mercedes-Benz, que entiende un lenguaje más natural. Pero en muchas ocasiones nos será de utilidad para meter una dirección en el navegador sin distraernos de la conducción, aunque no es descartable que tengamos que repetir la orden un par de veces.