¿Cómo es recorrer 1.600 km con un coche de 22 CV? Así vivimos en Carwow la Mile Miglia con uno de los coches más icónicos de la historia

26 de junio de 2025 de

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Acompañamos al Fiat 600 de 1955 como coche de apoyo en la Mille Miglia 2025: una travesía histórica llena de anécdotas, calor y pasión automovilística.

Originalmente, la Mille Miglia fue una competición de velocidad que tuvo lugar en 24 ocasiones entre 1927 y 1957. Tras un par de accidentes fatales en 1957, en el que el más trágico involucraba al Ferrari 335 S pilotado por el español Alfonso de Portago, la prueba fue cancelada.

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Desde 1977, la Mille Miglia se ha transformado en una carrera de regularidad para vehículos clásicos y de época, los cuáles deben mantenerse lo más fieles posible a sus características originales.

Aunque también algunos Ferrari modernos participan como estrellas invitadas —y menudo espectáculo han dado en esta edición, en especial un Ferrari SP3 Daytona con el sistema de escape modificado y que salía de costado cortando inyección a la menor oportunidad— el gran vencedor de 2025 ha sido, una vez más, un Alfa Romeo 6C de 1929, que ha conseguido su sexta victoria en esta mítica competición. Toda una leyenda sobre ruedas que sigue ampliando su leyenda.

La ruta de la Mille Miglia cubre el tradicional recorrido Brescia-Roma-Brescia, con más de 400 vehículos clásicos en esta edición, que se adentran en las carreteras secundarias y de montaña, para atravesar los pueblos más emblemáticos con los mejores paisajes de Italia.

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Una edición marcada por las altas temperaturas, que obligaban en muchos casos a conducir sobre toallas mojadas, utilizar sombrillas o, en el caso de los Mercedes 300 SL, conducir por las travesías con sus “alas de gaviota” desplegadas. Pero lo que realmente distingue a la Mille Miglia es la pasión que despierta.

A lo largo del recorrido, el público se alinea en los bordes de la carretera y las familias salen a la puerta de las casas que dan a la misma, para animar a los participantes mostrando su respeto y admiración por estos vehículos históricos.

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La experiencia de hacer 1.600 kilómetros en el Fiat 600 de 1955

Participar en la Mille Miglia con un Fiat 600 no es una cuestión de velocidad; es una cuestión de historia y resistencia. Aunque no compite en la misma liga que la mayor parte de deportivos que participan, capaces de superar los 250 km/h en el caso de los más potentes, el Fiat 600 tiene un lugar especial en los corazones de los italianos. Sería algo así como la mascota entrañable de la carrera, algo parecido a lo que hoy en día ocurre con el Dacia Logan o el Opel Manta de las 24 horas de Nürburgring.

La gracia está precisamente en lo modesto que es. Este Fiat 600, con sus 22 caballos de potencia y con unas ruedas que son más pequeñas que las de muchos carros de bebé actuales, a duras penas superaba los 25 km/h cuando encontrábamos una ligera pendiente. Tenía unos faros que iluminaban menos que la linterna de un móvil, con los que tuvo que cubrir tramos de montaña nocturnos en los que no se veía completamente nada. Sin embargo, su fiabilidad y su capacidad para recorrer los 1600 km de la Mille Miglia sin averías serias —solo con un pequeño percance en el pedal del acelerador— hacen que la marca vuelva a revalidar ese respeto y orgullo de antaño, que se traslada también a los modelos actuales.

Un homenaje rodante desde Carwow

En definitiva, recorrer Italia en un Fiat 600 de hace 70 años ha sido una experiencia única. Es un recordatorio de la historia, de cómo un coche accesible se convirtió en el símbolo de un país que estaba dispuesto a avanzar. Aunque los coches modernos le superen en velocidad y tecnología, su lugar en la Mille Miglia es, sin duda, un homenaje a una era dorada de la automoción.

Desde Carwow no queríamos simplemente contar la historia: queríamos ser parte de ella. Y, tras completar la Mille Miglia como coche de apoyo del legendario Fiat 600, podemos decir que hemos vivido algo más que una carrera. Hemos conectado con un legado, con una pasión, y con la esencia misma del automovilismo.

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