¿Has tenido un accidente? Te dejamos siete consejos para que puedas volver a ponerte al volante y conducir sin miedo
12 de junio de 2025 de David Díez
Si te sientes inseguro al volver a conducir después de un accidente, no estás solo. Según estudios recientes, 1 de cada 8 conductores admite sentirse nervioso tras haber sufrido un siniestro. Y entre los conductores más jóvenes, este porcentaje es aún mayor.
En España, como en muchos países europeos, gran parte de los conductores ha experimentado algún tipo de accidente. Especialmente entre los jóvenes de 17 a 24 años, un 16% afirma que su confianza se ha visto muy afectada, llevándoles a reducir la velocidad, frenar antes de lo habitual o incluso evitar conducir.
Entre los conductores de 25 a 34 años (los conocidos millennials), uno de cada seis solo conduce cuando es estrictamente necesario, y un 13% ha reducido notablemente sus trayectos.
Algunos cambios tras un accidente “son positivos”
No queremos decir con esto que tener un accidente sea una gran experiencia, pero sí que dentro de lo que implica sufrirlo también podemos sacar una parte positiva: muchos conductores afirman haber mejorado sus hábitos de conducción después de un susto:
- El 27% dice conducir con más precaución
- El 23% está más atento a los demás vehículos
- El 20% se muestra más consciente de su entorno
- El 17% considera que conduce de forma más segura en general
Aun así, la ansiedad persiste en algunos. Más del 10% conduce ahora mucho menos y un 14% ha reducido tanto la velocidad que puede resultar peligroso en vías rápidas como autovías o autopistas.
Para muchos, conducir es mucho más que desplazarse: es mantenerse conectado con el trabajo, los amigos y la familia. Si es tu caso y sientes inseguridad al volante, aquí te dejamos algunos consejos prácticos para recuperar poco a poco la confianza.
7 consejos para recuperar la confianza al conducir tras un accidente
1. Empieza poco a poco
Es normal sentirse abrumado. No intentes forzarte desde el primer día. Comienza por trayectos cortos y conocidos: dar una vuelta por el barrio, ir al supermercado o hacer recados sencillos.
Elige momentos tranquilos, como primeras horas de la mañana o mediodía entre semana, para evitar atascos y distracciones. Conforme recuperes seguridad, ve ampliando los trayectos y enfrentándote a entornos más complejos. Como en la fisioterapia, la clave está en avanzar paso a paso.
2. Prepáralo todo con antelación
El estrés de última hora no ayuda. Antes de salir, asegúrate de que el coche tiene suficiente combustible o carga si es eléctrico. Dos tercios de los conductores reconocen que no le prestan atención a esto, pero quedarse corto puede aumentar la ansiedad.
Lleva el móvil bien cargado, tus gafas de conducir si las necesitas y cualquier otra cosa que te dé sensación de control. Cuantas menos variables, más tranquilo irás.
3. Conoce la ruta de antemano
La incertidumbre alimenta los nervios. Si vas a un sitio nuevo, planifica el trayecto antes: usa el navegador, Google Maps o aplicaciones como Waze. Comprueba posibles obras o desvíos.
Si el recorrido es totalmente nuevo, incluso puedes echarle un vistazo previo en Street View. Y si lo necesitas, comenta la ruta con un familiar o amigo antes de salir.
4. Cuida tu estado físico
Tu cuerpo influye en tu mente. Asegúrate de:
- Descansar bien: la fatiga merma reflejos y concentración.
- Estar bien hidratado y alimentado: evitar bajadas de azúcar o mareos.
- Ajustar asiento, espejos y postura para sentirte cómodo y seguro.
Lleva agua o un tentempié en viajes largos, pero evita comer mientras conduces para no perder concentración.
5. Haz pausas en viajes largos
En España, la DGT recomienda descansar cada 2 horas unos 15 minutos. Estirar las piernas, tomar el aire o escuchar música relajante puede ayudarte a recargar energía mental.
Pequeños descansos frecuentes reducen el riesgo de fatiga y hacen que los viajes largos resulten mucho más llevaderos.
6. Revisa el coche antes de salir
Sentirse seguro en el coche también suma tranquilidad. Haz un chequeo rápido:
- Presión y estado de los neumáticos
- Luces de freno y faros
- Espejos limpios y bien ajustados
- Sin avisos en el cuadro de instrumentos
- Líquido limpiaparabrisas lleno
Saber que el vehículo está en buen estado aporta seguridad y reduce la preocupación.
7. Revisa tu seguro de coche
Saber que estás bien cubierto en caso de cualquier imprevisto aporta mucha tranquilidad mental. Comprueba que tu póliza sigue adaptada a tus necesidades actuales, sobre todo si tus hábitos de conducción han cambiado.
Valora incluir coberturas adicionales como:
- Asistencia en carretera
- Vehículo de sustitución
- Cobertura de continuación de viaje
A veces, el simple hecho de tener un buen respaldo hace que recuperes esa seguridad que creías perdida.
En definitiva, es totalmente normal sentirse nervioso tras un accidente. La clave está en ir paso a paso, sin forzarte, y darte tiempo para que la confianza vuelva. Con paciencia, preparación y algunos pequeños cambios, volverás a disfrutar de la carretera mucho antes de lo que imaginas.
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