Precio y opinión del Skoda Fabia

El Skoda Fabia es un utilitario del segmento B con carrocería de cinco puertas y 4,11 metros de longitud, una cifra que lo sitúa en la parte alta de su categoría y explica por qué es uno de los coches más espaciosos y prácticos entre los urbanos tradicionales. Compite directamente con modelos como el Volswagen Polo, Seat Ibiza, Renault Clio, Citroën C3 o el Hyundai i20, aunque siempre ha jugado la carta del equilibrio y la funcionalidad por encima del diseño o la deportividad pura.

La actual generación, lanzada en 2021 y puesta al día en 2022, supuso un salto claro en confort de marcha, calidad percibida y eficiencia aerodinámica, con soluciones poco habituales en el segmento, como cortinillas activas en la parrilla o un bajo carenado casi completo, que ayudan a reducir consumos y ruido a alta velocidad. También mantiene uno de los sellos clásicos de Skoda: las soluciones prácticas, con múltiples huecos portaobjetos y detalles pensados para el día a día.

La gama está compuesta exclusivamente por motores de gasolina sin electrificación, por lo que todas las versiones cuentan con etiqueta C de la DGT. No hay versiones ECO ni está previsto que lleguen. A cambio, la oferta mecánica es coherente, con potencias entre 80 y 177 CV y posibilidad de cambio automático DSG en las variantes más potentes.

En cuanto a acabados, el Fabia se estructura en niveles bien diferenciados, con un acceso correcto pero algo justo en equipamiento y versiones superiores que mejoran mucho en imagen, confort y dotación. El Monte Carlo es el acabado más llamativo, con un enfoque claramente deportivo, y sirve de base para la gran novedad de la gama: el Skoda Fabia 130, una edición limitada que celebra los 130 años de la marca y se convierte en el Fabia de serie más rápido jamás fabricado.

La oferta mecánica del Skoda Fabia es sencilla y coherente, siempre con tracción delantera y motores de tres y cuatro cilindros de gasolina.

El acceso a la gama corre a cargo del 1.0 MPI de 80 CV, un motor atmosférico pensado casi en exclusiva para un uso urbano y tranquilo. Cumple en ciudad, pero sus prestaciones son muy justas y fuera de ese entorno se queda claramente corto. Es la opción más barata, pero también la menos recomendable si se va a salir habitualmente a carretera.

Un escalón por encima están los 1.0 TSI turbo, disponibles con 95 y 110 CV. Son, con diferencia, las versiones más equilibradas de la gama. El de 95 CV ofrece un buen compromiso entre consumo y respuesta, mientras que el de 110 CV ya permite viajar con mayor soltura y es el primero que puede asociarse al cambio automático DSG. Es, probablemente, el motor ideal para la mayoría de compradores.

Hasta ahora, el tope de gama lo marcaba el 1.5 TSI de 150 CV, una opción claramente más prestacional, aunque sin llegar a tener un enfoque deportivo real por chasis, frenos o puesta a punto.

Skoda Fabia 130

La gran novedad llega con el Skoda Fabia 130, una edición especial limitada derivada del acabado Monte Carlo que eleva el listón tanto en potencia como en comportamiento. Utiliza un motor 1.5 TSI EVO2 ajustado hasta los 177 CV, con un par máximo de 250 Nm disponible desde solo 1.500 rpm.

Gracias a una puesta a punto específica del motor y del cambio DSG de siete velocidades, el Fabia 130 acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 228 km/h, cifras que lo convierten en el Fabia de serie más rápido jamás fabricado.

Además, incorpora suspensión deportiva rebajada 15 mm, llantas exclusivas de 18 pulgadas, dirección recalibrada y modos de conducción específicos, junto a un control de estabilidad con ajustes más permisivos para una conducción más precisa y directa. No es un GTI radical, pero sí el Fabia más serio y afinado que ha existido.

Conducción

El Skoda Fabia está basado en el VW Polo o el Seat Ibiza. Comparten plataforma y numerosos componentes. Tiene un buen comportamiento y estabilidad, con un punto ágil y divertido al entrar rápido en curva. Sin embargo, pese a compartir la base, el Fabia no se siente igual de sólido y bien plantado sobre el asfalto como el Volkswagen Polo. Hay una diferencia que pasa desapercibida en conducción urbana o a baja velocidad, pero que sí se siente al conducirlo por autovía o por carretera, sobre todo conforme se aumenta el ritmo y se le exige al motor de 150 caballos.

El Fabia es agradable por su aislamiento y calidad general y es difícil encontrarle pegas a un coche de su precio.  Podemos pedirlo con la posibilidad de elegir diferentes modos de conducción para aprovechar al máximo las prestaciones o para hacerlo más confortable, si bien son simplemente cambios que afectan al tacto de la dirección, la respuesta del acelerador y el cambio automático, en caso de contar con DSG.

Quizás el punto más reprochable es el de una dirección especialmente asistida que da poca información al conductor cuando se circula por carretera, lo que resta confianza para ir rápido pero no supone ningún inconveniente en conducción tranquila. Es una de las diferencias más notables con el Polo, que se siente más preciso e informativo.

El motor de 110 caballos, que es el primero que hemos probado en asociación con la caja automática DSG, mueve al Fabia con soltura y evita apuros en adelantamientos incluso cuesta arriba. Es más que suficiente para quien quiera un coche ágil, eficiente y con prestaciones suficientes para viajar sin apuros.

La variante de 150 caballos la hemos probado más a fondo en asociación con el cambio automático DSG. Es una combinación buena pero no excelente, principalmente porque la transmisión resulta más brusca de lo deseable. Por alguna razón, Skoda no ha afinado tan bien el DSG en el Fabia más potente como lo hace en otros modelos de su propia gama (como el Karoq) y tiende a pegar tirones o a cambiar innecesariamente de marcha en la circulación urbana, a velocidad baja. Para uso en carretera es más solvente, y rápida respondiendo cuando se maneja en modo manual, aunque nuevamente hay momentos en aceleración en los que le falta la precisión de otras cajas DSG que hemos probado en distintos modelos del Grupo Volkswagen. Cuando se le pisa a fondo al motor, se vuelve un poco ruidoso y enturbia el, en general, buen aislamiento acústico del Fabia.

Consumo

En cifras homologadas, aunque el motor menos potente, de 80 CV (5,2 l/100 km), sea el más sencillo y recomendable por ello, para desplazamientos urbanos el de 95 CV tiene, aunque por poco, mejores consumos (5,1 l/100 km), idénticos en realidad a los de la versión de 110 CV (5,1 l/100 km). La variante de 150 caballos sube hasta los 5,5 l/100 km de consumo medio homologado.

En conducción normal, con la versión de 110 CV el gasto de carburante no se dispara, aunque tampoco llega a ser extremadamente bajo y hay que acostumbrarse a una media real en torno a los 6,5 l/100 km. En la versión de 150 caballos el gasto se mantiene parecido, y sólo sube cuando se le exige al motor, momento en el que es más sensible al tipo de uso y se puede ver con cierta facilidad una media de 8 u 8,2 l/100 km, que en todo caso no es disparatado para lo bien que responde el motor en estas circunstancias.

Prestaciones 

Dejando aparte el motor más pequeño, cuyas prestaciones son muy pobres, el planteamiento del Fabia como medio de transporte bien hecho y a precio asequible trae emparejado que las prestaciones no sean prioritarias, pero en la versión de 110 CV se cuenta con buena aceleración y velocidad punta. Para quien quiera contundencia a toda costa, con los 150 caballos del Fabia más potente tendrá probablemente satisfechas sus necesidades, salvo que espere un coche deportivo al estilo de un Ford Fiesta ST, que no es el caso principalmente porque la puesta a punto del chasis no está orientada en igual medida a la eficacia. Ni los frenos ni la suspensión están adaptados para una conducción deportiva y cuando se exprime al motor más potente salen a relucir las carencias en este sentido, con unos movimientos menos controlados de la carrocería, menos agilidad en los cambios de apoyo y una resistencia a las frenadas fuertes que dura poco manteniendo su eficacia.

Ayudas a la conducción

Las ayudas a la conducción que monta el Škoda Fabia de serie son:

• Advertencia de riesgo de colisión y frenada de emergencia
• Alarma de cambio involuntario de carril
• Asistente de arranque en cuesta
• Faros diurnos LED 
• Detector de fatiga
• Sensor de luces
• Llamada de emergencia SOS
• Limitador de velocidad 

El Skoda Fabia sigue siendo uno de esos coches que no levantan pasiones, pero que convencen cuando se analizan con la cabeza fría. Es amplio para su tamaño, tiene uno de los mejores maleteros del segmento y transmite una sensación de coche bien hecho, pensado para durar y para convivir con él sin complicaciones.

No es el más barato ni el más divertido, y la ausencia de versiones ECO pesa frente a algunos rivales, pero a cambio ofrece una relación entre calidad, espacio y precio muy difícil de igualar. Con los motores TSI de 95 y 110 CV es un coche redondo para uso diario y viajes ocasionales, sin sustos ni frustraciones.

La llegada del Fabia 130 no cambia la filosofía del modelo, pero sí demuestra hasta dónde puede llegar esta plataforma cuando Skoda decide ponerse seria. No es un deportivo puro, pero sí una pieza muy especial para entusiastas, cargada de simbolismo y con un nivel de prestaciones que nadie esperaba en un Fabia.

Para quien busque un utilitario sensato, amplio y bien afinado, el Fabia sigue siendo una compra muy lógica. Y para quien quiera algo realmente distinto dentro del segmento… ahora también hay una versión con colmillos.