La avería más temida del verano: ¿por qué no enfría mi aire acondicionado?
21 de julio de 2025 de Mario Garcés

Cuando el aire acondicionado del coche falla, no solo lo notas. Lo sufres. En pleno verano, sin aire fresco, cada semáforo se convierte en una sauna portátil. ¿El sistema ya no enfría como antes? ¿No sale aire por las rejillas? ¿Huele mal? Tranquilo: casi siempre hay una explicación… y solución.
En este artículo repasamos las averías más frecuentes del aire acondicionado del coche, desde las más simples hasta las que requieren pasar por taller. Porque sí, a veces es solo un fusible. Pero otras, el problema se llama compresor (y la broma sale más cara).

Las averías más comunes del aire acondicionado del coche (y qué puedes hacer para solucionarlas)
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1. El aire acondicionado no enfría (pero sí echa aire)
Es la avería estrella del verano. Si el aire sopla pero no enfría, casi siempre hay poca carga de gas refrigerante. Puede deberse a una fuga pequeña, incluso imperceptible, que con el tiempo vacía el sistema. Lo notarás porque enfría menos cada año.
Otra posibilidad: compresor averiado. Para comprobarlo, arranca el coche, activa el botón de A/C y observa si las revoluciones del motor cambian levemente. Si no lo hacen, puede que el compresor no se active. También revisa fusibles: a veces es solo eso.
Ojo con las recargas baratas: muchas ofrecen menos gas del necesario y a la larga pueden dañar el sistema. El gas refrigerante es caro, en torno a 10 euros los 100 gramos. Infórmate de la cantidad necesaria para tu modelo y solicita que lo carguen íntegramente.
2. No sale aire por las salidas de ventilación
Si no sale aire (ni frío ni caliente), el fallo está en otro sitio: probablemente el ventilador interior ha dicho basta, o hay un fallo eléctrico en el control del climatizador. Otra vez, fusibles y relés están en la lista de sospechosos. Y sí, en coches veteranos, el mando del ventilador puede estar dañado, o alguno de los componentes o actuadores.
En el mejor de los casos la reparación sólo conllevará sustituir el mando averiado directamente en la consola central. En el peor, puede requerir desmontar parte del salpicadero para llegar hasta la pieza dañada.

3. El climatizador no hace caso a los mandos
Tú le dices 20 grados, pero el coche hace lo que quiere. O, de repente, el ventilador se pone a máxima velocidad, o fluctúa de manera errática. Suena familiar. Suele deberse a un fallo en el módulo de control, en el sensor de temperatura interior o directamente en el mando de regulación (especialmente si es un climatizador digital). En coches con climatizador automático es más habitual de lo que imaginas.
4. Huele mal al encender el aire
Este es un clásico. El olor a humedad o moho al poner el aire suele deberse a:
- Filtro del habitáculo saturado
- Moho en el evaporador
- Bacterias o suciedad acumuladas en los conductos
La solución pasa por cambiar el filtro, limpiar el sistema con productos específicos y, si quieres ir a fondo, hacer una limpieza con ozono en taller. En los coches con más antigüedad, sobre todo si duermen al sol, a veces hay restos de materiales deshechos (plásticos, aislamientos o recubrimientos) que generan un polvo fino que se ve a simple vista cuando el ventilador funciona. En estos casos es conveniente desmontar y limpiar todo el circuito de aireación para evitar respirar sustancias tóxicas.
5. Sale poco aire, incluso con el ventilador al máximo
¿Subes la velocidad del ventilador y apenas sale aire? Casi seguro que tienes el filtro del habitáculo taponado. Es barato, fácil de cambiar y mejora mucho tanto el caudal de aire como su calidad. También ayuda a evitar malos olores. Hay coches en los que sustituirlos es cuestión de dos minutos porque se accede fácilmente desde el capó. En otros, a veces requiere desmontar la guantera o parte del túnel central para llegar al filtro.

Otras averías menos comunes (pero posibles)
- Sensor de presión del gas defectuoso
- Condensador dañado o sucio
- Cableado viejo o relés en mal estado
- Problemas en el sistema de mezcla de aire caliente y frío
En todos estos casos, lo ideal es pasar por taller para un diagnóstico claro, ya que los síntomas pueden ser menos claros y fáciles de determinar.
¿Merece la pena reparar el aire acondicionado?
Sin duda. No se trata solo de confort: el aire acondicionado también es una cuestión de seguridad. Con el coche fresco, mantienes la concentración, reduces la fatiga y evitas somnolencia. Y si viajas con niños o mayores, es aún más importante.
Además, un sistema en mal estado no solo falla: puede romperse del todo si lo forzamos a seguir funcionando, ya que el compresor necesita que el circuito esté limpio para trabajar con poco esfuerzo y disponer de carga de refrigerante para tener buena lubricación.

¿Cómo evitar averías en el sistema de aire acondicionado?
- Úsalo todo el año, también en invierno: así evitas que se resequen los conductos. Al compresor puede funcionar a cualquier temperatura seleccionada y evitarás siempre que se empañen los cristales en invierno. No es sólo para enfriar en verano.
- Cambia el filtro del habitáculo cada 15.000-20.000 km.
- Revisa fugas de gas una vez al año, sobre todo antes del verano.
- No caigas en ofertas sospechosamente baratas: el gas refrigerante cuesta, y si te cobran poco… te echan poco.
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