Conducimos el último compacto de Kia: un salto de calidad para competir con los eléctricos premium y decir adiós a ser un “coche barato”
26 de septiembre de 2025 de Álvaro Ortega
Disfruta el cambio de coche
El nuevo coche de la firma coreana sorprende por calidad, autonomía y confort. Un compacto eléctrico diseñado y fabricado en Europa que se enfrenta de tú a tú a los premium.
El Kia EV4 llega con la misión de convertirse en el compacto eléctrico de referencia en Europa. Y no es casualidad: no solo ha sido diseñado específicamente para nuestro mercado, sino que además se fabrica en Eslovaquia. Esto lo distingue de la versión berlina de cuatro puertas, con carrocería tipo fastback, más orientada a otros mercados y producida en Corea del Sur.
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En carretera, el EV4 transmite calidad desde el primer kilómetro. Con un motor de 204 CV y tracción delantera, ofrece una respuesta lineal y suficiente para cualquier situación cotidiana, desde la ciudad hasta adelantamientos en carretera. No está planteado como un deportivo, pero su comportamiento sorprende: aunque hay bastante balanceo, este es contenido y “sano”, y el coche mantiene siempre un carácter neutro, estable y predecible, incluso cuando se sobrepasa el límite de agarre. La sensación es de que pisa la carretera con una solidez desconocida hasta ahora en la marca, logrando una calidad de rodadura excepcional.
El confort es uno de sus puntos fuertes. El aislamiento acústico es sobresaliente y la suspensión filtra con suavidad cualquier irregularidad. Todo ello convierte al EV4 en un coche perfecto para largos viajes, donde se agradece la facilidad con la que devora kilómetros.
Eso sí, quien busque diversión al volante puede sentirse decepcionado: además del excesivo balanceo, la dirección resulta algo artificial y el tacto de freno es esponjoso. El EV4 no está hecho para conducir con intensidad, sino para viajar cómodo y sin sobresaltos.
En cuanto a eficiencia, el EV4 no solo promete, sino que cumple. Las autonomías oficiales se sitúan en 440 km para la versión Standard Range de 58,3 kWh y en 625 km para la Long Range de 81,4 kWh. Y en la práctica, durante nuestra prueba, en un recorrido principalmente por carretera y a ritmos rápidos, logramos un consumo real medio de 17,8 kWh/100 km. Esto equivale a más de 450 kilómetros reales viajando.
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En carga rápida, admite potencias de hasta 135 kW en corriente continua, lo que permite recuperar del 10 al 80% en unos 30 minutos. No llega a los niveles de los modelos con arquitectura de 800V, pero es suficiente para viajar con solvencia.
El interior mantiene el nivel con un diseño moderno y funcional. La doble pantalla de 12,3 pulgadas más una tercera para el climatizador se combinan con mandos físicos para las funciones básicas, lo que facilita el uso sin distracciones. El sistema multimedia incorpora un asistente con inteligencia artificial y, cuando el coche está parado, permite ver contenido en YouTube, Disney+ o Netflix.
Los materiales no son lujosos, con abundancia de plásticos, pero están bien presentados y transmiten robustez. El espacio es muy generoso, especialmente en la segunda fila, y el maletero de 435 litros supera con holgura al de muchos rivales directos. En la versión Fastback crece hasta 490 litros, aunque con peor accesibilidad y menor altura en las plazas traseras.
El equipamiento es otro punto fuerte. Desde la versión Air incluye climatizador bizona, control de crucero adaptativo o cámara trasera, lo que significa que no hace falta ir a los acabados altos para tener un coche completo.
Los GT-Line suman extras de confort, tecnología y un diseño específico, aunque también elevan el precio hasta superar los 50.000 euros en las versiones más equipadas. Este es uno de sus puntos débiles: no es el más barato de su categoría, y en los acabados altos se enfrenta a rivales de mayor empaque.
Frente a compactos como el Volkswagen ID.3, el CUPRA Born o el Renault Mégane, el Kia se impone en autonomía y espacio, aunque no en dinamismo ni en calidad de acabados. En comparación con berlinas como el Tesla Model 3 o el BYD Seal, la variante Fastback ofrece un enfoque intermedio, pero ahí se topará también con precios muy competitivos de marcas emergentes como MG con su IM5. Y si hablamos de SUV eléctricos compactos, el Skoda Elroq ofrece un planteamiento distintos pero igualmente válido.
El Kia EV4 no busca ser el más emocionante ni el más barato, pero sí es uno de los más sólidos y coherentes de su segmento. Con una autonomía sobresaliente, un chasis refinado y un confort de marcha de primer nivel, se convierte en una de las compras más recomendables para quienes buscan un compacto eléctrico familiar, práctico y seguro.
De cara al próximo año, la gama se ampliará con una versión de tracción total AWD Dual, con una puesta a punto más deportiva, y posteriormente con un EV4 GT de hasta 400 CV.
Galería
Te dejamos además una selección de fotos para que veas el coche desde todos sus ángulos.
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