Precio y opinión del Mercedes CLA

El Mercedes-Benz CLA híbrido se sitúa como la opción más equilibrada de la gama para quien quiere el diseño llamativo y el despliegue tecnológico del nuevo CLA sin depender de enchufes ni de la infraestructura de carga. Frente al eléctrico pierde el argumento de la autonomía espectacular, pero a cambio gana en versatilidad real y facilidad de uso, algo que muchos usuarios valorarán más en su día a día.

Aunque todavía no hemos podido probar esta versión híbrida en profundidad, sí hemos conducido el CLA eléctrico, y todo apunta a que el comportamiento será muy similar en cuanto a confort, aislamiento y calidad de rodadura. Si se mantiene ese mismo enfoque —algo razonable teniendo en cuenta la plataforma y el planteamiento del modelo—, el CLA híbrido debería ser un coche agradable, silencioso y muy fácil de llevar, más pensado para viajar relajado que para una conducción deportiva.

En uso urbano, su sistema híbrido marca la diferencia: puede circular en modo eléctrico durante bastante tiempo, lo que se traduce en consumos bajos y una sensación de coche “casi eléctrico” en el día a día. A eso se suma un equipamiento tecnológico muy avanzado y uno de los sistemas multimedia más completos del segmento.

No todo es perfecto. Sigue arrastrando algunas carencias vistas en el eléctrico, como una calidad percibida mejorable en ciertos detalles interiores, impropia de un Mercedes de este precio, y una segunda fila correcta pero sin destacar, que no aprovecha del todo el crecimiento exterior del modelo.

Frente a rivales como el Audi A3 Sedán y el BMW Serie 2 Gran Coupé, el CLA se posiciona como el más emocional y tecnológico. Es menos racional que el Audi y menos dinámico que el BMW, pero ofrece un interior más impactante, una experiencia digital claramente superior y una gama mecánica más avanzada, con versiones híbridas muy eficientes y una alternativa eléctrica pura.

En conjunto, el CLA híbrido es una opción muy recomendable para quien busca un coche con imagen, tecnología y eficiencia, y prefiere evitar las complicaciones del eléctrico sin renunciar a una experiencia moderna y premium. No es el más práctico ni el más barato, pero sí uno de los más atractivos de su categoría.

La tercera generación del Mercedes-Benz CLA supone un salto importante en planteamiento, tecnología y eficiencia. Se trata de una berlina compacta de cuatro puertas con silueta de coupé que mide 4,72 metros de longitud, una cifra que lo sitúa en la parte alta del segmento y lo enfrenta directamente a modelos como el Audi A3 Sedán y el BMW Serie 2 Gran Coupé.

El nuevo CLA se apoya en la plataforma MMA (Mercedes Modular Architecture), una base técnica desarrollada para ofrecer distintos sistemas de propulsión. Gracias a ella, el modelo está disponible tanto en versiones eléctricas —que ya analizamos en profundidad en la review del Mercedes-Benz CLA eléctrico— como en versiones híbridas, lo que permite a Mercedes adaptarse a diferentes mercados y perfiles de cliente sin renunciar a diseño, aerodinámica ni tecnología.

A nivel de diseño, el CLA híbrido es prácticamente idéntico al eléctrico. La diferencia más clara está en el frontal, donde el híbrido mantiene la parrilla clásica con estrella central y patrón cromado, frente a la parrilla cerrada del eléctrico. El conjunto se completa con faros Led Multibeam con firma luminosa en forma de estrella, una línea de cintura baja, pasos de rueda musculosos y un capó largo que refuerza su imagen deportiva.

El interior apuesta claramente por la digitalización y la personalización. El diseño es moderno y muy visual, con un ambiente dominado por las pantallas, la iluminación ambiental y múltiples combinaciones de materiales y acabados. La sensación general es tecnológica y llamativa, aunque algunos ajustes y plásticos no están al nivel esperado por precio, un aspecto que ya hemos visto en otros Mercedes recientes.

En materia de asistentes a la conducción, el CLA incluye de serie los sistemas obligatorios actuales, como frenada automática de emergencia, asistente de mantenimiento de carril y reconocimiento de señales. Opcionalmente puede equipar un paquete avanzado con control de crucero adaptativo Distronic, asistente de centrado de carril, asistente de cambio de carril, monitor de ángulo muerto activo y asistente en atascos. Una de sus bazas es que muchos de estos sistemas pueden mejorar con el tiempo mediante actualizaciones de software.

La gama del Mercedes-Benz CLA se articula en tres acabados principales, aunque muchas funciones tecnológicas dependen más de paquetes opcionales que del acabado en sí. El acabado Progressive es el de acceso y apuesta por una estética elegante, con llantas de 17 pulgadas, tapicería símil cuero/tela, asientos de confort y un interior sobrio pero bien presentado. El AMG Line añade un enfoque más deportivo, con llantas AMG de 18 pulgadas, kit estético específico, asientos y volante deportivos, además de una ambientación interior más llamativa. Por encima se sitúa el AMG Line Plus, que refuerza la imagen deportiva con llantas AMG de 19 pulgadas, paquete Night, detalles exclusivos tanto en el exterior como en el interior y un mayor nivel de personalización.

La gama híbrida del Mercedes-Benz CLA está formada por dos versiones, ambas con un sistema mild hybrid de 48 V, cambio automático de doble embrague 8F-eDCT de 8 velocidades y un planteamiento claramente orientado a la eficiencia sin renunciar a buenas prestaciones.

Mercedes-Benz CLA 180

Es la versión de acceso y declara una potencia total combinada de 156 CV. El sistema está formado por un motor gasolina 1.5 turbo de cuatro cilindros (136 CV) y un motor eléctrico integrado en la transmisión (30 CV). Homologa un consumo combinado de 4,9 l/100 km, acelera de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y alcanza 218 km/h.

Mercedes-Benz CLA 220

Es la opción más potente, con 211 CV de potencia total combinada. Mantiene el esquema técnico, pero ahora con el motor térmico 1.5 turbo de 190 CV, acompañado del motor eléctrico de 30 CV. Homologa 5,0 l/100 km, hace el 0-100 km/h en 7,2 segundos y alcanza 240 km/h.

En ambos casos, el sistema permite circular en modo completamente eléctrico siempre que la demanda de potencia sea inferior a 22 kW, incluso a velocidades de hasta 100 km/h, y puede recuperar hasta 25 kW de energía en fases de deceleración. En el uso diario, esto se traduce en un funcionamiento muy suave y consumos especialmente bajos en ciudad.