Precio y opinión del Mercedes Clase E

El Mercedes-Benz Clase E de sexta generación pertenece a la denominada serie W214. La versión básica parte de los 204 caballos. Respecto a la anterior generación, mantiene como virtudes la habitabilidad, la calidad de rodadura y la sensación de seguridad, pero innova en el diseño del salpicadero y en la ergonomía, donde a mi juicio hay detalles que dan un paso atrás por el abuso de superficies táctiles. Además de la variante berlina, existen variantes Estate y All-Terrain. El "equivalente" en coupé es el Mercedes CLE, que ha salido simultáneamente y sustituye a dos modelos que se solapaban hasta cierto punto, el Clase C Coupé y el Clase E Coupçe.

Por sus dimensiones compite principalmente con los habituales contendientes alemanes, el Audi A6, el BMW Serie 5, y los también europeos Jaguar XF y Volvo S90, aunque en general se sitúa en un rango de precio superior, que es lo que acostumbra a hacer Mercedes. A cambio, ofrece algunas características distintivas en términos de exclusividad, como la de ofrecer la única berlina híbrida enchufable con una autonomía eléctrica de alrededor de 100 km.

La suspensión, dirección y aerodinámica están diseñadas para optimizar el rendimiento y la comodidad, con opciones disponibles como la suspensión neumática y la dirección en el eje trasero.

El interior incorpora tecnología de otros Mercedes lanzados recientemente, con pantallas para la instrumentación y el sistema multimedia, además de la opción de una tercera pantalla para el pasajero.

La gama de motores incluye opciones de combustión con hibridación ligera, que empieza con un motor de gasolina de 204 caballos y dos diésel de 197 y 367 caballos. Hay otras dos versiones híbridas enchufables de 313 caballos, una diésel y otra gasolina. Los híbridos enchufables cuentan con una autonomía eléctrica WLTP de hasta 118 kilómetros y ofrecen modos de conducción especializados. Más adelante, Mercedes lanzará las variantes deportivas AMG, que aumentarán la potencia y las prestaciones del Clase E (a la par que el precio).

Suelo decir que hay un escalón, un peldaño notable entre cómo va un Mercedes y “un buen Mercedes”, y que ese salto en cualidades se nota especialmente a partir del Clase E. Un Clase A es un buen turismo, pero su capacidad para sobresalir del resto de competidores en tamaño es menor que la que habitualmente distingue a un Clase E del resto de turismos de lujo.

Y esto lo digo porque el Clase E suele ser un coche con una capacidad superlativa de hacer muy bien todo aquello que un turismo de lujo debería hacer muy bien: correr mucho y correr bien. Mucho, porque suele tener motores potentes, y bien, porque tiene que hacerle la vida especialmente fácil a los pasajeros gracias a como filtra el ruido, las vibraciones y al confort de marcha que entrega.

Toda esta introducción me sirve para poner en contexto lo que suele ser un Clase E pero que ya no es en todos los aspectos. El nuevo Clase E me ha parecido un buen coche, pero no un coche excepcional. O no un Mercedes excepcional. Brilla en consumo, que es bajísimo para lo mucho que corre, brilla en estabilidad, pero pierde cualidades en confort acústico. En una berlina así no debería haber apenas diferencia acústica entre ir a 120 y a 180. Y en el Clase E la hay, con un ruido aerodinámico a alta velocidad impropio de un coche de su nivel. El aislamiento no es malo, pero no es ni mucho menos excelso, como solía ser.

La suspensión del Clase E que he probado era la que Mercedes equipa con el nivel AMG Line, con amortiguadores pasivos (es decir, sin regulación de dureza, que es opcional, igual que los muelles neumáticos que permiten variar la altura de la carrocería). Aunque tenga la denominación AMG, no es deportiva, en absoluto. Tiene un ajuste blando que proporciona un rodar sedoso, armónico y calmo. Mantiene en todo momento la estabilidad del coche perfectamente bajo control y da una confianza absoluta, pero no se trata de una suspensión que haga del Clase E un coche para disfrutar de las curvas en conducción deportiva. Para eso le falta firmeza e inmediatez de reacciones, cosa para la que, por el momento, no sé si hay opción. En contraposición, el CLE me ha parecido un coche mucho más preciso. Deportivo. La suspensión no permite los movimientos amplios de la carrocería que deja en el Clase E, y lo hace sin perjudicar el confort, que es muy bueno, y con una respuesta a las acciones del conductor sobre el volante precisas, directas, certeras.

Consumo y emisiones

La versión que he conducido es la híbrida enchufable de gasolina, el E 300e. Si bien no son coches que me suelan gustar por el lastre que arrastran en peso una vez consumen la batería, la forma de gestionar la energía de cada marca y modelo puede marcar una diferencia clara entre hacer un PHEV un coche bueno o catastrófico, y el Clase E es de los mejores en este aspecto. Gasta poco tanto en modo eléctrico, ya que es fácil aproximarse a la autonomía homologada moviéndose a velocidades normales, sin entorpecer el tráfico. Y es posible circular en carretera a buen ritmo sin ver gastos de combustible altos. No he circulado con la batería descargada, así que me quedo con esa duda e invito a quien lea esta prueba y quiera comprar el coche a que sea cauteloso si tiene que hacer frecuentemente trayectos muy largos. Probablemente su mejor opción siga siendo alguna variante diésel. Por experiencia.

Ayudas a la conducción

Los asistentes a la conducción incluidos en el paquete opcional Asistencia a la conducción Plus son:

• Active Steering Assist, sistema de centrado en el carril que puede operar incluso sin marcas viales visibles.
• Función de aproximación a intersecciones, para evitar colisiones en cruces.
• Asistente activo para cambio de carril y control activo del ángulo muerto.
• Asistente de salida segura del vehículo.
• Pre-Safe Plus y Pre-Safe Impulso Lateral, que preparan el vehículo y a sus ocupantes para una colisión lateral inminente.
• Mejoras en los dispositivos de asistencia al aparcamiento, incluyendo un sistema de aparcamiento automático más rápido, Remote Park Assist para maniobrar el vehículo desde el móvil, y asistente de aparcamiento con memoria para reproducir maniobras almacenadas.

La opinión del coche es que se trata de un buen producto, en general. Es una berlina costosa, pero quien decide pagar ese precio sabe que no hay alternativas en el mercado que puedan tener tantos accesorios relacionados con asistir al conductor o con brindarle comodidad a los pasajeros o atenciones, a excepción del BMW Serie 5. Este último es, quizás, un coche que se siente algo mejor fabricado, pero estéticamente más arriesgado y alejado del estilo clásico de Mercedes. Audi, Jaguar y Volvo no están actualmente al nivel de sofisticación del Clase E porque sus modelos acusan ya el paso de los años.

La sensación general que tengo tras probar el Clase E es que antes era "un poco mejor coche" a costa de no ser el más tecnológico y a la moda en cuanto a pantallas y decoración sofisticada en el interior. Antes se sentía un poco más sólido, mejor fabricado, y también garantizaba aún más silencio de rodadura cuando al conductor le pesaba el pie del acelerador. Ahora es bueno, antes era excepcional.