Disfruta el cambio de coche
Conoce nuestras primeras impresiones tras probar el nuevo Audi Q3, que llega en carrocería normal y Sportback con versiones diésel, gasolina e híbridas enchufables.
La nueva generación del Audi Q3 cumple con lo que esperas de un Audi, aunque lo tiene difícil con sus propios contendientes dentro de la familia Volkswagen si lo que quieres es obtener el mejor coche en relación a lo que pagas. Y no lo digo porque el Q3 no sea bueno, sino porque el Volkswagen Tiguan también lo es, y vale menos dinero.
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Audi ha renovado el Q3 optando por una oferta de motores pequeña en su lanzamiento: dos versiones de 150 caballos que cuestan lo mismo, una diésel con etiqueta C y otra gasolina microhíbrida con etiqueta ECO; una versión de gasolina de 204 CV, también con etiqueta C y una variante PHEV de 272 caballos con 119 km de autonomía eléctrica homologada. No he probado la variante de 204 caballos, pero las otras tres sí.

Gasta poco, corre lo suficiente y da mucha confianza
La versión que más me ha gustado es la de motor diésel, quizás porque no estaba equipada con la suspensión deportiva del paquete S-Line, que llevaba el de gasolina y que es más firme y hace que los baches se sientan un poco más. No es una diferencia muy grande, pero si no tienes especial interés por ir rápido, te aconsejo la de suspensión de serie. Las dos versiones básicas mueven bien al Q3 pero me ha dado la sensación de que el motor TDI, que tan bien se ha vendido durante años en el Q3, lo movía con más soltura y una forma de empujar más honesta y “llena”. Al final la diferencia está en matices, porque realmente ambos motores cumplen bien su cometido y, sobre todo, son bastante eficientes y gastan poco combustible aunque te pese el pie.
El diésel será el que menos se venderá. Dice Audi que un 40% de los pedidos que está recibiendo del nuevo Q3 son de la versión híbrida enchufable, que cuesta unos 10.000 euros más que el Q3 básico. Esto se debe a que los PHEV convencen cada día a más compradores para beneficiarse de su principal ventaja en el día a día: cargar en casa y hacer sus trayectos frecuentes aprovechando el bajo precio por kilómetro que permite tener una recarga doméstica. Con la autonomía real de este Q3 superando los 90 o 100 km sin mucho esfuerzo es fácil entender que ya cumpla con las necesidades de mucha gente.
Audi es garantía de tranquilidad al volante. Y esto es particularmente valioso cuando vengo de conducir algunos coches que han llegado al mercado español en los últimos meses y proceden de China, cuya mayor virtud es un precio bajo, una suspensión confortable y mucho equipamiento. Parece fácil competir así con las marcas europeas, pero donde un Audi sale a relucir es en las situaciones en las que la estabilidad se pone a prueba. Como una carretera en muy mal estado, por donde conduje el Q3 sin la más mínima sensación de inseguridad.

Con el Q3 Sportback sacrificas amplitud por estética
Si eliges un Audi Q3 Sportback es porque te gusta más su estética de estilo “coupé”, con la parte trasera de la carrocería más estilizada. Ten en cuenta que esta concesión te supondrá sacrificar altura en las plazas traseras, y no un poco sino lo suficiente para que una persona de estatura generosa toque en el techo con la cabeza mientras que en el Q3 normal no lo hace. Y hasta aquí las diferencias entre ambos. Ni siquiera el maletero es distinto entre las dos carrocerías, con 488 litros de capacidad en ambos modelos si es una versión diésel o gasolina y con 375 litros si es un PHEV.
El Audi Q3 tiene un habitáculo que no recuerda tanto como otros modelos recientes de Audi a lo que solía ser un “verdadero Audi”. Hay cada vez más plástico negro piano que refuerza esa sensación de que algo intenta ser más lujoso de lo que realmente es. No hay nada que chirríe, pero tampoco es un interior que te deje un excelente sabor de boca, sobre todo si lo comparas con lo que hace tan solo unos años suponía entrar en un Audi: ergonomía exquisita, buenos materiales y ajustes por todas partes y una sensación general de coche caro y serio.
Las dos pantallas frente al conductor tienen un tamaño más pequeño que en otros modelos, y el sistema multimedia, que estrena interfaz, no resulta engorroso pero ha dado algún que otro síntoma de no funcionar muy fino durante la jornada de pruebas, porque las rutas del navegador, de repente, se borraban. Aparte de esto, la habitual buena visibilidad de los datos y los menús, un funcionamiento fluido y muy buen sistema de sonido opcional, firmado por SONOS.

En la pantalla de la instrumentación puedes ver tanto el navegador incorporado como uno de los habituales que se usan como app móvil, ya sea Waze o Google Maps, lo cual se agradece mucho porque es muy común moverse con ese tipo de aplicaciones dada su extrema familiaridad. Tras el volante, que tiene botones hápticos en una época en la que otras marcas los están abandonando, hay un nuevo mando de selección de marchas, luces y limpiaparabrisas. Se supone que ha sido diseñado para simplificar su uso, pero no termina de darme esa sensación. Su tacto no me ha gustado, especialmente al activar los intermitentes, porque cuando lo hacías habitualmente en un Audi notabas que el intermitente actuaba con suma precisión y delicadeza. Ahora hace un “clac” perfectamente audible, seco y que da la sensación de barato. Lo esperarías de un Dacia, pero no de un Audi. Sin embargo su funcionamiento no está mal, te acostumbras rápido (más que a los intermitentes en el volante, como los Tesla).
Galería de fotos del Audi Q3 2026
A continuación tienes una galería de imágenes del nuevo Audi Q3.
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