Precio y opinión del Mercedes Clase C

El Mercedes Clase C es uno de esos coches que deja claro, nada más sentarte dentro, a qué juega Mercedes hoy en día: impactar primero por la tecnología y el diseño, y después convencer por refinamiento y eficiencia. En ese orden. Y en gran medida lo consigue.

Visualmente es una berlina que ha dado un salto importante respecto a su antecesor. Se inspira mucho en el Clase E y, sobre todo, en el Clase S, con una silueta más limpia y elegante. Es un coche que aparenta más categoría de la que realmente ocupa por tamaño, algo que para muchos compradores será justo lo que buscan.

Donde el Clase C marca diferencias claras es en el interior. El planteamiento es muy ambicioso: pantallas grandes, diseño vertical tipo “tablet”, iluminación ambiental por todas partes y una atmósfera muy llamativa. El sistema MBUX no solo entra por los ojos, sino que funciona de verdad bien. Es rápido, intuitivo cuando te acostumbras y el control por voz es de los mejores del mercado. Aquí Mercedes está claramente por delante de BMW y Audi.

Ahora bien, no todo es brillo. A poco que prestes atención, aparecen plásticos negros brillantes, superficies que no transmiten la misma solidez que antes y algún que otro crujido que chirría —y nunca mejor dicho— en un coche de este precio. El Clase C ya no es la referencia absoluta en calidad percibida que fue hace años. Sigue siendo bueno, pero ya no humilla a sus rivales.

En marcha, el Clase C apuesta claramente por el confort. La suspensión filtra muy bien, el aislamiento acústico es alto y los motores, especialmente los diésel, destacan por suavidad y empuje desde bajas vueltas. Es un coche ideal para viajar mucho y cansarte poco. Eso sí, si buscas sensaciones al volante, el BMW Serie 3 sigue siendo el rey. El Mercedes es eficaz, estable y seguro, pero no especialmente divertido.

La gama mecánica está bien planteada. Todos los motores cuentan con microhibridación y etiqueta ECO, y los híbridos enchufables juegan en otra liga en cuanto a eficiencia: hasta 116 km de autonomía eléctrica, una cifra sobresaliente que lo convierte en una opción muy interesante para quien pueda cargarlo a menudo y quiera etiqueta CERO.

¿El problema? Que el precio escala rápido y que, pese a medir 4,75 metros, no es especialmente amplio por dentro, ni destaca por maletero. Como coche familiar puro, un SUV sigue siendo más práctico.

El Mercedes Clase C es una berlina premium muy completa, tecnológicamente brillante y extremadamente confortable, pensada para quien valora más el ambiente, la imagen y la eficiencia que el espacio o el placer de conducción.

El Mercedes-Benz Clase C es una berlina premium del segmento D que mide 4,75 metros de longitud y está disponible con carrocería berlina y Estate. En esta generación da un salto claro en digitalización, electrificación y confort, acercándose más que nunca a modelos superiores como el Clase E e incluso el Clase S. También existe una variante Clase C All Terrain más orientada al uso off-road.

La gama mecánica está compuesta exclusivamente por motores de cuatro cilindros gasolina y diésel con microhibridación y etiqueta ECO, además de versiones híbridas enchufables con etiqueta CERO que alcanzan hasta 100 kilómetros de autonomía eléctrica, una cifra líder en su categoría. Todas las versiones montan de serie el cambio automático 9G-TRONIC, con tracción trasera o total 4MATIC según motor y acabado. Es la primera berlina “clásica” de Mercedes completamente electrificada, ya que todas las versiones cuentan con algún tipo de asistencia eléctrica.

El interior es uno de los grandes argumentos del Clase C. Toma como referencia directa al Clase S, con un salpicadero orientado hacia el conductor, instrumentación digital flotante y una gran pantalla central vertical. El sistema MBUX de segunda generación es de serie en toda la gama y permite personalizar estilos de visualización, manejar funciones por voz con el asistente “Hey Mercedes”, recibir actualizaciones OTA y acceder a servicios conectados como streaming de música, navegación con realidad aumentada o control de dispositivos del hogar mediante Smart Home, si se contratan los servicios correspondientes.

La gama de acabados del Mercedes Clase C se estructura en torno a dos líneas principales: Avantgarde y AMG Line. El Avantgarde apuesta por una imagen más elegante y clásica, con detalles cromados y un planteamiento orientado al confort. El AMG Line añade una estética más deportiva con paragolpes específicos, parrilla de efecto diamante, llantas de mayor tamaño, suspensión rebajada y un interior con asientos y volante de diseño AMG. En ambos casos es posible completar el equipamiento mediante paquetes opcionales que añaden elementos como cámara 360°, Head-up Display, faros Digital Light o sistemas avanzados de asistencia a la conducción. A nivel de equipamiento funcional, las diferencias entre ambos son menores de lo que sugiere la estética

En materia de asistentes de conducción, el Clase C ofrece de serie frenada automática de emergencia, control de ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, detector de fatiga, control de crucero, cámara trasera y faros LED High Performance. De forma opcional puede equipar el paquete de asistencia a la conducción Plus, que añade funciones avanzadas como el asistente activo de distancia Distronic, asistente activo de dirección, reconocimiento ampliado de señales y funciones predictivas basadas en navegación. También están disponibles elementos poco habituales en el segmento, como la dirección del eje trasero que reduce el diámetro de giro.

Por posicionamiento, el Mercedes Clase C es una berlina claramente enfocada al confort, la eficiencia y la experiencia digital, pensada para quienes buscan un coche refinado y tecnológicamente muy avanzado, aunque más cómodo y tecnológico que pasional al volante frente a rivales como el BMW Serie 3 o el Alfa Romeo Giulia.

La gama de motores del Mercedes Clase C está compuesta exclusivamente por propulsores de cuatro cilindros, todos ellos electrificados. Las versiones de gasolina y diésel incorporan microhibridación de 48 voltios con alternador-arrancador integrado (ISG), lo que les permite contar con etiqueta ECO, mejorar la suavidad de funcionamiento y reducir consumos −la función de “planeo” permite el desplazamiento del vehículo con el motor apagado−. A esto se suman las variantes híbridas enchufables, con etiqueta CERO y una autonomía eléctrica líder en el segmento.

Todas las versiones montan de serie el cambio automático 9G-TRONIC y pueden ser de tracción trasera o total 4MATIC según motor y configuración.

Motores gasolina (ECO)

La oferta de gasolina arranca con el C 180, que desarrolla 170 CV y ofrece un funcionamiento suave y suficiente para un uso tranquilo, con un consumo combinado en torno a 6,5–6,2 l/100 km. Por encima se sitúa el C 200, con 204 CV, más equilibrado en prestaciones y consumo (6,6–6,2 l/100 km) y probablemente el más recomendable de la gama gasolina. El C 300, ya con 258 CV, es claramente el más prestacional, con mejores recuperaciones y un consumo combinado de 7,0–6,6 l/100 km; puede equipar tracción total 4MATIC.

Todos los gasolina incorporan un pequeño apoyo eléctrico de hasta 20 CV y 200 Nm, que actúa en aceleraciones y maniobras a baja velocidad, mejorando la respuesta y reduciendo la sensación de turbo lag.

La versión básica de gasolina, C 180, tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y una velocidad punta de 231 km/h, mucho más lento que un BMW 320i (7,1 s y 240 km/h). El modelo más potente, C 300, acelera en 6 segundos de 0 a 100 km/h y llega a 250 km/h, por lo que tarda 2 décimas más que el BMW 330i (5,8 s y 250 km/h). 

Motores diésel (ECO)

En diésel, el Clase C destaca especialmente por eficiencia y empuje. El C 220 d entrega 200 CV y 440 Nm, con un consumo combinado muy ajustado de 5,6–4,9 l/100 km, lo que lo convierte en una de las mejores opciones para quien hace muchos kilómetros. Por encima está el C 300 d, con 265 CV y 550 Nm, claramente más rápido y solvente, pero todavía razonable en consumo (5,6–5,0 l/100 km). Ambos pueden asociarse a tracción total 4MATIC.

Estos motores destacan por su suavidad, bajo nivel sonoro y gran capacidad de recuperación, especialmente en carretera y autopista.

En cuanto a las prestaciones, el C 200 d acelera en 7,7 segundos y llega hasta los 230 km/h, considerablemente más veloz que el Audi A4 35 TDI (8,2 s y 210 km/h) y el Alfa Romeo Giulia 2.2 JTD (8,2 s y 220 km/h), que tienen la misma potencia.

Mercedes-Benz Clase C Híbrido enchufable (PHEV)

Las versiones C 300 e (gasolina) y C 300 de (diésel) combinan un motor térmico de 204 CV con un propulsor eléctrico de 129 CV y una batería de 25,4 kWh, alcanzando una potencia conjunta de 313 CV. Ofrecen hasta 100 kilómetros de autonomía eléctrica, una cifra sobresaliente que permite cubrir la mayoría de desplazamientos diarios sin consumir combustible.

Admiten carga rápida en corriente continua de hasta 55 kW, lo que permite recargar la batería en aproximadamente 30 minutos, además de carga en corriente alterna a 11 kW. Son especialmente interesantes para usuarios con punto de carga habitual y para flotas o conductores que busquen minimizar costes de uso y beneficiarse de la etiqueta CERO.