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Comparativa PHEV: Mercedes-Benz GLA 250 e frente a BMW X2 xDrive25e

17 de febrero de 2023 de

Hemos conducido en todo tipo de circunstancias de uso cotidiano estos dos SUV híbridos enchufables, equiparables en precio, tamaño y potencia. Son SUV medianos, de aproximadamente metro y medio de longitud, con unos 220 caballos y cierto toque lujoso, propio de ambas marcas. Pese a que en todas estas características son muy parecidos, la realidad es que tienen enfoques diferenciados y cada uno nos parece recomendable para un tipo de conductor, pues hay características notables que los distinguen mucho.

Precio

Los dos modelos tienen precios en el entorno de los 50.000 euros ya que se posicionan en el mismo escalafón, el de los SUV medianos, si bien el GLA es significativamente más caro, como suele ser habitual entre modelos equivalentes de ambas marcas. El Mercedes GLA 250 e tiene un precio de partida en carwow de 53.140 euros gracias a un descuento medio de 2432 euros en nuestro configurador de ofertas. El BMW X2 xDrive25e parte de 47.005 euros, gracias también a que el descuento medio que los concesionarios aplican es de 4732 euros. Ambos resultados los puedes obtener si solicitas una oferta de alguno de estos modelos a través de nuestra plataforma, ya que recibirás presupuestos cerrados y sin compromiso en tu correo electrónico.

Mercedes-Benz GLA 250 e desde 53.140 €

BMW X2 xDrive25e desde 47.005 € 

Dimensiones

El Mercedes GLA es un poco más grande que el X2 en longitud y altura, con una diferencia de siete centímetros de largo y una distancia entre ejes también mayor, con cinco centímetros extra. Estas cotas favorecen directamente al espacio para las piernas de los pasajeros de la segunda fila, donde el Mercedes aventaja claramente al BMW. En todas las restantes cotas hay una cercanía que los hace casi parejos, tanto por dentro como por fuera. En esta tabla aparecen recogidas las dimensiones de la carrocería.

Mercedes-Benz GLA 250 e BMW X2 xDrive25e
Largo 4,41 metros 4,36 metros
Ancho 1,83 metros 1,82 metros
Alto 1,61 metros 1,51 metros
Dist. entre ejes 2,73 metros 2,67 metros
Peso 1.775 Kg 1.805 Kg
Maletero min. 385 litros 410 litros
Maletero máx. 1.385 litros 1.290 litros

Medidas interiores y habitabilidad

Las plazas delanteras tienen un espacio prácticamente idéntico, si bien los asientos del Mercedes GLA nos parecen notablemente más cómodos que los del BMW X2 por dos cualidades fundamentales, la dureza, ya que tienen un mullido mucho más acogedor con el cuerpo (sin resultar blandos), y la forma de la banqueta, ya que el peso queda mucho mejor repartido en los muslos. En el BMW X2 que probamos, que contaba con los asientos con regulación longitudinal de la banqueta (al igual que el GLA), en ningún momento conseguimos encontrarnos cómodos al sentarnos, ya que todo el peso quedaba apoyado en la zona de los glúteos, lo que nos acababa generando cansancio extra en los viajes.

Hay el mismo espacio a nivel de hombros delante y detrás en ambos coches, y prácticamente la misma altura libre hasta el techo en ambas filas. El Mercedes es mejor para acoger a cuatro adultos porque atrás tienen más espacio para las piernas y, además, porque su carrocería favorece que se viaje con mayor sensación de amplitud en las plazas traseras, ya que hay más superficie acristalada. El X2 paga el tributo de su diseño y tanto el acceso como el espacio para la segunda fila son menos favorables.

Maletero

Curiosamente, pese a su menor tamaño, el BMW X2 híbrido enchufable tiene un maletero más voluminoso que el GLA híbrido enchufable, con 410 frente a 385 litros. Ambas variantes pierden capacidad de carga respecto a los GLA y X2 que no tienen hibridación porque la batería ocupa parte del espacio. Con los asientos abatidos el GLA gana exactamente 1000 litros adicionales, hasta los 1385 l, mientras que el X2 se queda en algo menos, 1290 l.

Motor y prestaciones

Aquí es donde los dos coches más se diferencian, y la ventaja es clara a la hora de decantarnos por el GLA 250 e. Ambos coches declaran una potencia máxima muy cercana, con 218 caballos en el GLA 250 e y 220 caballos en el X2 xDrive25e, aunque en el GLA la tracción es a las ruedas delanteras y en el X2 es a las cuatro ruedas, ya que la arquitectura de sus motores difiere.

Sin embargo, en los coches híbridos enchufables nos parece más importante resaltar un detalle que se convierte en crucial una vez que se descarga la batería: es preferible decantarse por aquellos modelos cuyo motor de combustión tenga más potencia. El sistema propulsor del GLA 250 e está formado por un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1,3 litros con 160 caballos, unido a un motor eléctrico de 102 caballos, ambos para mover las ruedas delanteras. En el X2 el motor de gasolina es de tres cilindros, 1,5 litros y solo 125 caballos, para mover las ruedas delanteras, mientras que el eléctrico impulsa el eje posterior con una potencia máxima de 95 caballos. Esto se convierte en un gran inconveniente el momento en que la batería del BMW se descarga y deja de tener el apoyo eléctrico ya que, en la práctica, pasamos a conducir un coche más pesado que el GLA con un motor 35 caballos menos potente. Cuando se trata de afrontar un viaje, su menor empuje es un lastre constante para ganar velocidad en las pendientes, o para mantenerla, así como para hacer adelantamientos en carreteras de doble sentido.

Por sí solo, el motor de 160 caballos del GLA es capaz de mover su carrocería con soltura, de acelerar con suficiente genio cuando es necesario adelantar o incorporarse, y de mantener ritmos de crucero elevados sin esfuerzo. Pero además del menor empuje en toda circunstancia en el X2 xDrive25e, su menor potencia no se traduce en un menor gasto de combustible, sino en prácticamente idéntico o, a veces, superior, ya que hay que llevarlo siempre más forzado para obtener suficiente empuje.

Conducción

Este es otro de los puntos fuertes del GLA. A nuestro juicio, es un SUV diseñado con más coherencia que el X2, aunque evidentemente los gustos de cada conductor cuentan mucho en la elección. Si decimos lo de la coherencia es porque el GLA tiene un ajuste general orientado hacia el confort, y todo está hecho con esa misma tónica. La suspensión es blanda, la dirección es suave y poco directa, el motor entrega la potencia con relativa suavidad y la atmósfera general al conducirlo es agradable. Es difícil esperar de quien se compre un GLA que busque sensaciones intensas al volante, porque en tal caso se equivocará de pleno. Y eso no quita que sea un SUV extremadamente seguro, porque tiene mucha estabilidad real, y que reaccione de forma suave y previsible ante las demandas del conductor.

Sin embargo, el X2 juega la baza de la deportividad sin ofrecer realmente un rendimiento deportivo. La suspensión es firme, la dirección rápida y el ajuste general del coche parece más deportivo. Pero nada en él acompaña a esta primera impresión. Es un coche con una agilidad real normalita, con unas prestaciones que se vuelven muy pobres en cuanto no hay carga en la batería (cosa que sucede rápido en cualquier trayecto medianamente largo). Lo que para algunos puede ser un signo de agilidad es, en realidad, un punto de incomodidad innecesario, porque ni el coche invita a conducirlo deprisa, ya que deja claro rápidamente que no está hecho para eso, ni se disfruta en carretera o autovía, porque los pasajeros sufren más los rebotes y las imperfecciones. En el GLA ves el bache, pero no lo sientes. En el X2, ves el bache y lo sientes.

La única gran ventaja del X2 está en su tracción integral, que puede ayudarnos en situaciones puntuales de baja adherencia. Pero para sacarle partido la primera pregunta que debemos hacernos es ¿cuántas veces al año circulamos por zonas nevadas o pistas deslizantes? Si la respuesta es que con frecuencia, entonces hay que pensar en este como la mejor opción, pero si es de manera esporádica y no nos hace falta una tracción integral con unas capacidades muy limitadas, el GLA (y si acaso unos neumáticos de tipo All Season) será más que suficiente el 99 % de las ocasiones.

Consumo y autonomía eléctrica

Con el 100 % de carga la diferencia en autonomía es menor de lo esperable, dado que la capacidad bruta de la batería del GLA 250 e es mucho mayor, con 15,6 kWh frente a los 10,0 kWh del X2 xDrive25e. El GLA tiene una autonomía eléctrica homologada de 63 kilómetros y el X2, 54 km. En la práctica, haciendo una conducción alegre por el extrarradio de Madrid (M40, a velocidades en torno a 80 o 100 km/h), hemos hecho 43 kilómetros en el GLA y 35 km en el X2 antes de comenzar a movernos con el motor de combustión y llegar al 0 % de carga en la batería.

Con la batería cargada y moviéndose en modo híbrido a ratos (ambos coches se mueven de forma eléctrica “por defecto” la mayor parte del tiempo que tienen carga), el consumo de carburante puede ser muy bajo, con cifras de entre 1,5 y 5 litros, en función de cómo de agresivos seamos con el acelerador. Sin embargo, una vez descargada la batería, como en un viaje por autovía a 120 km/h el consumo es elevado en ambos modelos, con medias que difícilmente bajan de los 8 u 8,5 l/100 km en conducción relajada, y de los 10 litros a los cien a ritmo ligero.

Equipamiento

En este apartado ambas marcas juegan políticas parecidas: todo lo indispensable va incluido en el modelo base, todo lo accesorio y propio de un coche “premium”, se añade con paquetes que se pagan aparte. Sin embargo, el BMW X2 tiene detalles de equipamiento extra incluidos de serie que no están en el GLA básico. Y la utilidad real de muchos de estos accesorios está en cuánto disfrute de ellos el que lo paga. Por ejemplo, para nosotros los asistentes a la conducción que dotan a ambos coches de nivel 2 de conducción autónoma (es decir, el control de velocidad adaptativo o el sistema de mantenimiento de carril), son innecesarios, pero el X2 cuenta ya de serie con el control de velocidad adaptativo, y en el GLA el de serie es el normal, el “pasivo” que no regula la velocidad en función del tráfico, que para nosotros funciona mucho mejor en cualquier circunstancia que no sea la de circular por un carril derecho totalmente desierto.

Para contar con asientos delanteros regulables eléctricamente, en el BMW hay que pagar 1082 euros, mientras que en el Mercedes hay que optar por el Paquete Premium Plus, que incluye también memoria para el del pasajero pero que se va a los 4072 euros. A la hora de personalizar ambos coches, la lista de opciones es extensísima y en ambos casos, costosa.

Conclusión

Si en otras comparativas no “nos mojamos” claramente por una opción, esta vez lo tenemos claro. El Mercedes GLA 250 e nos parece mejor candidato que el BMW X2 xDrive25e si buscas un SUV mediano híbrido enchufable. Es más cómodo, más amplio, tiene más autonomía y funciona de manera mucho más agradable y acorde al tipo de vehículo que es. No tiene la tracción total del BMW y pensamos que a pocos usuarios les suele hacer falta en un coche que van a destinar, seguramente, a mucho uso por ciudad. Pero a cambio tiene un compromiso entre consumo, prestaciones y comodidad que el BMW no puede alcanzar. El Mercedes es algo más caro, sí, pero vale cada euro que pagas de más por lo que ofrece.

Mercedes-Benz GLA desde 39.277 €

BMW X2  desde 34.090 € 

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