¿Crees que una batería de coche eléctrico aguanta 500.000 km? Este Tesla Model 3 ya va por 740.000 aún sigue rodando
31 de mayo de 2025 de David Díez
Hablar de coches eléctricos y decir que pueden recorrer más de 700.000 kilómetros puede llegar a sonar a algo impensable. Insluso si estamos hablando con algún apasionado de los coches -sobre todo si son de combustión- podrá decir que incluso no estamos en nuestros cabales. Pero nada más lejos de la realidad. y es que existe un Tesla Model 3 que ha superado esa cifra y sigue rodando como parte de su trabajo diario.
No se trata de un experimento de la propia marca ni de una unidad especial. Es un coche más, uno de tantos, pero con una historia poco común: acumular semejante kilometraje sin fallos graves y sin abandonar su actividad. Una prueba real de lo que puede dar de sí un eléctrico cuando se le da un uso continuado.
La mayoría de kilómetros, por autovía
Si analizamos por dónde ha circulado este Tesla, tenemos que decir que no ha sido muy urbanita. Su función principal ha sido cubrir trayectos interurbanos y de asistencia en carretera, lo que significa que casi todo su recorrido ha sido en autovía.
Puede parecer que esto solo se acusa en los coches térmicos, pero en los eléctricos también marca una gran diferencia. Las rutas largas, sin constantes frenazos, baches ni arranques en frío, ayudan a preservar la mecánica. El desgaste es más progresivo y los componentes no sufren tanto como en el uso urbano intensivo.
Este patrón de uso ha sido clave para que el coche llegue a estas cifras con un estado general tan sólido. Aunque haya piezas que se han cambiado, lo importante es que no ha habido grandes sorpresas en el camino.
¿Y la batería resiste o se ha cambiado?
La batería original alcanzó nada menos que los 700.000 km antes de ser sustituida. No falló de repente, ni explotó, ni se quemó, ni tan siquiera llegó a cero. Simplemente fue perdiendo capacidad con los años, hasta el punto de ofrecer una autonomía limitada para el trabajo que debía hacer.
En ese momento se optó por cambiarla por otra con muy pocos kilómetros 11.000, concretamente. Pero llegar tan lejos con la primera batería ya dice mucho. Muchos siguen pensando que una batería de coche eléctrico dura poco, pero este caso demuestra lo contrario.
Una degradación del 40% después de tantos kilómetros es, de hecho, un dato muy positivo. Habla bien del sistema de refrigeración, del modo de carga y del cuidado general del coche.
Un mantenimiento como el de cualquier otro coche
Por supuesto, con más de 700.000 kilómetros a sus espaldas, este Tesla ha pasado por el taller. Pero lo curioso es que lo ha hecho por razones bastante normales. Se han cambiado elementos de la suspensión, piezas del sistema de dirección y partes del aire acondicionado. Todo lo que cabría esperar en un coche que ha trabajado tanto.
Lo más llamativo es que ni el motor eléctrico ni los componentes principales han fallado. Y al no llevar motor de combustión, se ha evitado todo lo relacionado con aceite, filtros, correa de distribución o embrague. Eso reduce muchísimo los costes y las visitas al taller.
En resumen: no es un coche que no haya tenido gastos, pero tampoco ha sido una ruina. El mantenimiento ha sido proporcional al uso, sin sustos ni averías críticas.
El dato que sorprende: el ahorro de carburante
Uno de los aspectos que más llaman la atención está en el bolsillo. Este coche, cargando principalmente en su base, ha tenido un coste energético aproximado de 17.760 euros en todos estos años.
Si se hubiese hecho el mismo recorrido con un coche diésel con un consumo medio de 7 litros a los 100 y un precio de 1,30 €/litro, el gasto habría superado los 67.000 euros. Eso supone un ahorro de casi 50.000 euros solo por usar electricidad.
Hablamos de una cantidad que da para comprarse otro coche nuevo como este. Y todo sin contar el ahorro en mantenimiento o en impuestos que suelen ser más bajos para los eléctricos.
¿Puede durar tanto cualquier coche eléctrico?
No todos los coches eléctricos llegarán a estas cifras, igual que no todos los diésel duran medio millón de kilómetros. Pero este caso sirve como ejemplo claro de que sí es posible.
Con un uso responsable, un mantenimiento básico y evitando los excesos de carga rápida, un coche eléctrico moderno puede tener una vida muy larga. Y lo mejor es que lo hace sin perder prestaciones ni con una batería que colapse de repente.
Este Tesla ha demostrado que los eléctricos no solo son prácticos para el día a día, sino también una inversión que, a largo plazo, puede salir muy rentable.
Este es el protagonista
En el vídeo que acompaña esta historia nuestro compañero JF Calero ha tenido la oportunidad de ver con sus propios ojos cómo está realmente esta unidad: el interior, el sistema eléctrico, las piezas que se han cambiado y lo que aún sigue funcionando como el primer día.
Ahora puedes comprobar por ti mismo lo que significa tener un coche eléctrico con cientos de miles de kilómetros, y entender que no siempre hay que tener miedo a la palabra “batería”.
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