Interior y maletero del Mercedes GLB

El interior del Mercedes-Benz GLB es prácticamente idéntico al del Clase A, GLA o CLA, lo cuál no debe extrañar teniendo en cuenta que todos estos modelos están construidos sobre la misma plataforma MFA2 de Mercedes-Benz.

Delante nos encontramos con un salpicadero de aspecto moderno y llamativo, en el que destacan las dos pantallas contiguas (instrumentación e infoentretenimiento) y las salidas de aire con diseño de turbina. Hay un módulo de mandos físicos para el climatizador y una buena cantidad de huecos para guardar objetos, todos ellos con un fondo de goma.

Como es norma en Mercedes-Benz, las plazas delanteras se distinguen por unos asientos que dan un buen confort y sujeción del cuerpo. A diferencia de un Clase A, el reposacabezas siempre es independiente del respaldo, incluso en la versión deportiva AMG. Estos asientos llevan calefacción de serie y puede contar opcionalmente con regulaciones eléctricas y memorias de posición. La gama de tapicerías y colores es extensa, lo que permite personalizar el interior al gusto de cada uno.

La postura idónea al volante se halla con facilidad gracias a la amplitud de los ajustes disponibles. Todos los mandos principales quedan a mano y la visibilidad del exterior es más que correcta para tener controladas las esquinas de la carrocería.

A la segunda fila de asientos se accede con facilidad gracias a unas puertas que abren en un ángulo grande y a que el hueco que despejan es amplio. En esta fila nos encontramos con tres plazas, siendo las de los lados las más confortables por las formas de la banqueta y el respaldo. Esta fila se puede mover 14 centímetros a lo largo para dejar más o menos espacio a los que vayan en la tercera fila. También es posible cambiar la inclinación de los respaldos.

El acceso a la tercera fila requiere cierta agilidad, algo que normalmente sobra a los niños. Las dos plazas que hay son efectivamente para niños (tienen además anclajes ISOFIX), o para adultos de baja estatura. Mercedes-Benz dice que para personas de hasta 1,68 metros. Como es habitual en los coches con tercera fila de asientos, quienes vayan sentados aquí irán con las rodillas claramente por encima de la cadera. No es una posición confortable para un viaje largo, pero es perfectamente soportable para ir, por ejemplo, del colegio a casa.

Medidas interiores frente a sus rivales

Delante se viaja sin ningún tipo de agobio pues hay mucho espacio a lo ancho (143 centímetros) y a lo alto (hasta 99 centímetros en unidades con techo solar). Tampoco hay problema por regulación longitudinal ya que el asiento del conductor se puede alejar o acercar mucho del volante.

En la segunda fila, si retrasamos la banqueta lo máximo posible, tendremos un hueco para las piernas de 78 centímetros, que es mucho. Es lo mismo que medimos en un Peugeot 5008 y dos centímetros menos de los que apuntamos en un KIA Sorento, un SUV con una carrocería 18 centímetros más larga.

La altura hasta el techo no es tan buena, 91 centímetros. Es justita para que alguien de 1,85 metros de estatura se pueda estirar sin tocar el techo con la cabeza. Tampoco es reseñable la anchura entre puertas. Los 138 cm que hemos medido no dan para que tres adultos quepan sin apreturas. Es mejor que vayan solo dos.

La tercera fila de asientos es opcional y tiene unas cotas muy parecidas a las de un Peugeot 5008. Por lo tanto, no son aptas para aquellos que superen el metro setenta de estatura o sean corpulentas. Si quienes van en la segunda fila son amables y echan su banqueta lo más adelante posible, los pasajeros que vayan detrás contarán con un espacio para las piernas de 68 centímetros, que no es malo. Quien quiera más amplitud para esta fila es mejor que opte por un Skoda Kodiaq.

Calidad de acabado

No es oro todo lo que reluce y con Mercedes-Benz hay que tener cuidado porque son expertos en aparentar y desviar la atención. Como hemos dicho, el interior del Mercedes-Benz GLB tiene una presentación moderna y vistosa: pantallas grandes, luces led por todas partes, etc. Todo esto te puede distraer de fijar tu atención en algunas partes que no son todo lo buenas que cabría esperar de un coche de esta categoría y precio.

Por ejemplo, en la consola central hay una importante cantidad de plástico negro brillante que será difícil que mantengas limpio más de un día seguido. Por otra parte, algunos mandos, como los del climatizador, tienen un tacto tirando a endeble, poco sólido.

Dicho esto, hay que reconocer que también hay muchos puntos favorables en el apartado de calidad. Los materiales que recubren la parte superior del salpicadero son blandos y la precisión de encaje de las piezas raya a gran altura. Es un coche que, en términos generales, desprende un buen aroma de calidad. Otra cosas es cómo soportará el paso del tiempo y del uso. Eso es algo que no podemos juzgar.

Multimedia

El apartado multimedia es, sin ninguna duda, uno de los puntos fuertes del Mercedes-Benz GLB y, en general, de todos los Mercedes-Benz de última generación. La instrumentación es un panel de 7,0 o 10,25 pulgadas, mientras que la pantalla central es siempre de 10,25.

La instrumentación no tiene ningún tipo de cubierta que la proteja de sol, pero no se echa en falta pues su visibilidad es perfecta incluso en días muy luminosos. Esto denota la gran calidad de la pantalla, algo que también se aprecia en otros aspectos como su resolución y fluidez. El grado de personalización es muy elevado, existiendo diferentes temáticas de colores y distribución de la información. Además, la cantidad de datos mostrados es abundante y siempre bien legibles. En opción se puede pedir un sistema de proyección de información en el parabrisas a color.

Vamos con la pantalla central de 10,25 pulgadas del sistema MBUX. Cuenta con la última tecnología vista en el mundo del automóvil, como conexión inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay, conectividad constante a Internet y un sistema de órdenes vocales muy avanzado, que permite utilizar un lenguaje coloquial para dictar órdenes. En opción se puede pedir un equipo de audio Burmester con tecnología Dolby Atmos que te permitirá escuchar música con una nitidez poco habitual.

Todo esto soportado por un hardware potente que ayuda a realizar una navegación sencilla y rápida por los menús. Menús que, por cierto, son numerosos, pero están bien organizados y en poco tiempo te haces con el manejo. La interacción con el sistema MBUX puede ser a través del sistema de órdenes vocales ya comentado, de toques en la pantalla, o bien, a través de la superficie táctil que hay entre los asientos delanteros.

El volumen del maletero de los Mercedes-Benz GLB de cinco plazas es de 570 litros y de 500 litros en los GLB de siete. No es un mal dato, pero hay alternativas que mejoran estos registros, como el Peugeot 5008 (780 litros; siempre es un 7 plazas) y el Skoda Kodiaq (650 litros la versión de 5 plazas y 560 litros la de 7 plazas).

En cualquier caso, el área de carga es diáfana y cuenta con numerosas soluciones prácticas para distribuir y sujetar la carga, como argollas en el suelo, redes laterales, cintas elásticas y perchas. Bajo el piso hay un espacio no muy grande, pero que da para guardar cosas como los triángulos de emergencia y el kit de reparación de pinchazos. Como cabe esperar en un vehículo de esta clase y precio, el portón tiene accionamiento eléctrico y puede contar con función de apertura manos libres (dando un puntapié al aire por debajo del parachoques posterior).

Con las siete plazas en pie, quedan tan solo 130 litros. No da para llevar las maletas de viaje de 7 personas, pero sí sus mochilas y algún trasto más en caso de ser estos niños. Si nos vamos al polo opuesto, es decir, plegamos todas las filas menos la delantera, el volumen de carga asciende a 1805 litros en el caso de los Mercedes-Benz GLB de 5 plazas y a 1680 litros en los GLB de 7 plazas.