Ya hemos probado el nuevo BMW iX3: un Smooth Operator con 805 km y más tecnología de la que probablemente necesitas

BMW pone a la venta su iX3 con una autonomía homologada inédita hasta el momento en el mercado: 805 kilómetros con una carga. También anunció en su momento que esta plataforma es la que servirá de base del próximo BMW i3, el futuro “Serie 3 eléctrico”. Y eso significa que más vale que sea buena, porque sería difícil perdonar un Serie 3 que no fuese referente en cuanto a sensaciones de conducción en su categoría. ¿Cuánto de esto es cierto?

Mi toma de contacto con el BMW iX3 ha sido un tanto accidentada. Cosas del directo, que se diría en televisión, si no fuese porque es un signo de los tiempos: a un compañero se le cerró el coche porque se dejó, literalmente, la “llave” dentro del coche. Y me explico: la llave era un teléfono móvil, como puedes hacer con otros coches del mercado, pero alguien decidió poner ese teléfono en modo “Avión” y bajar del coche. Luego las puertas se cerraron y dejaron en evidencia que, a veces, la tecnología que tanto facilita la vida también puede aliarse en nuestra contra.

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Al volante del BMW iX3

Pasado este anecdótico suceso, todo fue como la seda. Y así es como se conduce el iX3: con una sensación de sedosa precisión. Un Smooth Operator de manual. Debo decirte que mis miedos se vieron rápidamente disipados tras los primeros kilómetros al volante del nuevo desarrollo de BMW. Es un coche que comparte todo el material genético de los buenos BMW y los condensa en un vehículo silencioso pero divertido. Y eso lo digo tras una semana conduciendo un Porsche Macan eléctrico.

Enfrentados sobre el papel, el BMW es más ligero que el Porsche, más económico y tiene una autonomía que lo barre del mapa gracias a sus 10 kWh extra de batería. Y podrás decir “ya, pero el Porsche es un Porsche”. Ya, pero si los llevas al asfalto las diferencias se diluyen más de lo habitual entre un BMW y un Porsche, en este caso a favor del iX3.

La dirección es de las buenas, de las que le pone la firma un ingeniero, no un jefe de marketing. Y cuando te animas, el iX3 camufla igual de bien o mejor sus kilos entre curva y curva. Tracciona y se agarra al asfalto como debe hacerlo un coche de su potencia y, encima, gasta bastante menos que el Macan. Así que puedes irte a conducirlo con menor preocupación de usar sus 469 caballos en una carretera alejada de la civilización. Que, al final, es lo que te garantiza una experiencia de conducción gratificante. Este iX3 puede hacer en torno a 500 km sin despeinarse en un viaje y con una sola carga sin que vayas pendiente de hacer consumos.

Amplio, muy equipado… y un poco complicado

El iX3 es amplio no solo porque es un coche grande, sino porque, además, para su tamaño está muy bien aprovechado. Las plazas traseras tienen amplitud de sobra para las piernas y suficiente para que dos adultos de gran estatura viajen holgados. Delante se tiene acceso a un espacio que no es especialmente diáfano porque BMW sigue apostando por colocar un túnel central voluminoso entre conductor y acompañante. Todo está hecho con materiales de apariencia sofisticada y ajustes pulcros, bien ejecutados. En la presentación me llamó la atención que BMW dice prescindir de la madera porque lo consideraban un material “anticuado”. No estoy de acuerdo, pero que sepas que, aunque quieras, no puedes decorar el interior de tu iX3 así.

Independientemente de este último detalle, doy las gracias porque BMW no está tomando los derroteros de sus eternos competidores, Audi y Mercedes-Benz, en cuyos habitáculos cada vez abunda más el plástico negro brillante y la sensación de que han abaratado casi todo para poder añadir pantallas más grandes. Eso sí, el diseño del volante, con su nueva configuración de botones (en teoría, más ergonómicos para que los pulgares lleguen mejor a los botones), dio mucho que hablar durante la presentación. A mí me parece un desacierto. Hay dos tipos de volante, uno normal y otro deportivo, aunque esto último para mí es un decir porque no le veo la deportividad por ningún lado. Aquí abajo tienes una comparativa para que te deleites.

De lo que puedes tener seguridad es de que hay pocos coches en el mercado con más cantidad de novedades digitales. Pierdo la cuenta y añado: ¿es necesaria tanta complejidad? ¿De verdad lo valora el cliente de BMW? Te pondré un ejemplo sencillo: entre la multitud de menús y configuraciones, hay un selector de “ambientes personales” (“My Modes” y “My Moments”) y otro de modos de conducción tradicionales. Y resulta que van combinados, pero se configuran por separado. Si eliges un ambiente “relajante”, entonces el modo Sport no se puede activar por mucho que pulses el icono en la barra de modos de conducción. Y viceversa, si llevas activado el ambiente deportivo, entonces no puedes conducir en otro modo que no sea Sport. Y todo eso tienes que tenerlo en cuenta si te pones caprichoso, o bien configurar tus botones personalizados y moverte entre tus configuraciones favoritas. Que es una forma de simplificar lo que debería haber nacido simple.

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Otra cosa que puedes hacer con el iX3 es cambiar de carril mirando al retrovisor… si tienes el asistente de mantenimiento y el programador de velocidad activos. En este sentido, es uno de los coches con nivel 2 de conducción autónoma más avanzada que hay. Esta función te permite adelantar en autovía con sólo confirmar por el retrovisor que no se aproxima nada por el ángulo muerto.

Aprender a manejar todo lo que tiene disponible el iX3 tiene su propia curva de aprendizaje. Como también irá aprendiendo de tu estilo la inteligencia artificial que gestiona detalles como las luces interiores, la carga o los asistentes de conducción. Te contaré más detalles a este respecto en la review del iX3, pero por ahora, te dejo que te hagas a la idea con la sensación de coche bueno que me ha dejado.

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Por ·Mario Garcés