Interior y maletero del Hyundai i20
Interior del Hyundai i20
Resumen General
El Hyundai i20 es un pequeño turismo de cinco puertas y 4,04 metros de longitud con un interior amplio a lo largo y en la media en cuanto a altura y anchura se refiere. El hueco para las piernas es generoso en ambas filas de asientos, por lo que en un primer momento parece un coche indicado para personas de mayor estatura, pero no resulta tan brillante en la cota de altura.
Su aspecto interior es sencillo y ordenado. Un coche de esos con el que uno se familiariza en pocos minutos. Es para aquellos que no buscan complicaciones y simplemente quieren desplazarse en un ambiente agradable. Eso no significa que el Hyundai i20 esté desfasado en cuanto a diseño, multimedia y conectividad, más bien al contrario. Tiene todo lo que se necesita y las pantallas son de buen tamaño y calidad.
Entre sus puntos fuertes se halla el maletero, de los más grandes en su segmento, si bien hay que tener en cuenta que su volumen cambia mucho entre las versiones con hibridación y sin ellas.
La calidad de fabricación es normal, podemos decir que lo esperable dentro de su segmento. Los materiales de recubrimiento son de plástico duro y tiene un aspecto corriente. No hay lujos, pero tampoco carencias importantes.
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Espacio interior
Los asientos delanteros del Hyundai i20 dan un confort y una sujeción normales. Cuentan con las regulaciones básicas (longitud, altura e inclinación de respaldo). Estas, junto con el volante ajustable en altura y profundidad, bastarán a la inmensa mayoría para encontrar en pocos pasos una postura de conducción cómoda.
Puede que haya alguien que eche en falta la regulación del apoyo lumbar, algo que el Hyundai i20 no puede tener ni como opción. Lo que sí puede equipar es calefacción mediante resistencias eléctricas, un elemento que viene muy bien en invierno, sobre todo si el coche se deja aparcado en la calle.
Instrumentación, multimedia y resto de controles se hallan ubicados en los lugares habituales y son bien visibles. De esta manera, al conductor le bastará con echar un rápido vistazo al salpicadero para comprender dónde están y cómo se manejan los distintos sistemas del coche. Esto lo agradecerán los que estén buscando un coche sencillo, que quieran sentarse, conducir y no distraerse con fuegos de artificio (algo que no se puede decir, por ejemplo, de un Peugeot 208). Se agradece mucho que los mandos del climatizador estén fuera de la pantalla central; punto positivo a este respecto para Hyundai.
Mientras que en la primera fila el espacio no es un problema, no se puede decir lo mismo de la segunda. Su mejor cualidad aquí es el hueco para las piernas, que está entre los mayores de su categoría. En cambio, la cota de altura hasta el techo y anchura entre puertas, es algo más justa. Es una fila para que viajen bien dos personas de hasta un máximo de 1,80 metros de estatura, no más.
Los pasajeros traseros cuentan con pocos lujos: una toma USB, unos asideros en el techo y unos huecos en las puertas. No hay reposabrazos central ni salidas de aire en el centro, elementos que ciertamente no son habituales entre sus rivales. Eso sí, en cada plaza lateral hay unos anclajes ISOFIX bien accesibles.
Medidas interiores frente a sus rivales
El espacio en la fila delantera está en la media en lo que respecta a longitud y altura. Al mismo nivel de un SEAT Ibiza o un Opel Corsa por poner un par de ejemplos. En cambio, la anchura entre puertas es de las peores de su segmento (133 centímetros), aunque entre los dos ocupantes de esta primera fila queda suficiente “aire” entre medias como para que no sus codos no choquen entre sí.
En la fila posterior es reseñable el hueco para las piernas. Hemos medido 68 cm, lo mismo que en los mejores modelos de la categoría, como el Skoda Fabia, el Volkswagen Polo y el KIA Rio. Desafortunadamente, el resto de mediciones no son tan brillantes.
Por ejemplo, la altura entre la banqueta y el techo es de 92 cm, cuando en un Fabia y un Polo hay 96 cm, en un SEAT Ibiza y en un Dacia Sandero, 94 cm y en un Suzuki Swift, 93 cm. Con la anchura entre puertas ocurre lo mismo. Con 129 centímetros no es el peor, pero definitivamente está lejos de la cabeza, donde se encuentran coches como el Polo, el Sandero y el Swift.
Calidad de acabado
Todos los plásticos de recubrimiento son duros. Esto no es necesariamente malo siempre y cuando estos plásticos tengan una buena presencia y tacto. En el Hyundai i20 encontramos un poco de todo y al final deja una sensación de calidad correcta, sin más. Pero el fabricante coreano no debería dormirse en los laureles a este respecto porque algunos de sus rivales, como el Ford Fiesta o el Renault Clio, ya cuentan con un salpicadero rematado en su parte superior con un plástico acolchado.
Siendo este un coche de uso diario, de batalla (y casi nos atrevemos a decir sujeto a un uso descuidado), no parece una solución muy acertada poner plástico blanco en las partes inferiores del salpicadero y las puertas. Estas son zonas que tarde o temprano rozaremos con el pie y miraremos con una línea negra. Estas partes es mejor que vayan pintadas de negro.
En lo que respecta al tacto de los botones y las palancas, podemos calificarlo de bueno. Todos estos mandos se accionan con precisión y presentan una resistencia a la pulsación bien calibrada.
Multimedia
La instrumentación es siempre una pantalla de 10,25 pulgadas (excepto en el nivel de equipamiento más bajo, que lleva una instrumentación tradicional de agujas). Esta pantalla tiene una calidad gráfica y una fluidez muy buenas para su segmento. La información está bien organizada y se lee bien incluso cuando el sol brilla mucho. Existen cuatro diseños gráficos que el conductor puede elegir a voluntad en cualquier momento.
En lo que respecta al sistema multimedia, hay tres posibilidades: el equipo básico con una pantalla monocroma, el sistema intermedio con pantalla de 8 pulgadas y el sistema más avanzado con pantalla de 12,3 pulgadas. Los dos últimos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay.
Nosotros, tras probar el sistema intermedio (pantalla de 8 pulgadas), nos parece un equipo con todo lo exigible a día de hoy. Además, los menús están bien estructurados, el tiempo de respuesta es pequeño y es fácil acceder a lo que se busca, con poca distracción, que es lo que deberían hacer los fabricantes a la hora de diseñar estos sistemas.
Como hemos comentado más arriba, el climatizador cuenta con unos mandos físicos dedicados en exclusiva a tal función. Por debajo de estos controles hay dos entradas USB, una de mechero y una bahía para la carga por inducción de teléfonos móviles.
Maletero del Hyundai i20
El Hyundai i20 tiene un maletero grande para el tamaño de la carrocería: 352 litros. Tan solo el Skoda Fabia y el SEAT Ibiza tienen más capacidad de carga, con 380 y 355 litros respectivamente.
No obstante, este dato sólo es válido para las versiones sin hibridación. Aquellas que llevan el sistema de 48 voltios tienen tan solo 262 litros. Esta reducción se debe a que se pierde el espacio que hay debajo del piso, ya que este hueco lo ocupa la batería del sistema híbrido.
Sea cual sea la versión, siempre existe la posibilidad de abatir los respaldos de la segunda fila, que están divididos en dos partes asimétricas (60/40). Con ellos tumbados y aprovechando todo el espacio disponible hasta el techo, el volumen asciende a 1165 litros en el caso de las versiones no híbridas y a 1075 en el de las híbridas ligeras.
A diferencia del Skoda Fabia, que tiene el maletero repleto de ganchos, argollas y cintas, en el i20 solo hay un gancho para bolsas y una cinta elástica. Eso sí, tiene una guía para colocar la bandeja cubreequipajes pegada a los respaldos posteriores, lo cual está muy bien para cuando necesitamos quitar la bandeja y no tenemos un sitio donde dejarla. Esa función el Fabia no la tiene.
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