¿Qué es la depreciación y cuáles son los coches que menos la sufren?

La depreciación de un automóvil se entiende como la pérdida de su valor a lo largo del tiempo, que también depende de su estado general. Esta devaluación, que sobre todo tiene en cuenta el envejecimiento del vehículo, es igual al resultado de la resta entre el precio original y el precio de reposición en el mercado de segunda mano. Con el propósito de evitar, en la medida que sea posible, la disminución del valor de nuestro coche, en este artículo te indicamos algunos aspectos clave acerca de este concepto así como los modelos que menos se deprecian en la actualidad. ¡Hay productos que pierden más de la mitad de su valor en menos de cinco años!

A excepción de una corta serie de modelos únicos y exclusivos, es casi imposible vender un automóvil por el mismo o más dinero del que se pagó inicialmente por él, cuando era nuevo. Un coche se deprecia alrededor de un 15% en el momento de ser matriculado. A esta devaluación inmediata, se suma una pérdida anual media del 10% de su valor, aunque este porcentaje disminuye con el tiempo. Es decir, un vehículo adquirido en un concesionario en verano de 2016 por 30.000 euros hoy tiene un valor residual de unos 15.000 euros, que es justo la mitad de lo que costó. Sin embargo, existen modelos que mantienen mejor su valor que otros.

Aunque el valor actual depende de una tasación subjetiva del automóvil en cuestión, hay un valor oficial basado en un conjunto de índices de origen estadístico mediante los que se puede obtener el precio objetivo de un coche usado. Estas tablas específicas para turismos se publican en el Boletín Oficial del Estado y sus datos se usan por los tasadores profesionales pero también por las aseguradoras y otras empresas vinculadas al sector de la automoción. No obstante, en la práctica del mercado de ocasión, se tienen en cuenta otros condicionantes que provoca que haya coches que se deprecien más rápido y otros que conserven más alto su valor:

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1. Cuanto mayor es el tamaño y menor es la practicidad, mayor es la devaluación.
2. Cuanto mayor es la potencia y mayor es la cilindrada, mayor es la devaluación.
3. Cuanto mayor es el lujo, el consumo y el mantenimiento, mayor es la devaluación.
4. Cuanto menor es la fiabilidad y mayor el coste de reparación, mayor es la devaluación.
5. Cuanto menor es la conservación o mayor es el kilometraje, mayor es la devaluación.
6. Cuanto mayor es el número de unidades producidas, mayor es la devaluación.
7. Cuanto mayor es la incertidumbre sobre una obsolescencia, mayor es la devaluación.

Dicho de otro modo, los modelos que menos se deprecian hoy en día son coches compactos (independientemente de su carrocería, aunque cabe recordar que los SUV están de moda), polivalentes, con potencias moderadas (entre 100 y 150 CV), cilindradas iguales o inferiores a los dos litros, bajo consumo y un coste de mantenimiento asumible. Además, se valora el buen estado del vehículo, que sólo haya pertenecido a una persona, que se haya usado poco y que sea original, así como el renombre de ciertas marcas (principalmente alemanas) a las que se les atribuye una gran fiabilidad y calidad de construcción. Actualmente, se huye del motor Diesel.

Ejemplos de modelos de coche con poca depreciación

• Volkswagen Golf: uno de los turismos compacto más populares y apreciados del mundo, sobre todo en Europa.
• Mazda CX-5: un SUV mediano que, en su última generación, es considerado el más bonito y elegante de su clase.
• BMW Serie 3: la berlina de tamaño medio más valorada, tanto por calidad como por prestaciones y sensaciones.
• MINI 3 puertas: un utilitario con mucha historia y estándares alemanes que es objeto de deseo para muchos.
• FIAT 500: el automóvil urbano más codiciado tiene un coste asumible y es más amplio de lo que parece.

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