Precio y opinión del Renault Arkana

El Renault Arkana es un SUV híbrido, de aspecto deportivo y con etiqueta ECO. Esta apariencia viene definida por la marcada línea descendente del techo en su parte trasera. Este elemento de diseño es su característica más diferenciadora, ya que entre los modelos alternativos al Arkana por precio en otras marcas apenas existen opciones parecidas. El CUPRA Formentor se puede acercar a este concepto, aunque el modelo de la firma española ofrece más deportividad en todos los aspectos. Entre las marcas más caras sí hay modelos SUV de corte coupé, como es el caso del Audi Q3 Sportback, el BMW X4 o el Mercedes GLC Coupé, pero están orientados a otro tipo de cliente. Aunque es nuevo en España, el Renault Arkana ya tenía una generación anterior que se vendía en otros mercados, realizada sobre la base de un Dacia Duster.

Las medidas del nuevo Renault Arkana 2021 son 4,57 metros de largo, 1,82 metros de ancho y 1,58 metros de alto y toma como base la plataforma modular CMF-B, que es la que Renault emplea para coches más pequeños, como el Renault Clio y el Renault Captur. Dentro de la gama SUV de Renault, por tamaño se sitúa por encima del Captur (4,23 m) y ligeramente del Austral (4,51 m). Su interior de cinco plazas es especialmente amplio para tratarse de esta clase de SUV y su maletero es de 480 litros.

El Arkana está disponible actualmente solo con un motor híbrido no enchufable de 145 caballos, aunque previamente también se podía equipar con dos motores con hibridación ligera, de 140 o 160 caballos, pero han sido descatalogados.

La gama del Renault Arkana se ha simplificado al máximo y ahora solo queda en catálogo la versión E-TECH híbrida de 145 CV, un sistema no enchufable que combina un motor de gasolina atmosférico de 1,6 litros de 94 CV con dos motores eléctricos, de 49 y 20 CV. De los eléctricos, el primero es el encargado de mover el coche en buena parte de las situaciones, mientras que el segundo actúa como generador para alimentar la batería y apoyar al sistema cuando la demanda de energía aumenta.

La potencia combinada es de 145 CV, suficiente para mover el Arkana con solvencia en uso diario y con un consumo ajustado, apoyado por una batería de 1,2 kWh que se recarga automáticamente durante la marcha. La transmisión es una unidad multimodo sin embrague y con una arquitectura muy particular, capaz de gestionar por sí sola las distintas combinaciones entre los motores sin que el conductor tenga que preocuparse por nada.

No hay versiones de gasolina microhíbridas, ni diésel, ni tampoco variantes híbridas enchufables. Toda la gama gira ahora en torno a este único motor E-TECH, que además cuenta con etiqueta ECO.

Conducción

El Renault Arkana es, además de un SUV único en su categoría, un coche espacioso, cómodo y eficiente en todas sus versiones, aunque quizás se echa en falta algo más de potencia en situaciones puntuales. Se trata de un producto muy práctico para aquellos clientes que tengan familias pequeñas o medianas, pero que además recorran un gran porcentaje de kilómetros en un entorno urbano, sobre todo con la versión Arkana E-TECH, y no deseen renunciar a la estética por la funcionalidad. Además, tiene un precio atractivo con relación a su calidad de acabado, que es más que adecuada.

La conducción del SUV Arkana transmite buenas sensaciones. Guarda un buen compromiso entre efectividad y confort. Tiene buena estabilidad y los sistemas de ayudas a la conducción trabajan con seguridad. Si se intentan mantener ritmos altos, el motor se siente lento en la respuesta. En ciudad su altura ofrece buena visibilidad frontal, si bien la visión trasera es más comprometida por el alto diseño de la cintura de su carrocería y la inclinación de la luna; aquí la cámara de visión trasera se hace imprescindible.

Este SUV de Renault, a pesar de su deportiva imagen y buen comportamiento, no está orientado al placer de conducir ni está pensado para usuarios que quieran sentir una fuerte conexión con la carretera. La dirección tiene un acusado tacto eléctrico, lo cual no evita que sea segura y obediente. Tampoco es un coche que recupere velocidad rápidamente, especialmente cuando la batería está casi descargada. Esto se debe a que el motor 1.6 atmosférico de 94 CV no tiene par suficiente para ello por sí sólo y Renault ha confiado esa necesidad ocasional a un pequeño motor eléctrico.

En el E-TECH, las transiciones entre el motor eléctrico y el de combustión no son tan suaves como cabría esperar (recordemos que Renault no tiene tanta experiencia en este tipo de tecnología como otras marcas, Toyota a la cabeza). Además, el cambio de marchas reacciona de una forma artificial en algunas situaciones de mayor demanda de potencia y revoluciona el propulsor térmico más de lo deseado. Esto tiene un efecto negativo en la sonoridad pese a que el habitáculo está bien aislado. Por su parte, las ayudas a la conducción no suponen una molestia por exceso de asistencia, algo que es habitual hoy en día. La mayoría se pueden desconectar.

La capacidad de frenada es buena, lo cual también puede verse ayudado por el bajo peso del coche con relación a su tamaño. Usa discos de 280 mm de diámetro delante (ventilados) y de 260 mm detrás (no ventilados), mientras que la anchura de los neumáticos es de 215 mm en las cuatro ruedas e independientemente de la versión. El radio de giro, con 11,3 m, entra dentro de la media. No destaca por ser un coche especialmente maniobrable, pero cumple correctamente en ese sentido. La visibilidad trasera es deficiente, no así la frontal o lateral, y el manejo de la tecnología a bordo es sencillo, agradable e intuitivo.

Los modos de conducción MultiSense permiten disfrutar de una experiencia personalizada para cada ocasión. Si se selecciona el programa Eco, se prima la conducción en modo eléctrico, la recuperación de energía y la dosificación de potencia a través del acelerador. Mientras que si se selecciona el modo Sport, se efectúan cambios sobre la dureza de la dirección, la reactividad del acelerador y la gestión de los motores y el cambio de marchas para disponer de toda la potencia sin ningún tipo de limitación. Además, existe un botón EV para circular sin usar el motor de combustión durante un máximo de 4 km.

Consumo y emisiones

El Renault Arkana homologa un consumo mixto (WLTP) de 4,9 l/100 km en su variante híbrida E-TECH; es una muy buena cifra a la que ayuda un coeficiente aerodinámico (Cx) de tan sólo 0,30 y un peso en orden de marcha muy contenido (entre 1,4 y 1,5 toneladas). No paga impuesto de matriculación al quedarse en 108 g/km de CO2.

En la práctica, hemos podido comprobar que estas cifras se ajustan mucho a la realidad de uso del vehículo. Como mucho, se obtiene medio litro más de media en cada caso si se practica una conducción normal, alrededor de 5,5 litros.

Prestaciones

Con base en los datos que figuran en la ficha técnica, el SUV coupé de Renault tiene una aceleración desde parado de 10,8 segundos en el 0-100 km/h, y una velocidad punta de 172 km/h.

Ayudas a la conducción

Son aquellas que Renault va añadiendo a medida que se asciende en el nivel de equipamiento, y son las necesarias para dotar al Arkana de un nivel de conducción autónoma 2.

De serie:

• Frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas
• Asistente de mantenimiento de carril
• Detección de ángulo muerto
• Ayuda al arranque en pendiente
• Luces automáticas de carretera
• Sensores de aparcamiento delantero y trasero con cámara trasera
• Detección de tráfico trasero
• Reconocimiento de señales de tráfico

Opcionales:

• Control de crucero adaptativo
• Conducción semiautónoma
• Asistente de aparcamiento

En un mercado como el actual, en el que todo está inventado, no es fácil encontrar un nicho. Renault ha tomado prestado el concepto de SUV coupé que ya estaba presente en las marcas de lujo y lo ha trasladado al terreno generalista, donde no se conocía esta idea. El resultado es un todocamino con cierto aire deportivo que, además, es cómodo, práctico y se comporta bien en cualquier situación.

Además de una buena dotación de equipamiento de seguridad y conectividad, cuenta con la tecnología E-TECH que, aunque podría refinarse más, logra un altísimo grado de eficiencia. Y todo ello por un precio muy razonable, que al final es el argumento clave que puede determinar el éxito de un modelo como este en un sector donde los SUV son tendencia.

En las modalidades de Terceros Básico y Terceros Ampliado, asegurar un Renault Arkana tiene un coste mínimo de 159 y 179 euros anuales, respectivamente. El perfil con el que hemos hecho este cálculo de la póliza es el de un hombre de 42 años, con más de 20 años de carnet, casado y sin historial de partes al seguro en los últimos 10 años.