Precio y opinión del Volkswagen ID.4
El primer SUV eléctrico de Volkswagen destaca por una gran habitabilidad y una autonomía superior a la media, pero no por su ejecución interior.
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Volkswagen ID.4: ¿Sobre qué te gustaría leer ahora?
Cuánto cuesta el Volkswagen ID.4
El Volkswagen ID.4 tiene un precio de venta al público entre 43 430 € y 60 720 €. No obstante, en carwow puedes ahorrar 2 661 € de media. El precio de salida es de 49 816 € si pagas al contado.
Nuestras versiones más populares del Volkswagen ID.4 son:
Versión del modelo | Precio carwow desde | |
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Pro 128kW (174CV) 77kWh Automático 5dr | 49 816 € | Comparar ofertas |
Pro Performance 150kW (204CV) 77kWh Auto 5dr | 51 463 € | Comparar ofertas |
Información general
El Volkswagen ID.4 es un SUV mediano de 4,58 metros de longitud con cinco puertas y cinco plazas. Fue lanzado al mercado a principios de 2021 como la primera generación del modelo y el primer todocamino eléctrico de la marca, que comparte plataforma modular (MEB) con el Volkswagen ID.3 a pesar de que este es un turismo.
El ID.4 está disponible con uno o dos motores, por lo que puede contar con propulsión en el eje trasero o tracción integral. La versión con más autonomía homologada alcanza 522 kilómetros, y la que menos, 344 km. Actualmente, su gama está compuesta por cuatro niveles de potencia (de 148 a 299 CV), cada uno de los cuales se asocia a un acabado. La más prestacional es la única con cuatro ruedas motrices y se denomina GTX, que tiene un aspecto exterior diferente al resto de versiones.
Este automóvil es uno de los más económicos de su categoría, si bien su versión de acceso no tiene mucha competencia directa por nivel de potencia. El Skoda Enyaq iV y el Audi Q4 e-tron, con los que comparte plataforma y tecnología, son sus rivales más directos. El Mercedes EQA y el Lexus UX 300e también son alternativas al ID.4, aunque más pequeñas y costosas. Otros contrincantes son el Hyundai IONIQ 5 y el Ford Mustang Mach-E, aunque se trata de conceptos de SUV eléctrico un tanto distintos. Todos, a excepción del Lexus, pueden llevar tracción total.
Interior y maletero del Volkswagen ID.4
Espacio interior
El habitáculo del Volkswagen ID.4 es más amplio que el de la mayoría de sus rivales. Tiene una anchura suficiente como para alojar a cinco adultos con comodidad y un espacio para las piernas de los ocupantes traseros muy generosa. La altura de la cabina es normal y algo escasa entre la banqueta de la segunda fila de asientos, que está considerablemente inclinada, y el techo. Los pasajeros de esta zona viajan notablemente más elevados que los de delante, lo cual les otorga mayor visibilidad pero penaliza el confort y la libertad de movimiento de los individuos de mayor estatura. El motivo de esto es la ubicación de las baterías y su electrónica.
Se trata de un SUV relativamente cómodo, apto para familias medianas, con buen acceso al habitáculo y un alto grado de luminosidad. El puesto de conducción es agradable, configurable e idóneo para realizar largas distancias sin sufrir cansancio. El selector de marchas es pivotante y está detrás del volante. Los asientos son más bien blandos y los traseros de los laterales llevan argollas de sujeción ISOFIX para sistemas de retención infantil.
El Volkswagen ID.4 tiene una calidad de acabados inferior a la de casi cualquier competidor directo. Los materiales empleados para la cabina se perciben demasiado simples, corrientes o económicos para este segmento del mercado y nivel de precio. Esto no quita que se trate de un vehículo bien construido y con buenos ajustes interiores, pero es evidente que la marca ha descuidado la presentación del habitáculo para mantener a raya los costes que supone fabricar un coche eléctrico (sólo la batería supone un 40% o más) y lanzarlo al mercado a un precio competitivo. A cambio, presenta un buen grado de aislamiento acústico apoyado en una aerodinámica trabajada, transmite sensación de solidez y, en general, su calidad de rodadura compensa esos defectos. La versión GTX mejora considerablemente su apariencia.
En función del acabado y las opciones seleccionadas, el ID.4 puede llevar faros LED matriciales, parabrisas calefactado, selector de modos de conducción, acceso sin llave, portón del maletero eléctrico, apoyabrazos central trasero con trampilla, asientos delanteros completamente eléctricos, con función de memoria, función de masaje y calefactables, climatizador de dos zonas, luces de bienvenida, lunas tintadas, techo panorámico, iluminación ambiental con 30 colores, tapicería “vegana”, pedales de acero, volante calefactado, llantas de entre 18 y 21 pulgadas, cables de carga, todo el equipamiento mencionado en el apartado de multimedia y todos los asistentes a la conducción habituales en este segmento del mercado, los cuales detallamos más adelante.
Maletero
El volumen del maletero del Volkswagen ID.4 es de 543 litros independientemente de la versión. No hay un maletero auxiliar delante, como en otros coches eléctricos (por ejemplo, el Tesla Model Y). Se trata de un espacio de carga normal para esta categoría de vehículo, pero es más grande de lo habitual en un eléctrico. Aun así, el Skoda Enyaq iV tiene 585 litros, que son 42 más. Cualquier otra alternativa tiene menos capacidad (sólo detrás). Si se requiere puntualmente más espacio para transportar equipaje o mayor longitud de carga, los respaldos de la segunda fila de asientos se pueden abatir asimétricamente en una proporción 60:40, lográndose un máximo de 1.575 litros. La boca de acceso al maletero, que tiene bandeja e iluminación de serie, es ancha y diáfana, pero resulta más alta que en la mayoría de sus competidores, lo que penaliza la comodidad para cargar objetos pesados al transportarlos desde el suelo.
Aquí tienes una guía con las medidas y maletero del Volkswagen ID.4.
Multimedia
El Volkswagen ID.4 cuenta con un sistema multimedia de última generación que se opera a través de una pantalla táctil de 10 o 12 pulgadas situada en la parte superior de la consola central y por encima de las salidas de ventilación. Tiene buena resolución, pero es más sensible a los reflejos que otras y su respuesta es muy lenta. Además, no cuenta con botones físicos de ningún tipo, ni siquiera para controlar el climatizador, lo que obliga a apartar la vista de la carretera para activar algunas funciones. La organización de los menús es atractiva, sencilla e intuitiva. El cuadro de mandos es completamente digital y la pantalla en este caso, que es solidaria con el volante para garantizar la visibilidad, tiene 5 pulgadas. Muestra lo esencial.
Adicionalmente, este modelo lleva dos puertos USB-C delante y dos más detrás en opción, un sistema de sonido con siete altavoces, conectividad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, zona de carga por inducción para teléfonos móviles, asistente virtual Hola ID, navegador integrado, radio digital y posibilidad de equipar un Head-up Display con realidad aumentada. Además, su sistema multimedia se ha diseñado para recibir actualizaciones remotas. Hay una tira luminosa denominada ID. Light, que cambia de color y la frecuencia con la que se enciende para proporcionar información básica al conductor. También existen unos servicios conectados relacionados con el tráfico en tiempo real, los puntos de carga y el estado del coche, entre otros.
Qué motores tiene el Volkswagen ID.4
El Volkswagen ID.4 está disponible con dos baterías de distinta capacidad y cuatro niveles de potencia diferentes. La batería más pequeña tiene 52 kWh de capacidad neta (58 kWh brutos) y se puede combinar con un motor de 148 o 170 CV de potencia. La batería más grande tiene 77 kWh de capacidad útil (82 kWh brutos) y se puede combinar con un motor de 204 CV o con dos motores de 109 y 204 CV respectivamente que, en conjunto, entregan 299 CV. Esto ocurre en la versión GTX, la única que dispone de tracción a las cuatro ruedas. En el resto, sólo el eje posterior tiene motricidad. Los propulsores eléctricos son síncronos en cualquier caso y pueden llegar a alcanzar 16.000 rpm.
Prueba de conducción del Volkswagen ID.4
Conducción
El Volkswagen ID.4 es un SUV eléctrico capaz de satisfacer con éxito las necesidades de un comprador que desea un coche espacioso y con cinco plazas reales pero con un tamaño contenido, buena autonomía eléctrica y facilidad de uso. Sin embargo, no creemos que cumpla con las expectativas que tiene el habitual cliente de Volkswagen, acostumbrado a unas calidades interiores superiores a las que tiene este modelo. Da la impresión de que se podría recibir más a cambio de lo que se paga por él. Un Skoda Enyaq, con el que comparte casi todos sus componentes, transmite mejores sensaciones en este sentido por un precio similar o incluso ligeramente inferior. Los neumáticos equipados para la prueba fueron unos Bridgestone Turanza Eco con anchura de 235 mm delante y 255 mm detrás.
Nos ha parecido un vehículo agradable de conducir en general. La suspensión es dura, aunque no excesivamente. Hace que la carrocería no se balancee innecesariamente y se puedan afrontar curvas a más velocidad que en coches semejantes, pero resulta seca sobre firmes poco regulares o al sobrepasar badenes. Nos resultaría equilibrada si no fuese porque es un coche con el que no se puede disfrutar mucho conduciendo, pues su orientación comercial es otra (cosa distinta ocurre con el GTX) y tiene muchas limitaciones por su peso y concepción. Volkswagen podría haber optado por un reglaje menos firme y orientado al confort en esta clase de automóvil. Con todo, la sensación de seguridad que transmite es elevada. Llama la atención su radio de giro, de tan sólo 10,2 metros, clave para una maniobrabilidad sobresaliente.
La dirección del ID.4 es suave pero el conductor es capaz de leer bien lo que ocurre debajo del tren delantero en todo momento. Habiendo probado la versión con batería grande y 204 CV, nos parece la más equilibrada por prestaciones y autonomía, no tanto por coste de adquisición. El motor trasero responde, como en cualquier eléctrico, con contundencia e inmediatez en cualquier situación, especialmente cuando el acelerador se pisa a fondo desde parado o partiendo desde un ritmo bajo. Sin embargo, a medida que se gana velocidad, esta sensación disminuye. Dependiendo del modo de conducción seleccionado (Eco, Comfort o Sport), la respuesta del propulsor cambia perceptiblemente sin efectos sobre el tren de rodaje.
Tiene potencia de sobra para todas las circunstancias de conducción y se mueve con relativa agilidad. La trasera redondea las curvas bien y no se acusa sobreviraje a pesar del esquema de propulsión, ni siquiera cuando se busca intencionadamente ese efecto (la electrónica corrige constantemente). El reparto de pesos de este vehículo, según su fabricante, es del 50% exactamente en cada eje y que, dada la disposición de su batería, presenta un centro de gravedad muy bajo con relación a su altura total. No obstante, si buscas un todocamino eléctrico que “comunique” más con la carretera, es mejor que te decantes por un Ford Mustang Mach-E o un Tesla Model Y.
El mayor punto débil que, bajo nuestro criterio, tiene este modelo es la ergonomía del sistema multimedia. La marca ha abusado de las superficies táctiles en los controles multifunción del volante y en la pantalla central. Al no tener referencias hápticas como botones o relieves bien marcados, el conductor se ve obligado a desviar la vista de la carretera durante unos instantes mientras, por ejemplo, accede a un menú o sube la temperatura del climatizador. Este es un error que cometen cada vez más fabricantes pese a la demanda de los clientes y las críticas que reciben por parte de los especialistas con tal de ahorrar costes.
Hablando de debilidades, el hecho de equipar frenos de tambor en el eje trasero desluce el coche, pero hemos de decir que su capacidad de frenada es normal para un peso superior a las 2 toneladas. Eso sí, si se abusa de ellos, es muy fácil fatigarlos. Resulta bastante complicado acostumbrase al tacto del pedal para modular correctamente las deceleraciones sin “clavar” el coche. Los asistentes a la conducción no son muy intrusivos y algunos se pueden desconectar.
Tiempo de carga y autonomía
Oficialmente, el consumo del ID.4 con batería grande y 204 CV es de 17,2 kWh/100 km. Nos parece alcanzable si se lleva a cabo una conducción eficiente de forma consciente, pero poco realista para el uso habitual y natural del coche. En nuestra prueba recorrimos algo más de 100 km combinando ciudad, carretera de montaña y autovía a una temperatura exterior de unos 15 grados, obteniendo 22,3 kWh/100 km a un ritmo que llegó a ser alto en momentos puntuales. Suponiendo que la media real sea de unos 21 kWh/100 km aproximadamente, la autonomía real es de algo más de 360 km y no los 520 homologados según procedimiento WLTP. Ocurre así con todos los coches eléctricos. El consumo del ID.4 es normal para su tamaño y prestaciones.
Para cargar el ID.4 con batería de 77 kWh de capacidad, proceso que se lleva a cabo desde la toma de recarga sita en la aleta trasera derecha, se puede emplear corriente continua hasta 125 kW de potencia o corriente alterna hasta 11 kW. En el primer caso, la carga del 0 al 80% se logra en 40 minutos, mientras que en el segundo una carga completa puede durar alrededor de 8 horas. Se trata de potencias de carga iguales o ligeramente superiores a las que ofrecen modelos equivalentes de otras marcas. Las versiones más básicas del ID.4 sólo admiten 50 kW en corriente continua y 7,2 kW en alterna, pero al tener una batería de menor capacidad (52 kWh), los tiempos de carga son sólo ligeramente superiores.
Prestaciones
El ID.4 tiene unas prestaciones poco destacables. Su velocidad máxima es siempre de 160 km/h salvo en la versión GTX, que puede alcanzar 180 km/h. Se trata de limitaciones electrónicas para conservar la batería, ya que el motor eléctrico es capaz de lograr más velocidad punta. No es algo particular de este Volkswagen, sino que la inmensa mayoría de coches eléctricos cuentan con limitaciones de este tipo y rara vez, salvo Tesla y otras pocas marcas orientadas al lujo y el alto rendimiento, superan los 200 km/h.
La aceleración de 0 a 100 km/h va de los 10,9 segundos en la versión menos potente a los 6,2 en la GTX. El modelo testado, con 204 CV, realiza esta operación en 8,5 segundos, que es más que suficiente para afrontar incorporaciones a autovías o salir de situaciones de tráfico complicadas con seguridad, así como disfrutar mínimamente al volante, pese a que no es el mejor coche para ello. Como referencia, un Mercedes EQA 250 con 190 CV acelera hasta 100 km/h desde parado en 8,9 segundos, pero un Ford Mustang Mach-E RWD básico lo hace en 6,1.
Ayudas a la conducción
Las ayudas a la conducción que puede llevar el Volkswagen ID.4 son:
- Alarma por cambio involuntario de carril
- Ayuda al arranque en pendiente
- Asistente de mantenimiento en el carril
- Control de crucero adaptativo con control de guiado
- Frenada de emergencia con detección de peatones
- Asistente de cambio de carril
- Cambio automático a luces de carretera
- Sensores de aparcamiento delanteros y traseros
- Control de presión de los neumáticos
- Cámara de visión trasera
- Cámaras de visión 360 grados
- Detector de cansancio en el conductor
- Protección proactiva de los ocupantes
- Asistente en caso de emergencia
- Reconocimiento de señales de tráfico
- Encendido automático de luces y limpiaparabrisas
- Retrovisores electrocrómicos
Además, en términos de seguridad pasiva, este modelo cuenta con siete airbag, uno de los cuales es central para evitar que los cuerpos de los ocupantes delanteros choquen entre sí. Al disponer de una batería prácticamente blindada situada en la parte inferior de la estructura, la resistencia a los impactos laterales en muy elevada. Tiene llamada de emergencia E-Call en caso de accidente.
Qué opinión tiene carwow del Volkswagen ID.4
El Volkswagen ID.4 es un SUV eléctrico ideal para una persona que desea un coche amplio, con un aspecto moderno y buena autonomía eléctrica a un precio competitivo. No es especialmente cómodo debido a una suspensión más bien dura, ni mucho menos lujoso dados sus acabados interiores, pero está bien construido y es muy seguro. La versión con batería grande y 204 CV es la más equilibrada por prestaciones y consumo. Su sencillez de uso general se ve lastrada por un sistema de infoentretenimiento difícil de manejar mientras se conduce y que puede llegar a distraer. A cambio, los asientes a la conducción funcionan bien y son numerosos. Pese a su concepción, no es recomendable circular con él por terrenos muy escarpados. Su batería tiene una garantía de 8 años o 160.000 km para una degradación de hasta el 70%.
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