Doce verdades sobre los PHEV que no te cuentan (y deberías saber antes de comprar uno)

3 de julio de 2025 de

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¿Son los PHEV una solución perfecta o una compra con trampa? Aquí van 6 pros y 6 contras que no suelen contarte.

Las ventajas prácticas y económicas que aportan los híbridos enchufables pueden quedar empañadas por una depreciación rápida a corto plazo, y por la degradación de la batería a largo plazo. Es importante tener claras varias premisas antes de lanzarse por un modelo PHEV para no caer en compras decepcionantes. El híbrido enchufable se ha convertido en el tipo de vehículo que muchos compradores eligen como modelo de transición entre su viejo coche y un coche eléctrico del que aún tienen muchas dudas. Hemos hecho una lista de seis ventajas y seis inconvenientes que habitualmente no leerás por ahí:

Seis pros de los coches híbridos enchufables

  1. No hace falta que instales un cargador: Esta es una clara ventaja frente a un coche 100 % eléctrico. Aunque es recomendable su instalación porque el cargador de pared te permite seleccionar la potencia de carga adecuándola a cada situación (por ejemplo, puedes reducir la potencia de carga si necesitas conectar varios electrodomésticos de alto consumo simultáneamente), la realidad es que la mayoría de híbridos enchufables tienen una batería que no supera los 20 kWh útiles. Esto significa que puedes cargarla en apenas 5 horas usando el cargador incorporado en el coche para enchufe convencional (shuko). Es fundamental que la instalación doméstica esté bien mantenida y soporte los 3,7 kW de potencia que puede suministrar uno de estos cargadores.
  2. Tienen muy buena aceleración: Es el dato más llamativo de sus prestaciones gracias a que cuentan con una potencia máxima elevada gracias al empuje de los dos propulsores, eléctrico y combustión. De hecho, se ha hecho frecuente que las versiones más potentes de la gama de un modelo sean las PHEV, con el acabado más deportivo. Por el contrario, no esperes una velocidad punta elevada, ni que sea acorde a la potencia máxima, ya que a partir de cierta velocidad el empuje eléctrico desaparece y todo depende de la potencia del motor térmico.
  3. Si cargas la batería a diario puedes pasar meses sin repostar: Para disfrutar de la principal ventaja de un PHEV tienes que ser disciplinado y aprovechar la ventaja eléctrica de cargar en casa (o en el trabajo) diariamente. El desplazamiento diario de la mayoría de conductores no supera los 45 km de media, suficiente para cubrirlos íntegramente en modo eléctrico en casi todos los modelos del mercado. De lo contrario, como ocurre con muchos coches de flota de empresa cuyos propietarios no tienen interés en enchufarlos, gastarás más gasolina que si te hubieses comprado el mismo modelo sin hibridación enchufable.
  4. La oferta de modelos es enorme y no para de crecer: Si estás pensando en adquirir un híbrido enchufable estás de enhorabuena. Nunca hasta ahora ha habido una oferta de modelos PHEV tan extensa y que te permita elegir entre tal variedad. Y sigue creciendo dada la gran demanda del mercado. Los tienes de tipo berlina, SUV, rancheras. Pequeños, medianos y grandes. Con apenas 50 o con más de 100 km de autonomía. No son baratos, pero si haces bien tus cuentas y lo adquieres para aprovechar las ventajas eléctricas, tienes mucha oferta disponible.
  5. Mayor estabilidad energética que un coche eléctrico en climas extremos: En frío extremo, los coches eléctricos pueden perder mucha autonomía y sufrir limitaciones térmicas en batería y climatización. Un PHEV, sin embargo, usa el motor térmico como apoyo: genera calor más rápido, permite climatizar sin miedo a perder autonomía eléctrica y evita caídas bruscas de rendimiento. Por el contrario, en climas extremadamente cálidos la gestión térmica de la batería puede limitar la potencia de un eléctrico para evitar sobrecalentamiento. En un PHEV este detalle no suele resultar inconveniente. Esto mejora la previsibilidad del coche en condiciones adversas.
  6. Algunos PHEV admiten carga rápida: No es lo habitual porque la potencia de carga frecuentemente es mucho más baja que en un eléctrico y porque la autonomía eléctrica es poco relevante en trayectos largos, pero hay híbridos enchufables (sobre todo los de mayor autonomía eléctrica, por encima de los 100 km) que admiten carga rápida a 50 kW, lo que te permitirá añadir unos 100 km de alcance eléctrico en unos 30 minutos.

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Seis contras de los coches híbridos enchufables

  1. Como eléctricos son poco eficientes y como híbridos, también: Parece contradictorio, pero es así. La ventaja de los PHEV es que permiten hacer los trayectos diarios en modo eléctrico y ahorrar gasolina. Luego, al agotarse la batería, funcionan como un híbrido. Hasta ahí, bien. Pero como eléctricos no son tan eficientes como un 100 % eléctrico: un SUV compacto eléctrico consume unos 19 kWh/100 km en autovía, mientras que uno PHEV puede gastar entre 21 y 23. Su sistema eléctrico (motor, batería, inversor…) es menos sofisticado, y por tanto menos eficiente. En modo híbrido también consumen más que un híbrido normal porque son más pesados y eso se nota cuando entra el motor térmico. Un estudio del ICCT de 2022 muestra que los PHEV en Europa consumen entre 3 y 5 veces más combustible en uso real que según los valores homologados, debido a que la conducción eléctrica real es mucho menor que en el ciclo de homologación.
  2. Es preferible que la parte térmica sea la más potente en el sistema híbrido: Cuando vayas a elegir modelo PHEV fíjate bien en la potencia de cada motor por separado, no solo en la potencia total. Cuando se agota la batería, el coche se mueve casi solo con el motor de combustión. Si este está justo de potencia, sufrirá en subidas o al mantener velocidad en autopista, y el consumo se disparará. Un motor eléctrico muy potente no ayuda en ese escenario, ni tampoco en los desplazamientos cortos. Ojo con los PHEV más baratos, es precisamente lo que suele ocurrir, que tienen un motor de gasolina muy pequeño y cuando se agota la batería, gastan mucho y corren poco. Un ejemplo: en un coche PHEV de 250 CV, es preferible tener 150 CV de motor térmico y 100 de motor eléctrico, que tener 100 CV de motor térmico y 150 de motor eléctrico.
  3. Los coches PHEV se deprecian mucho y muy rápido: Es la parte negativa de tanta oferta. Como están en auge y su tecnología evoluciona rápido, los PHEV se quedan obsoletos en uno o dos años, superados en autonomía y precio por nuevos modelos. Además, muchas empresas los usan en sus flotas y luego los venden, lo que inunda el mercado de segunda mano y desploma sus precios frente a híbridos, térmicos y eléctricos puros. Si piensas tenerlo solo unos años, plantéate un renting o una opción con valor garantizado para no perder dinero al venderlo.
  4. La batería se degrada antes que en un eléctrico: Es el talón de Aquiles de muchos PHEV con el paso de los kilómetros. Su batería, a diferencia del uso habitual de un eléctrico, está permanentemente sometida a cargas y descargas completas. Este proceso degrada la batería, que puede reducir su autonomía un 50 % en menos de 200.000 km, lo que implica que un coche con 50 km de autonomía real (unos 60 km homologados) puede conservar en torno a 25 km útiles en ese periodo.
  5. Son menos confortables y a menudo menos ágiles: Y la razón es sencilla: son las versiones más pesadas de la gama, por lo que necesitan la suspensión más dura para controlar las reacciones de su carrocería. Esto hace que las variantes PHEV tengan una conducción más torpe que el resto de versiones, sean menos ágiles en curvas y más incómodos al pisar baches. Muchas marcas aprovechan para lanzar las versiones más deportivas con el motor PHEV porque su potencia es un buen reclamo, pero también conlleva mucho gasto en afinar su conducción, lo que los encarece mucho (un 35 % más caros, de me media).
  6. Tienen un maletero más pequeño: El tamaño de la batería de los PHEV limita casi siempre el volumen del maletero, puesto que esta se suele alojar debajo de su piso. Pueden perder entre un 10 y un 30 % de volumen frente a una versión no enchufable. Por ponerte dos ejemplos, un Volkswagen Tiguan PHEV pierde 40 litros de maletero frente al resto de la gama (de 530 a 490 l), por lo que no es una pérdida crítica. Un Mercedes-Benz Clase E pierde mucho más; pasa de 540 a 370 litros, dado que su batería es enorme.

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