¿Qué coche me compro, diésel o gasolina?

17 de mayo de 2022 de

Aunque con la electrificación se ha ampliado el abanico de dudas a la hora de elegir con qué energía queremos movernos (híbridos, eléctricos, de gas, de hidrógeno…), la realidad es que, para una mayoría de usuarios, la disyuntiva a la hora de comprar un coche sigue siendo principalmente saber si elegir entre coches diésel o coches gasolina.

Hasta no hace mucho la cosa estaba más o menos clara y la mayoría optaba por el diésel. Muchos no necesitaban realmente un coche de gasóleo, pero la diferencia de precio en el combustible y el menor consumo solía inclinar la balanza a su favor en la mayoría de las ocasiones. En la actualidad con la evolución del precio de la gasolina en el último año, con los precios de los combustibles disparatados y muy igualados entre uno y otro, la cosa ya no está tan clara y la duda es todavía mayor. ¿Qué ventajas tiene comprar un coche diésel o uno de gasolina en este momento?, ¿cuál me compensa?

¿Qué es mejor, un coche diésel o gasolina?

Lo primero que debemos tener claro es que no hay una respuesta tajante a esta pregunta. Si claramente uno fuese mejor que el otro, nadie compraría el peor. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes y, dependiendo de cuáles de sus ventajas me convengan más para cubrir mis necesidades, uno será mejor para mí que el otro.

Para poder tomar la decisión que más me convenga, tendremos que conocer las ventajas de uno y de otro y ver cuáles me encajan mejor para el uso al que destinaré mi coche.

Qué ventajas y desventajas tiene el coche de gasolina

Por lo general, los coches de gasolina tienen las siguientes ventajas frente a los diésel:

  • Más facilidad de arranque en frío: esto es importante si vamos a destinar el coche a un uso urbano con muchos recorridos cortos y arranques frecuentes.
  • Menor complejidad mecánica: aunque ahora los motores de gasolina también son sobrealimentados por turbocompresores, siguen siendo mecánicas más sencillas que las diésel. Por ejemplo, no necesitan de sistemas de tratamiento de los gases de escape tan sofisticados, de modo que tienen menos averías y más baratas. Su mantenimiento es más barato.
  • Mayor suavidad de funcionamiento: suelen ser motores menos ruidosos y con menos vibraciones que los diésel, aunque esta diferencia se ha reducido a medida que en los motores de gasolina se han elevado las presiones de inyección.
  • Combustión más limpia: por el tubo de escape no sólo salen gases, también otras partículas. La combustión de los motores de gasolina, aunque emite más CO2, es más limpia, por lo que no necesitan sistemas de tratamiento y depuración de los gases tan complicados, caros y delicados de mantener como los diésel. Esto los hace más apropiados para un uso principalmente urbano.

Por el contrario, las principales desventajas de los coches de gasolina son:

  • Mayor consumo: el rendimiento de los motores de gasolina es menor que el de los diésel. Esto hace que su consumo sea mayor y, lo peor de todo, más sensible al tipo de uso que hagamos del coche. La diferencia entre el consumo cuando circulamos cargados o con una conducción más viva a ir vacíos y tranquilos es mayor que en los diésel. Esta diferencia se acentúa más cuanto más voluminoso y pesado es el vehículo.
  • Mayores emisiones de CO2: precisamente porque queman más combustible, emiten más CO2 a igualdad de prestaciones.

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Qué ventajas y desventajas tiene el coche diésel

Por el contrario, las ventajas de los coches diésel frente a los de gasolina son:

  • Menor consumo: su rendimiento es mayor que en los motores de gasolina, por lo que sus consumos son más ajustados a igualdad de prestaciones y también más estables, no se disparan tanto al cargar el coche, subir un puerto o practicar una conducción deportiva. Esto los hace más recomendables para vehículos pesados o voluminosos, como los SUV medianos y grandes, si vamos a arrastrar un remolque, etc.
  • Menores emisiones de CO2: como gasta menos combustible, emiten menos CO2.
  • Más facilidad de uso: los motores diésel suelen entregar más empuje a bajo y medio régimen, por lo que su conducción es más sencilla al no tener que usar tanto la caja de cambios, aunque esto es una ventaja secundaria ahora que las ventas de cambios automáticos son cada vez mayores.

En cuanto a las desventajas del diésel frente a la gasolina son:

  • Sistemas de tratamiento de gases: el gasóleo emite menos CO2, pero produce otras partículas y su combustión es más sucia, por lo que necesitan complicados sistemas de tratamiento de gases que son propensos a sufrir averías en uso urbano.
  • Son más complicados y caros: las elevadas presiones de funcionamiento de los diésel hacen que los motores tengan componentes más caros, lo que eleva el coste de mantenimiento y de las reparaciones.
  • Funcionamiento más tosco: por lo general son más ruidosos y con más vibraciones, aunque en la actualidad no hay mucha diferencia frente a los motores de gasolina de 3 cilindros.

Cuándo compensa un diésel o un gasolina

Ahora que sabemos sus ventajas y desventajas, podemos tener más claro cuándo es mejor una u otra alternativa. En la actualidad los precios de la gasolina y el gasóleo están muy igualados, de modo que no es un factor decisivo. El consumo y el tipo de uso que vayamos a hacer son los factores más importantes. Por lo general, para un uso urbano es más recomendable el coche de gasolina, sobre todo si no se hacen más de 20.000 km anuales y cuanto más pequeño y ligero sea el coche.

El diésel es la mejor alternativa para quienes recorran más de 20.000 km anuales o la mayoría de sus desplazamientos sean de larga distancia, así como en el caso de modelos grandes y pesados, SUV (sobre todo de tracción total) o si se va a arrastrar remolques o llevar mucha carga.

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¿En qué se diferencia el diésel de la gasolina?

El diésel y la gasolina son dos combustibles diferentes, aunque ambos se obtienen del mismo producto inicial y básicamente mediante el mismo proceso de elaboración. Ambos son hidrocarburos que se obtienen de la destilación del petróleo. La gasolina es más volátil y se obtiene destilando más el petróleo que el gasóleo.

Al ser más destilada, la gasolina ha eliminado más impurezas en el proceso de obtención que el gasóleo, lo cual obliga a añadir más aditivos para purificar y estabilizar el diésel, de ahí que el precio del combustible antes de impuestos sea en ocasiones más caro el diésel que el de la gasolina.

Como es lógico, al tratarse de productos con diferentes cualidades (densidad, punto de inflamación, punto de congelación, volatilidad…), los motores en los que se emplea uno y otro combustible requieren de tecnologías diferentes. Aunque básicamente se trata de motores de pistones de movimiento alternativo y ciclos de 4 tiempos, los motores diésel y de gasolina varían muchísimo en su tecnología y funcionamiento, por lo que es vital no confundirnos entre uno y otro combustible al repostar.

La principal diferencia entre un motor diésel y uno de gasolina es que el motor de gasolina necesita de un sistema de encendido por chispa para iniciar la combustión, mientras que en el diésel basta con la presión y la correcta dosificación del combustible para que éste empiece a arder.

¿Qué contamina más, diesel o gasolina?

Es difícil determinar qué motor es más contaminante, si el diésel o el de gasolina. El motivo es que los productos que se obtienen de la combustión de cada carburante es diferente, por lo que su forma de contaminar también lo es.

Por simplificar un poco un tema muy complicado, podría decirse que los motores de gasolina son peores para el medio ambiente pero los diésel son peores para la salud. A igualdad de prestaciones, un motor de gasolina emite más CO2 que uno diésel. El CO2 es un gas de efecto invernadero, no es demasiado peligroso para la salud (por lo que no es tan preocupante en las ciudades), pero sí para el cambio climático. De hecho ya hay muchas ciudades españolas con Zona de Bajas Emisiones para 2023.

Los motores diésel, en cambio, emiten más óxidos de nitrógeno y partículas sólidas, que son productos muy nocivos para la salud al ser irritantes en las vías respiratorias y cancerígenos. Por este motivo los motores diésel en la actualidad están obligados a instalar complicados y caros sistemas de tratamiento de gases para anular los NOx (mediante catalizadores y AdBlue) y atrapar las cenizas (mediante los filtros de partículas, FAP). Con los sistemas de tratamiento de gases en perfecto estado de funcionamiento, podríamos decir que los diésel son menos contaminantes, pues producen menos CO2 y gases de efecto invernadero y las emisiones de NOx y de partículas sólidas se reducen en más de un 90% gracias a los FAP y al AdBlue.

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