¿Qué coche me compro, eléctrico o híbrido?

27 de mayo de 2022 de

Decidirse por un coche u otro en este momento es más difícil que nunca. No sólo hay más variedad en cuanto a motorizaciones (coches gasolina, diésel, híbridos enchufables, coches ECO, Cero…), también las normativas que obligan a establecer zonas de bajas emisiones en la mayoría de las ciudades a partir de 2023 o las noticias sobre la prohibición de la venta de coches con motores de combustión en 2035 hacen que tengamos que tener en cuenta cada vez más factores para tomar una decisión.

Así como hasta no hace mucho la mayoría se decidía por un diésel, con los combustibles por las nubes y cada vez más restricciones por la contaminación están haciendo que cada vez más busquemos modelos de bajas emisiones, principalmente coches híbridos y coches eléctricos. Si hace 5 años la pregunta más habitual a la hora de comprar un coche era si diésel o gasolina, hoy la disyuntiva que se plantea es si eléctrico o híbrido y, como siempre, la respuesta es: “depende”.

¿Qué es mejor, un coche eléctrico o híbrido?

Igual que antes había usuarios a los que les convenía más el diésel o la gasolina, en la actualidad decidirse por un eléctrico o un híbrido depende en gran medida del uso que vayamos a hacer del coche y, sobre todo, de si tenemos o no posibilidad de recargarlo en casa, porque las recargas en electrolineras y en puntos públicos nos pueden salir casi tan caras como la gasolina o el diésel.

Vamos a ver cuáles son las ventajas de cada uno para ver cuál nos conviene, teniendo en cuenta que las ventajas de uno son los inconvenientes del contrario.

Ventajas y desventajas coches eléctricos

  • Facilidad de uso: no tienen caja de cambios, no hay embragues, no hacen ruido… su conducción es muy sencilla y desestresante.
  • Eficiencia: los motores eléctricos son más de tres veces más eficientes que los mejores motores de combustión
  • Precio de la energía: aunque la electricidad no es barata, es mucho más caro el gasóleo o la gasolina… y cada vez serán más caros los combustibles. Esto hace que ahorremos con el uso del coche eléctrico.
  • Libertad de diseño: los motores eléctricos son muy compactos y permiten una mayor libertad a los diseñadores, que pueden aprovechar mucho mejor el espacio y ofrecer coches más compactos con mejor habitabilidad.
  • Sin emisiones de efecto invernadero: aunque la electricidad hay que producirla, el coche en sí no emite gases, lo que reduce la contaminación en las grandes ciudades y esto mejora la salud de la población.

Ventajas y desventajas coches híbridos y PHEV

  • No estamos limitados por la autonomía: los coches eléctricos tienen unos tiempos de recarga muy prolongados y esto hace que sean poco recomendables para determinados usos, principalmente los viajes de largo recorrido por carretera.
  • Variedad: en la actualidad hay más variedad de modelos híbridos que eléctricos
  • Precio: aunque esto cambiará más pronto que tarde, los coches híbridos son todavía más baratos que los eléctricos equivalentes.
  • Para todos los usuarios: los híbridos los podría usar cualquier conductor, al contrario que los coches eléctricos. Por ejemplo, una persona que no tenga plaza de garaje propia en la que poder instalar un punto de recarga, no puede tener un coche eléctrico porque su recarga lo hace anti rentable.

Cuándo compensa comprar un coche eléctrico

Con la tecnología actual, los coches eléctricos no son la mejor alternativa para aquellos usuarios que suelan realizar recorridos de larga distancia. Hoy por hoy los coches eléctricos son la mejor alternativa sobre todo para quienes cumplan estos requisitos:

  • Carga doméstica: sí o sí es necesario poder cargarlos en casa a diario.
  • Uso principalmente urbano: los coches eléctricos tienen unos consumos muy elevados a alta velocidad, en ciudad es donde son más eficientes.
  • Pocos viajes de larga distancia: aunque hay modelos con autonomías de más de 500 km, son caros, pesados y siguen sin ser prácticos para recargarlos en mitad de un viaje.

Cuándo compensa comprar un coche híbrido

Los coches híbridos no están tan limitados a día de hoy como los eléctricos, por lo que pueden cubrir las necesidades de un mayor número de usuarios. Sin embargo, no son la mejor alternativa para todos. A quienes más les puede interesar la compra de un coche híbrido es a aquellos que cumplan con estas condiciones:

  • Hagan un uso principalmente urbano: los híbridos sacan muy buen rendimiento en ciudad al recuperar mucha energía en las constantes desaceleraciones en los semáforos, por el tráfico, etc. Además, pasan mucho tiempo detenidos en atascos, con el motor de combustión apagado y avanzando poco a poco en modo eléctrico de forma muy eficiente.
  • Necesiten acceder al centro de las ciudades, en este caso sobre todo los híbridos enchufables, que disponen de etiqueta Cero.

Diferencias al cargar un coche eléctrico y un coche híbrido enchufable

La principal diferencia entre un coche eléctrico puro y un híbrido enchufable es el tamaño de la batería, mucho mayor en un modelo eléctrico. Esto va a hacer que sus recargas varíen bastante.

Para empezar, los híbridos enchufables tienen unas baterías que no son lo bastante grandes como para admitir recargas ultra rápidas con corriente continua (salvo algunos modelos con baterías bastante grandes, como ocurre en Mercedes, que sí admite cargas en corriente continua en algunos de sus PHEV). En general, cuanto más pequeña es una batería más estrés sufre en las recargas ultra rápidas, de modo que, si no queremos tener problemas de duración de las baterías en los coches híbridos, es mejor no abusar de esta opción.

También hay diferencia en los cargadores de los coches eléctricos y los híbridos enchufables, que suelen ser de más potencia en los primeros, puesto que tienen que “llenar” unas baterías más grandes. Mientras que la mayoría de los cargadores de los coches eléctricos admiten cargas con corriente monofásica o trifásica, en los híbridos enchufables casi siempre sólo admiten monofásica. Las potencias de carga habituales en los eléctricos están entre los 7,4 y los 11 kW, mientras que en los PHEV está entre los 1,7 y 7,4 kW.

¿Qué es más barato, un coche hibrido, phev o eléctrico?

Aunque en realidad los coches eléctricos son mucho más sencillos y deberían ser mucho más baratos, las economías de escala hacen que todavía sean algo más caros que un coche de combustión tradicional, pero pronto será claramente más barato hacer un coche eléctrico que de combustión.

Si tenemos en cuenta que en un híbrido tiene que haber un motor eléctrico y uno de combustión, es evidente que los coches híbridos son más caros de fabricar que los eléctricos, pero como es una tecnología que se ha reimplantado hace más tiempo, en la actualidad hay más variedad de coches híbridos baratos. y, si además le sumamos un sistema para recargarlos a la red y baterías más grandes, los coches híbridos enchufables son con diferencia los más caros de todos. De hecho, son básicamente un coche híbrido y un eléctrico juntos. Esto hace complicado encontrar coches híbridos enchufables baratos.

Sin embargo, choca ver que los coches eléctricos son coches más caros en muchos casos. Esto se debe a que muchos fabricantes han empezado a introducir los modelos eléctricos en sus catálogos empezando por las gamas más altas. De ese modo pueden repercutir un mayor precio en el coche y amortizar así más rápido la inversión en investigación y desarrollo en una gama en la que no hay todavía mucha demanda que permita diluir esa inversión, por eso tenemos la imagen de que los coches eléctricos son más caros, porque suelen ser modelos de gama alta, pero se pueden hacer coches eléctricos baratos, como dejan claro modelos como el Seat Mii eléctrico, por ejemplo.

¿Qué contamina más, un coche eléctrico o híbrido?

Hay bastante demagogia en esta cuestión, se habla de la energía necesaria para producir un coche eléctrico, la contaminación de las baterías, que si la electricidad proviene de fuentes contaminantes como el carbón… pero la realidad es que el coche eléctrico siempre será menos contaminante que el híbrido, simplemente porque es más eficiente y, por lo tanto, desperdicia menos energía, y esto es lo que nos debería preocupar, cuánta energía desperdiciamos, porque producirla (mejor dicho, transformarla, porque no se crea ni se destruye) es lo que realmente contamina y consume recursos.

Mientras que el rendimiento energético de un motor de combustión de un coche híbrido está en el entorno del 35%, el de un motor eléctrico supera el 90%, de modo que, simplemente porque no tiramos por el tubo de escape el 65% de la energía que usamos en desplazarnos, el eléctrico siempre contaminará menos.

Por otro lado, las baterías se pueden reutilizar en usos con menos solicitaciones que las que necesita un coche eléctrico y, cuando ya sí que no dan más de sí, en la actualidad son reciclables en un 60% y este porcentaje aumenta a medida que va mejorando la tecnología, así que es probable que en unos años sean 100% recuperables. En cuanto a la producción de la energía eléctrica, cada vez aumenta más el porcentaje de la misma que proviene de fuentes renovables no contaminantes.

Con todo esto, los pocos argumentos reales que quedan en contra del coche eléctrico desde el punto de vista de los recursos y la contaminación están en el uso de tierras raras para los motores y de minerales que escasean mucho más que el petróleo, como el litio, para la producción de las baterías, pero en esto también se está avanzando y ya hay imanes sin tierras raras y nuevas tecnologías en las baterías que parecen prometedoras, además de la alternativa de los coches eléctricos de hidrógeno, cada vez más realista y viable.

Motor eléctrico o híbrido, ¿Cómo funcionan?

Los coches híbridos son los más complicados, porque en ellos se combinan dos tecnologías. Al final en un coche híbrido tenemos un motor de combustión y también un motor eléctrico, pero además hay que añadir un sistema que permita la coordinación y combinación de ambas tecnologías, lo cual añade todavía más complejidad al conjunto.

Los motores eléctricos son complicados de entender y tecnológicamente, pero constructivamente son infinitamente más sencillos que los de combustión. Hay una gran variedad de tipos de motores eléctricos: de corriente continua o alterna, motores serie o de jaula de ardilla, síncronos y asíncronos, con y sin escobillas… la variedad es enorme, pero en esencia todos se basan en lo mismo y es en generar un movimiento rotativo aprovechándose de las fuerzas de atracción y repulsión que generan los polos magnéticos. La variedad viene en cómo se generan esos campos magnéticos (por inducción o con imanes permanentes, por ejemplo) el número de polos, etc.

Además de ser más simples en sí mismos, los motores eléctricos tienen otra gran ventaja y es que tienen muchísima fuerza al empezar a moverse y la mantienen durante un gran rango de revoluciones. Esto hace que no sea imprescindible acoplarlos a una caja de cambios con varias desmultiplicaciones para mover las ruedas, lo que simplifica todavía más las cosas.

Los coches híbridos nacen para mejorar el rendimiento de los motores de combustión al permitir aprovechar una energía que en un coche sin hibridar se desperdicia. Gracias a la hibridación se puede transformar la energía cinética (la que tiene el coche por moverse a una velocidad) en electricidad cada vez que frenamos o levantamos el pie de acelerador, y luego podemos usar esa energía eléctrica para mover el coche o bien para darle un empujoncito al motor de combustión y reducir así su consumo y emisiones.

La complicación es todavía mayor en el caso de los coches híbridos enchufables, en los cuales se añade un sistema de carga de las baterías para poder conectarlo a la red, de modo que en realidad tenemos dos coches en uno: un híbrido y un eléctrico.

Tal y como están las cosas, el futuro es claramente eléctrico, con una fecha límite incluso para los coches híbridos, que dejarán de venderse en 2035. Sin embargo, hoy por hoy los coches eléctricos tienen todavía una serie de limitaciones que hacen que para muchos usuarios un coche eléctrico no cumpla con las necesidades y ese hueco es el que por ahora cubren de forma muy razonable los híbridos. Hoy hay muchos usuarios para los que el coche eléctrico es objetivamente la mejor alternativa, pero la tecnología actual no cubre todas las necesidades, y para eso están los híbridos que, dependiendo de nuestro uso, pueden ser la mejor alternativa.

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